Friday, September 25, 2009

Un cristianismo sin contradicciones.

















Pero nuestra búsqueda y nuestro amor por la causa de Cristo no culmina cuando se nos cierran las puertas de los templos, o cuando simplemente se pretende ignorar el valor de nuestro servicio a Dios, el cristianismo puede prescindir de todo esto, de hecho, lo hizo, en sus comienzos, pero hoy, cuando la comodidad se ha instalado como forma de vida dentro del propio cristiano, el templo y toda su agotadora liturgia de alabanzas, ha terminado por inmovilizar a quienes deberían en este instante, estar haciendo todo lo posible por llegar a quienes tanto necesitan de una palabra, de un afecto, de un sentimiento tal vez. Detener de este modo un movimiento que comenzó en un villorrio congregando a gente humilde y sencilla en torno a La Persona de Jesús, no ha sido cosa tan fácil, para ello, fue necesario mutar, producir una verdadera metamorfosis dentro del propio pensamiento de quienes se dejaron seducir, para abandonar finalmente, aquello que debieron haber defendido con todas sus fuerzas.

Esto es lo que tenemos hoy, con esto contamos, no sé cuántos creerán realmente que el cristianismo actual, educado para evadir circunstancias históricas, logrará revertir la condición en que se encuentra, y hará que la gente pueda entender al fin, que no es el rito ni la pertenencia a tal o a cual agrupación lo que te hace cristiano, sino, tu convicción, la certeza de serlo sin necesidad de ser representado por institución alguna, solamente porque así debemos vivirlo, sólo porque así lo concibió El Señor, lo demás, es carroña. Pero la fuerza con que las grandes instituciones humanas pretenden ahogar el grito de libertad que proclama el Espíritu Santo desde la profundidad del alma del cristiano, nos hace dudar a veces, nos hace creer que estamos demasiado solos como para dar una lucha y querer enfrentarlos, así, muchos desertan, muchos vuelven sus espaldas a Dios y se entregan, se cansan, olvidan el principio que mueve nuestra fe, olvidan que una fe como la nuestra, jamás se debe doblegar a las pretenciosas y siempre corruptas intenciones del alma humana, aunque ellos hayan dado incluso, algunos indicios de su poder, devastador a veces, con la propia vida humana, con la dignidad de los que fueron el centro de la obra y del mensaje de Cristo.


Es probable que el protestantismo entonces haya nacido alguna vez para mejorar lo que otros echaron a perder, no voy a contradecir semejante verdad, histórica por lo demás, es probable que la honestidad haya sido parte de quienes pretendieron revertir la condición de una humanidad a la que se le negó una interminable lista de verdades y valores espirituales, como la Justificación por la Fe, en tal condición, podemos acceder a la historia y comparar, de qué modo realmente los primeros cristianos protestantes llevaron a cabo semejante iniciativa, la historia, en tal sentido, no ofrece lados oscuros al respecto, al contrario, detalla la condición decadente y vergonzosa del cristianismo imperante, frente a lo cual, Lutero, el gran reformador, no tuvo miedo en confrontar y dar una de esas luchas que rayan en lo heroico. Pero no fue sólo Lutero quien debió tomar tal decisión, otros en la historia también fueron capaces de pararse contra el sistema y declarar el mensaje de Dios para ese momento, así aparecen los profetas, los apóstoles mismos, el apóstol Pablo, los cristianos que murieron en las catacumbas, Los Cátaros, Los Valdenses, gente como ésta, no se quedó indiferente frente a la realidad, ninguno de ellos esperó que algún día las cosas cambiaran, por el contrario, ellos hicieron todo lo que pudieron para que, precisamente, los cambios ocurrieran, aunque ello haya significado destierro, sufrimiento, muerte, la conciencia de cada uno de ellos estaba demasiado despierta como para cambiar el rumbo de sus actos. Así fue como nació el protestantismo, ese es el verdadero y único origen de él, no hay otro, debía ocurrir lo que ocurrió, para que las condiciones del acto salvífico, fuesen y estuviesen al alcance de quienes realmente lo necesitaban. El cisma se hizo real, no era sólo un grupo de personas, no era sólo un pequeño rebaño atado de manos y pies, eran muchos los que gemían y clamaban, tanto como para que la Noche de San Bartolomé se hubiese teñido con la sangre de los mártires.


Hoy sin embargo, el protestantismo ha callado, ha enmudecido, ha mutado, ya no tiene por qué protestar, tiene lo que necesita, leyes que le protejan, reductos en donde expresar libremente su fe sin que nadie los persiga por ello, filiación con el Estado, amistad con el sistema, de este modo, el único beneficiado con tal situación, no es el hombre que aún padece en su problemática diaria de vida, sino, todos aquellos que nunca dieron algo importante de sus vidas y de su tiempo para que el mundo en que vivimos, fuese distinto. ¿Y para qué podría ser distinto? ¿Será ésta una inquietud del cristianismo actual? Es que las condiciones actuales para ejercer la fe cristiana, carecen en el día de hoy, de contrariedades, es más, no hay para qué hacerse problema, ¡eso no te dejará dormir por las noches!, ¡además, ya te lo han dicho!, “Dios es un Dios de paz”, y si Dios es un Dios de paz, ¿por qué permite entonces la guerra? El problema ahora se convierte en una lucha de convicciones, es que cuando alguien no tiene nada importante que decir, no sufrirá jamás sobresalto alguno, es el cristianismo de las costumbres, de los ritos, de la corbata, de los TE DEUM, de la mediocridad, de las JERARQUÍAS, de las CASTAS, de las CONVENIENCIAS, de la negación absoluta de la verdad.


Ser cristiano en este tiempo, nos hace ser entonces, seres inofensivos, sensuales e hipócritas, convencidos que el peor enemigo del alma humana, no es ni será jamás capaz de permear la vida del cristiano común, solo porque su atuendo dice que es cristiano, aunque la forma en que ha construido su mundo interior, carezca de revelación e inspiración divina. En tal condición, para sobrellevar semejante realidad, no es necesario tanto contacto con La Palabra de Dios, el cristiano en cuestión, puede eximirse, La Torá, Los Profetas, el mensaje apostólico, el histórico, el contextual, el escatológico, sólo representan ciertas figuras que jamás podrán impedir que un cristiano, saturado de gozo y de alabanzas, deserte de tal condición para que vea la pobreza y miseria espiritual en la que se encuentra. No hay renglones, no hay textos oscuros, no hay revelación, el espíritu del ecumenismo logró desentender a los protestantes de su verdadera vocación, y allí los tiene, celebrando, de fiesta, una interminable y agotadora oferta de cantos predecibles tomando el lugar de La Palabra.

Sin embargo, aunque parezca una locura, aún deben quedar los que no descansan hasta que Dios les responda, aunque tambaleen sus piernas, aunque la noche se haga interminable y las palabras se conviertan en murmullos, allí, donde las lágrimas no pueden detenerse, todo porque el mundo, este mundo, en su enormidad y sus ejércitos tan poderosamente custodiados, nos pone en actitud de oración, de una plegaria constante que casi nos desvela, no nos deja dormir, no podríamos, nos han cercado, nos ahogan, no quieren que vivamos, nos desean en silencio, no quieren vernos viviendo en libertad. Nuestros espíritus en cambio gimen, nada que pudiéramos ingerir para saciar nuestros estómagos podría hacernos cambiar de opinión, cuando la enorme necesidad del alma nos conmueve, nos sacude, como en un torbellino, como si estuviésemos en medio de una enorme tempestad, y sólo Cristo y Su Bendita Presencia nos puede cobijar.

El cristianismo verdadero ahora, debe migrar, no puede aceptar que se antepongan otras prioridades antes que las demandas del Señor, eso sería una deserción, y además, la fatalidad de ser parte de una forma de cristianismo que La Palabra de Dios define como Apostasía. Hay que salvar entonces lo que aún nos queda por vivir, lo que sólo una vida transformada por el poder de su sangre bendita es capaz de ejecutar, todo lo demás ha de quedar atrás, no es posible retornar, el verdadero Amor nos insta a no dejarnos embaucar, a no cambiar nuestro modo de pensar, a continuar nuestra larga jornada migratoria que nos ha de llevar a donde Dios quiere, a ese particular y especial momento de la historia cuando seamos erradicados por fin de esta tierra, y descansemos, en algún lugar del universo, en algún lugar recóndito del cielo en donde habita Dios, y todos nuestros problemas y nuestras dolencias hayan desaparecido, por completo.

Mientras tanto, aquí permaneceremos, hasta que las fuerzas ya no queden en nuestras entrañas, no vamos a permitir que este mundo, con toda su condenada tragedia de maldad nos vuelva silencio, si somos capaces aún de gemir, si somos capaces aún de hacer oraciones, de creer, de perseverar, de defender las convicciones, aún sin ligaduras eclesiásticas, aún sin techo que cobije nuestras creencias, es porque el tiempo aún no ha llegado. ÉL, no obstante, VOLVERÁ, pero no porque ello solo sea parte de nuestras creencias, como piensan muchos, sino, porque ÉL LO PROMETIÓ, Y POR TANTO, CUMPLIRÁ.

Sunday, September 13, 2009

Adoradores y adorados, los nuevos emisarios del silencio.


















La actitud de comodidad en la cual establece sus bases la cristiandad actual, es claro que evade el caudal profético, de otro modo, tendríamos o contaríamos al menos, con una exposición coherente en cuanto a planteamientos bíblicos, los cuales, no dejan de ser simples repeticiones o adaptaciones de lo que alguien ya dijo en el pasado. Esta forma de preservar las estructuras vigentes, y de hacer caso omiso a la realidad profética, nos habla con mucha claridad del modo en que es posible obstruir, cualquier intento de dar a conocer a los creyentes, algunos puntos de vista que para nada respaldan la condición actual de la realidad espiritual.

El Apóstol Pablo, insigne representante del cristianismo, estable en sus cartas con mucha claridad, que existe, para la bendición y desarrollo de los creyentes, una enorme variedad de dones y Ministerios que permiten además, a los creyentes, dar a conocer el mensaje de Dios a quienes aún no tienen conocimiento de Él, sin embargo, la gran burla de los llamados Apóstoles actuales, deja fuera el contexto y el elemento clave en toda esta cuestión que es la profecía, ellos, como instrumentos de la más pura egolatría espiritual, desechan conceptos bíblicos inevitables, y por supuesto, a todos quienes desean tener una comunión íntima con el espíritu y enseñanza de La Palabra de Dios, priorizando la cuestión monetaria por sobre los elementos constructivos propios del cristianismo, a ellos y otros dignatarios más, se debe el que un porcentaje enorme de dinero que la pura cristiandad protestante o evangélica logra reunir en sus arcas, en su mayoría sirva, solamente, para arrendar espacios enormes como cines, gimnasios, sinagogas u otras, o en su defecto, para levantar y construir una vez más, alguna catedral, que por sencilla que parezca, necesariamente debe erigirse con las ayudas u ofrendas de los creyentes. No obstante, debe quedar claro, una vez más, primero, que no son tan necesarios tantos templos en la tierra para la difusión de la fe cristiana, y luego, que los Ministerios que existe, no son de creación humana ni tampoco sirven o se sirven del sistema, muy por el contrario, la realidad histórica-profética antiguotestamentaria, nos muestra el estado decadente de La Nación de Dios, Israel, en circunstancias que Dios la había dotado de todos los elementos para su preservación, tanto teológicos como militares y hasta políticos, comienza de algún modo a desertar de los principios divinos, para dar origen a una sociedad muy religiosa, religiosa y externa, pero fuertemente armada contra la reflexión y la verdad profética. Carente de verdades absolutas que emplazaran a los religiosos corruptos, el debilitamiento y final destrucción del reino era inevitable, y así ocurrió, le llegó la hora, y la realidad espiritual que sustentaba ahora la vida de los israelitas, no fue suficiente, no había forma entonces de evitar que una sociedad como aquella colapsara, sin embargo, debía quedar un fuerte testimonio en la historia acerca de los procedimientos de Dios, de cómo Su Carácter, aunque lleno de amor y de misericordia por su pueblo, no fue impedimento para que Dios permitiera lo que habría de sobrevenir.


Israel, cae entonces, su desmoronamiento como Nación de Dios había sido profetizada por Isaías y Miqueas, 100 años antes. Nabucodonosor se tardó 20 años en destruir Jerusalén, desde el 606 hasta el 581, pero el profeta Jeremías había hilado mucho más fino diciendo que el cautiverio duraría, 70 años. Habiendo recibido los mandamientos de la mano de Jehová, habiendo incursionado en el propósito divino, ellos prefirieron seguir ejerciendo su religiosidad en forma externa, dejando atrás un proyecto inigualable en el que Dios invirtió muchas y grandes esperanzas. El dolor se hizo tangible cuando los Babilonios cercaron Israel, llevándose consigo, una enormidad de elementos constructivos del gran templo de Salomón, y además, llevándose a los ricos y acomodados que la propia religión inmoral había protegido, y dejando en la tierra prometida solamente, a los que nunca tuvieron acceso a las bendiciones de Dios.


Este fuerte llamado de atención que nos hace el mensaje bíblico, parece en este tiempo no tener consecuencias dentro de una realidad, prácticamente impermeabilizada en contra de los defensores del planteamiento histórico-profético, la sugerencia habitual para ellos venida desde el propio sistema religioso, “es que debemos cambiar de actitud y no atacar a la cristiandad por sus formas y religiosidad”, lo que a mi modo representa, la más fiel e indubitable prueba de la actitud siniestra con que ciertas agrupaciones han asumido el cristianismo. Pues bien, suponiendo que este tipo de cristianos tuviese razón, y que las personas que nos encontramos al borde de la delgada línea estuviésemos equivocados, aún así tenemos necesariamente que plantear algún tipo de reflexión e interrogantes, como por ejemplo:

- ¿Puede la realidad espiritual sustentar toda su vida espiritual en base solamente a la adoración?

- ¿De qué modo la adoración ha ido tomando el lugar de La Palabra de Dios hasta dejar al propio cristianismo expuesto solamente a la manifestación de tal o cual adorador?

- ¿Cómo explican los gastos corporativos aquellas congregaciones que prestan servicios a los diferentes realidades?

El caso es que hoy, en tiempos de APÓSTOLES DE SALÓN, de cristianos saturados de gozo, de interminables jornadas de alabanza, parece ser que la lista de Ministerios que nos ofrece la enseñanza bíblica, dejó de ser importante, y lo que empeora el panorama, que solo ciertas congregaciones o agrupaciones cuentan con el beneplácito de Dios para nombrar APÓSTOLES Y APOSTOLADOS como si el servicio a Dios fuera una cosa tan simple y llevadera. La Unción ya no tiene importancia, lo que Dios te ha mandado a hacer, tampoco. Esta forma de desprenderse de la realidad espiritual tradicional, deja en claro no obstante, que ya nadie quiere o desea depender de nadie, cada congregación posee su propia mecánica corporativa como para desarrollar, independientemente de las otras, su propia realidad, ignorando el valor de los LLAMAMIENTOS Y MINISTERIOS de algunas congregaciones con las cuales no se tiene ni tendrá relación alguna.

¡Bello testimonio entonces!

La adoración por su parte, o mejor dicho, EL ADORADOR, centro de gravedad de una realidad empática con el bienestar material de las estructuras religiosas, es el que ahora toma el lugar o definitivamente suplanta la labor del PROFETA, o del CONTEXTUAL, sin tener siquiera el LLAMAMIENTO ni la UNCIÓN, y lo que es peor, careciendo en absoluto de MENSAJE PROFÉTICO, el adorador en cuestión, se ve apoyado por las diferentes corrientes espirituales, para que al cristiano común y corriente no le falte ambiente ni posibilidad de dejar pasar esta enorme oportunidad que le brinda el sistema con los llamados adoradores. Pareciera ser que la cristiandad actual, se ve totalmente plena en tal condición, por lo tanto, no comprende o no desea comprender que la ADORACIÓN, LA EXALTACIÓN Y LA ALABANZA, que hoy día se encuentra en el corazón de este sistema religioso, y que por su causa La Palabra de Dios ha sido prácticamente dejada en el olvido, no tiene ni cuenta con las herramientas ni TEOLÓGICAS, NI HISTÓRICAS, NI CONTEXTUALES como para dar sustento y credibilidad a toda la realidad espiritual del cristiano, el ejemplo más próximo lo tenemos en David, siendo David un indiscutido ADORADOR y Siervo de Dios, no fue llamado a ejercer el Ministerio de La Profecía, es que él, como adorador, aún siendo un hombre conforme al corazón de Dios, no fue CAPACITADO ni ORDENADO por Dios para tales efectos, lo que no fue impedimento para que en su enorme trabajo literario, incluyera además, elementos propios del mesianismo.

Para este problema entonces, Dios tenía preparado a otra clase de hombres, otra clase de personas, a esos hombres los llamó:

PROFETAS,

NO ADORADORES
NO EXALTADORES
NO MARCO WITT
NO MARCOS BARRIENTOS, o como se llamen, apenas la palabra que ellos poseen contiene ciertos elementos evangelísticos, pero proféticos, en ningún caso. Pues bien, los profetas eran hombres extraídos del sistema que no tenían más vínculo con la realidad religiosa que la que Dios les permitió, al igual que los sacerdotes y los levitas, estaban capacitados para sobrellevar el enorme peso de La Palabra de Dios sobre sus vidas, no el texto de una adoración o de una alabanza, sino, La Palabra de Dios, la contextual, la del hoy, aquella palabra que podía remecer conciencias e increpar al pueblo por su falta de humildad y menosprecio a la labor y verdad POFÉTICA. Hombres como estos no se daban de la noche a la mañana, ellos para nada fueron condescendientes con el sistema tanto secular como religioso que les tocó presenciar, ellos se arrojaron sin titubear al precipicio de tener que decir la verdad, a cualquier precio, en cualquier circunstancia, sin importar el valor de sus propias vidas, las que en muchos de los casos sirvieron para burlas y escarnio de los propios dirigentes de la religión. Tampoco ellos gozaron con su estadía, hubo algunos que por lo tediosas de sus jornadas, estuvieron dispuestos a abandonarlas, pero Dios, que los LLAMÓ y los guardó, tenía sus propios planes, sus propios Propósitos que en esta generación de ACOMODADOS, pretende pasarse por alto.

En tal caso, la cristiandad Protestante por su parte, ha preferido ignorar estas monumentales verdades, y cambio de profecía, hoy día nos ofrece como Menú espiritual:

ADORACIÓN, GOZO, ALABANZA Y EXALTACIÓN,

todos elementos propios de un corazón que ya conoció el mensaje de Cristo, pero que carece de realidad contextual y teológica para dar a conocer el mensaje de Dios para este tiempo al mundo inconverso. Esto es entonces lo que justifica la condición económica que viven muchas congregaciones en lo referente al discurso bíblico, y además, el fluir constante de estos grandes sementales espirituales en la era de los ADORADORES, es que al parecer, el Protestantismo tampoco quiso quedarse atrás con esta moda, su deserción de la condición profética en la que debería permanecer hasta cuando El Señor Jesucristo regrese, es una realidad ya, y por lo tanto, nos encontramos viviendo frente a una expectativa profética ya anunciada de antemano y por la cual, el cristianismo todo deberá dar cuenta a Dios por su manera de alternar con las corrientes ecuménicas y seculares del orden político.

Por ello entonces, los adoradores gozan de tan grande prestigio dentro de la realidad sensual de La Iglesia, ellos no dicen nada, absolutamente nada de la profecía, y no es que a ellos no les interese, es que simplemente NO HAN SIDO LLAMADOS PARA TAL EFECTO. El problema nos lleva ahora a pensar en la forma en que las congregaciones han protegido a estos “MINISTERIOS”, y por supuesto en la manera en que han discriminado y finalmente desechado a quienes tenían algo que decir. La versión de LOS ACOMODADOS, no deja espacio para el hombre que tiene mensaje de Dios para La Iglesia de Cristo, que son los creyentes en Él, le ha sido impedido que tal hermano diga lo que tiene que decir, los métodos son variados, algunos muy originales y otros que rayan en la frescura, sin embargo, todos quienes creemos en el poder de La Palabra de Dios, en todas sus variables y posibilidades, evangelística, profética, histórica, etc., y creen ellos, “nos encontramos en el olvido”, seguiremos observando cómo la deserción del cristianismo actual se materializa totalmente, hasta que La Apostasía profetizada en Las Escrituras, se convierta en una realidad universal.

Sunday, September 06, 2009

El cristianismo de las castas y el silencio...


















El cristianismo nunca debió haber perdido su realidad migratoria, nació así y así debió haberse quedado, indómito, inaccesible a las cúpulas del poder mundano, jamás debió haber experimentado con el altruismo sensorial de la maquinaria dogmática de la fe. Ello dio lugar en la historia, a las jerarquías, a las castas, tal como en el Antiguo Testamento, y como consecuencia, a una forma de vida marginal en donde todos los que jamás dieron crédito a esta enorme porquería, lograron sobrevivir a pesar de la indiferencia con que fueron sesgados y tratados. Por ello, si el cristianismo gozó alguna vez de poder, no fue porque los seguidores de Jesús hayan establecido férreas ligaduras con los dueños y representantes del poder mundano, sino, porque en momentos cuando el ser un cristiano en este mundo constituía una herejía, ellos, sin considerar lo que iban a perder, se atrevieron a entregar incluso hasta sus vidas, todo, con tal de no poner en peligro el destino de sus propias almas.


Pero hoy día, en pleno siglo de la era digital, con censores a nuestro alrededor vigilando cada movimiento que damos, en una era con un desarrollo tecnológico nunca antes visto, el cristianismo, con su versión de la Prosperidad y sus resabios medievales moralistas, se presenta y ofrece a la humanidad de este tiempo, una forma de cristianismo inocuo, imposible de provocar o incentivar cambios revolucionarios desde un punto de vista espiritual y moral dentro del corazón humano, y no precisamente porque las bases o las enseñanzas del cristianismo hayan perdido importancia, sino que por el contrario, aún teniendo certeza que lo que escribieron los primeros cristianos era cierto, no aceptan que el formulismo y la religiosidad entintada con una proclive y fuerte inspiración puramente moralizadora, no afecta en lo más mínimo ni siquiera a los propios cristianos, además, como es sabido, porque la cristiandad, con su miseria ecuménica, fuertemente protegida por la Derecha política, y en su condescendencia con el sistema, ha logrado inocular esta vez, a los propios sementales del Gozo, produciendo una de las formas de cristianismo más vergonzosas jamás vista en la historia. Ello, por su puesto, ha traído grandes y graves problemas a aquellas realidades en donde el Evangelio de Cristo fue predicado y aceptado, como la propia Nación Norteamericana, corazón mismo de la Apostasía que hoy vive el cristianismo mundial, debido a su silencio capital en torno a la corrupción e iniquidad de un sistema que como un tornado, absorbe todo cuanto encuentra a su paso, dejando sobre este mundo, una estela de dolor e incertidumbre por el porvenir, justo en aquellos estratos en donde a diario los seres humanos, deben cancelar, al costo de grandes y sobrehumanos esfuerzos, tributos altísimos a los dueños del poder para seguir sobreviviendo.


Las castas, organizadas con comodidad dentro del propio sistema anticristiano y religioso incluso, han influido fuertemente en el carácter con que debería enfrentar el cristianismo actual, la iniquidad y la corrupción venida desde cualquier Norte. Pero el cristianismo actual, modificado en su genética valorica y espiritual, al contrario de lo que se piense, no ha protegido el carácter profético y contextual del mensaje bíblico, haciendo caso omiso a tales y monumentales verdades bíblicas, se ha obstinado en desertar y formar parte de la vanguardia, ofreciendo, como dije antes, una forma de vida espiritual nunca antes vista, una manera pueril y arrolladora en donde, ni los planteamientos políticos corruptos, ni las desigualdades sociales y económicas, sólo por nombrar algunos, logren tocar el manto de falsa espiritualidad que cubre a una enorme cantidad de seres humanos que se guarecen bajo esta tenebrosa forma de vivir la fe de Cristo en este tiempo.


El cristianismo actual, goza entonces, de una muy sólida y condescendiente inmunidad gracias a los manipuladores de conciencia, muy habituados a esta clase de trabajos que operan dentro del sistema secular, y por supuesto ahora instalados dentro de la vida espiritual de La Iglesia de Cristo, las castas y jerarquías entonces, han logrado, con su inmejorable posición, acertar una vez más, silenciando a quienes deberían haber confrontado a este sistema anticristiano, de manera que la voz profética de Dios, hubiese dejado algún destello de su Presencia en medio de un tiempo tan difícil e importante como este. La cristiandad entonces, la institucionalizada y atada al sistema, no deja nada al azar, se ha planificado de manera que los ofrecimientos mundanos de las cofradías tanto religiosas como políticas, logren embaucar a las multitudes, haciéndoles creer que ellos, tan solo ellos, podrán con las desigualdades y la falta de trabajo dentro de una realidad que en un 1000 %, depende de las condiciones económicas mundiales. La demostración que hemos visto en estos días tan solo en este país, por parte de la Derecha política en relación a la propaganda esparcida por todos los lugares de nuestra Patria, nos deja claro entonces, que nada, absolutamente nada podrá impedir el que una fuerza política tan poderosa y ávida de poder como la Derecha y sus aledaños, en un momento determinado de la historia, tengan el control absoluto no sólo de la circunstancia política del país, sino que además, de la educación, las artes, la religión, los medios de comunicación, etc.


Por lo tanto, nos encontramos viviendo un tiempo de fuertes turbulencias sociales y políticas, el cristianismo genuino, en tal situación, abandona cualquier tipo de conducta que vaya contra el espíritu de La palabra de Dios, y exige, a quienes son responsables, explicaciones en relación a la cantidad enorme de millones que sólo la Derecha de este país ha gastado en propaganda, y al exigirlas, reflexiona en la gran cantidad de desocupados que existe en este país gracias a la mezquindad de grupos poderosos que de seguro, cuando sea el momento, pasarán a llevar a otros seres humanos sin pensar en el dolor que ello pueda provocar. El catolicismo, algo ha murmurado en relación a este tema, por cierto, uno de sus más férreos colaboradores, fue uno de los hombres más poderosos de la tierra, ya desaparecido, sus carnes sólo sirven para los buitres, sin embargo, su tarea no estará cumplida totalmente sino hasta cuando uno de ellos, otro tan poderoso como él mismo, llegue a gobernar este país.

Friday, September 04, 2009

La insigne cobardía de una realidad sin voz profética.
















Y no basta sólo con transcribir lo que uno piensa, ello no cambia nada, apenas es solo una gota en medio del océano. La poesía, el pentagrama musical y otras variables alternativas de la realidad creativa, carecen de importancia, lo he dicho en repetidas ocasiones, “los líderes espirituales que cambiarán a esta sociedad y llenarán de Cristo nuestras calles”, no quieren a los creativos, ni tampoco les interesa un carajo si te duele o no lo que tú piensas.

Lo que de verdad enferma, no es que exista esta clase de pelafustanes, para nada, uno debe aprender a vivir y a convivir con esta clase de parásitos, y hacer como si uno fuera de roca y todo lo que te pudieran lanzar, simplemente rebotara o se esfumara, como la luz de la tarde. Pero en realidad, no es así, cansa por supuesto, esta interminable procesión de mediocres intentando convencerte que te quedaste en el pasado, sólo porque tienes un instrumento tan anticuado como una guitarra acústica y una armónica para decir lo que piensas, ellos la llevan, dicen, ellos están convencidos que cambiarán la sociedad, que sus esqueléticas propuestas lograrán evitar que en las calles de nuestras ciudades, podamos caminar libres a la hora que queramos sin tener miedo a que un maldito de esos, que salen en los noticiarios, ponga una navaja en tu cuello y te deje medio muerto porque cometiste el error de pensar que nada te iba a ocurrir si salías un momento a mirar las estrellas, y que estabas completamente protegido porque adquiriste la última pomada de Marco Witt. Estamos demasiado cansados de soportar, interminables y agotadoras jornadas de mediocridad e indiferencia, el cristianismo vale hongo si depende de tales constructores, todo se va a desplomar, nada quedará en pie, créanlo, la condición en la que subsisten hoy día muchas de estas realidades, sólo tienen un destino.

Pero bien, como lo he expuesto y seguiré haciéndolo, desde hace mucho tiempo no he necesitado la fortaleza de la curia evangélica apostólica para comunicar a otros lo que estoy pensando o lo que debo decir acerca de Cristo, desafío a cualquiera, hay varios cobardes sí que se han expresado en este espacio, pero que han quedado definitivamente en el camino, para no volverlos a ver nunca más, ellos seguramente, deben pensar que me voy a ir al infierno, que jamás con canciones que hablan de hambre y de dolor voy a convencer a la gente de que Cristo Viene, y peor, que sin la ayuda de gente como ellos, tan ordenaditos y formales, no voy a llegar a ninguna parte, aunque a decir verdad, no es la percepción que yo tengo cada vez que me invitan a algún lugar para, precisamente, compartir mis experiencias. En todo caso, sé que no estoy tan solo, sé que en algún momento, alguien despertará, y ya no tendrá necesidad de ser enseñado por nadie, sino, seguir decididamente a Cristo, aquí, en esta tierra, en medio de este conglomerado de vidas que se conjugan, defendiendo lo que uno cree es la verdad, y no lo que te han enseñado como verdad, sin tener que pasar por las agotadoras críticas de personajes que jamás escribieron ni han realizado algo importante con sus vidas.

Una realización de esta envergadura, no ocurre todos los días, es cierto, no obstante pedantes y antropófagos de la economía espiritual es posible hallarlos en cada esquina, no hay que urgar demasiado, no son como aquellos cristianos que para sobrevivir, tenían que habituarse a respirar el aire húmedo y críptico de las antiguas catacumbas, es decir, si no morían por la persecución, finalmente morirían por el dolor a los huesos o por un simple resfriado que en tales condiciones, dejaba los pulmones destrozados.Olvídense entonces, por lo menos mientras haya pan, vino y circo, esa clase de seres bipolares, no será posible encontrarlos aquí, la huella dejada por los carismáticos cantantes y predicadores del gozo, es demasiado tenue como para que se escriba algo importante acerca de ellos, cosa que nuestros nietos y familiares recuerden algo digno de tal realidad.


El problema se me plantea de forma visceral y abierto, no hay tentáculos posibles que logren desviarme del propósito, ni la pornografía en Internet, ni la desidia con que los cantantes del gozo invaden y asestan las conciencias adormecidas y confusas de muchos creyentes, podrá evitar que mis palabras se cristalicen, al igual que mi pecho, y ya no tengan absolutamente nada, pero nada que decir, cuando ello ocurra, ya no seré el mismo, habré desertado de Cristo, estaré colaborando con mi silencio a que la verdad se vuelva un monumento y no tenga vida propia, como las grandes catedrales que hay esparcidas por todo este mundo, en donde las imágenes o iconos de algún “santo”, recibe mucho más cuidado y protección que el más humilde de los necesitados que sobran por cierto, en todos los lugares de este mundo. Pero como no voy a renunciar, al carajo con las medidas rancias de propuestas sin un poco de conciencia por el dolor humano, al carajo con todos aquellos que dicen ser lectores de La Biblia, pero que cuando pasan frente a un hambriento, nada les recuerda el dolor del crucificado y la angustiante desigualdad que existe hoy día por culpa de verdaderos mercenarios del poder, establecidos y acomodados dentro de la propia realidad espiritual, evadiendo conceptos fundamentales en lo que respecta a la verdad profética del mensaje de Cristo.

Con una lengua así entonces, difícilmente podrás abrirte camino dentro de la realidad evangélica, los cobardes no te permiten excesos tan grandes como decirle a la gente lo que piensas, que estamos cansados de realytis y cuanta mierda la televisión chilena nos ha acostumbrado a mostrarnos, mientras, nuestro país, adolece de grandes y perversos males que tarde o temprano terminarán por agobiar a la gente. Muchos grandes admiradores y amigos míos, terminan por evitarme, ya nunca más me escriben, no quieren saber de un deslenguado como yo, prefieren la seguridad que les brinda el indómito silencio, prefieren dormir bien, despertar fresquitos después de haber tenido una buena relación sexual con o sin sus mujeres, y luego ir a trabajar sin tener que sobrellevar el peso del enorme significado de una fe vapuleada y pisoteada a diario por quienes dicen estar “ministrándonos” con sus porquerías.


Admito, finalmente, porque ustedes ya lo saben, pero deben entender que se han ido añadiendo nuevos lectores, que no necesito la opinión ni la crítica de los educadores del canto espiritual para ejercer mi derecho, el cual fue ganado a precio de sangre por el Único y Verdadero Dios allá en la cruz del Calvario. Eso me basta, además, muchos que hoy día se jactan de espiritualidad, en nada han colaborado a la creatividad, son repetidores, son económicos, son seguidores de ciegos, no se subordinan a los preceptos de la vida cristiana, leen a sus escritores favoritos, escuchan a sus cantantes elegidos, buenas grabaciones, harto billete, eso es suficiente para mirar en menos a un pobre cantor de verdades que sólo atina a mirar desde afuera, una realidad que antes bendijo mucho a muchos, y que hoy, por un estado de inmovilidad, carece en absoluto de importancia.


El tiempo nos acongoja, la condición de la humanidad nos vuelve a La Palabra, nuestros espíritus han de colaborar, con fuertes y decidoras plegarias, lo inevitable tiene su tiempo, nada podrá ser mejor, Jesucristo lo anticipó hace dos mil años atrás, con una certeza imposible de igualar, sentenció a la humanidad a vivir un estado de total apostasía, debido a los desertores y cobardes que jamás se jugaron un solo pedazo de su piel por decir alguna verdad frente al mundo. Por lo tanto, mucho está en juego, mucho es lo que podría cambiar también, si es que el propio cristianismo se volviese humilde, sencillo, sin ostentación alguna, que no fuera un mero instrumento de censura para proteger a los poderosos que hoy atornillados y apernados han hecho sucumbir el Espíritu de La Verdad, en la persona de siervos de Dios que sólo se han remitido a transmitir a los creyentes, lo que La Palabra y El Espíritu de Dios nos ha declarado como inevitable.

Tuesday, September 01, 2009

El sueño no parece terminar.










Y bueno, te podrías sentar a esperar toda una vida y los cambios desde luego, jamás ocurrirían, no hay índices de ello, y no me refiero a la politiquería insípida de éste y otros tiempos, sino, a la condición de La Iglesia de Cristo. Y lo peor, uno podría elegir dejarse llevar por la corriente y dormir el sueño de los iluminados, pero es un costo altísimo que no estoy dispuesto a pagar, por lo que podría perder en ello, hay tanto en juego, tantas convicciones de por medio que prefiero sufrir las consecuencias del exilio antes que renunciar a lo que me parece son las bases de una fe que no tarda en extinguirse.

Yo no sé, ni soy además, la persona indicada para poner en duda lo que otros hacen o no con sus vidas espirituales, pero de repente uno se pregunta, y vale la pena hacerlo, ¿en qué parte de los bandos estoy?, ¿estoy o no interesado en lo que Dios me ha propuesto? Pues bien, he visto demasiadas vidas pasar delante de mí como para no saber qué está ocurriendo con las de otros, es que a veces, por esas cosas que uno cree no entender, pareciera ser que a muchos cristianos no les interesa de verdad saber en qué lugar de la batalla se encuentran, es más, estoy casi seguro de que ignoran que existe una batalla declarada aquí y en este preciso momento. Todo porque sus conciencias han sido embaucadas con esta hambre de la “imagen”, “porque la imagen lo es todo”, “dicen”, y las vidas parecieran no tener diferencias en cuanto a forma y fondo, si, porque la realidad espiritual pareciera que se tratase de una de esas películas en donde alguien, venido desde algún lugar del recóndito universo, hubiese sembrado la tierra con ciertas semillas o capullos, y estuviera procreando como en una fábrica o invernadero interestelar, vidas semejantes, paralelas, o como quieran llamarles, vidas que simplemente transcurren para el tedioso oficio del aburrimiento, es decir, una danza de imágenes a las cuales deben seguir e intentar obedecer sin que ello altere el ritmo de la vida cotidiana.


Entonces, nos encontramos en medio de una película de Ciencia Ficción que la industria de la fe comercial nos ha encajado justo en el corazón de un cristianismo que hace mucho, pero mucho rato, olvidó al que creó el cristianismo y ya no desea reflexionar ni saber algo más de su enriquecedora experiencia como hombre sobre esta tierra. Esta tenaz y precaria condición de la siembra apostólica actual, no sólo ha dejado cristianos en verdadera condición de inanición espiritual, sino, sin saber siquiera a qué bando o a dónde pertenecen.

Pues bien, sólo voy a tomar el tema en ciertos aspectos y después ustedes sacarán sus propias conclusiones.

- ¿Hacia dónde va nuestro cristianismo?

- ¿Hacia dónde va nuestra búsqueda?

- ¿Qué nos gustaría hacer para salir del tedio?

- ¿De qué modo o cómo es que llegamos a esta condición?

- ¿Estamos dispuestos a cambiar o simplemente nos acomoda no tener conflictos con nadie?

Ahora tampoco se trata de andar peleando como Testigo de Jehová con medio mundo, sin embargo, las técnicas de persuasión utilizadas por los propagadores de gozo, a quienes más ha traído contrariedades es a los propios seguidores de luminarias espirituales, de ello no hay duda, ellos, están demasiado cansados como para enfrentarse con Goliat y salir a dar la batalla cara a cara con el que nos quita el sueño. Pero ellos, de manera altanera y soberbia, dicen pertenecer a un ejército poderoso, que son los soldados de hoy, y una montonera de otras arengas más que no impiden que la maldad se detenga por unos momentos bajo este cielo que a veces se nos viene encima, ellos, los que han sido llamados a cantar alabanzas sin recibir un mísero rasguño por hacer de sus vidas, rutinarias y frágiles construcciones de sueños sin cumplir, allí se escudan, allí vierten la esperma de la esperanza y de la verdad que afuera, a los que se pierden, de mucho les serviría, proporcionando a la vida urbana y cotidiana, una increíble y poco consciente propuesta que no se interesa en los problemas reales de la gente.


Por ello es que desde hace tiempo que estoy alejado de algunas realidades “ESPIRITUALES”, por tratarse de burdas, carentes de imaginación para la reflexión y propagación de un mensaje extraordinario y lleno de elementos que pueden ofrecer a las personas, con y sin realidad de Cristo, toda una gama increíble de herramientas para enfrentar el día que nos toca vivir. Pero ello no ha sido motivo para alejarme de lo que a mí me interesa, llegar a otros con Cristo, ya sea a través del canto, de la poesía, de la reflexión, de la fotografía, de la pintura, de lo que sea. La Industria de la fe comercial no cree en estos procedimientos, pero yo, que estoy en práctica constante, sólo les puedo asegurar una sola cosa, La Iglesia duerme, duerme un sueño interminable, agotador, un sueño que no tiene principio ni fin, y que además, detiene la gran bendición del mensaje de salvación a la humanidad aún no redimida, aquí mismo, en nuestras ciudades, en Valparaíso, en Santiago, en Buenos Aires, en donde sea.



Pero si alguien, dentro de esta etérea y colosal realidad de imagenes compuestas, con aspiraciones serias a querer colaborar en esta obra de determinación y valor, decide abandonar la somnolencia de las alabanzas pre-establecidas y copias de una copia que ya era copia en el pasado, téngase presente una sola cosa, por simple cuestión de experiencia, que no será tan fácil, he llegado ha pensar incluso, que esta gesta, que ocurre dentro del hombre, sólo posee el gran mérito de que un día, porque Dios así lo quiso, fuimos capaces de darnos cuenta que estabamos en una condición de pobres, ciegos y desnudos por no conocer ni aceptar la verdad, y por supuesto, que nos hallabamos en el bando que no nos correspondía, de este modo, y desde ese mismo instante, ocurrió que la guerra fue declarada, los días entonces ya no iban a ser los mismos, nada sería igual, nada volvería a ser como antes, el estado de la guerra nos vuelve a veces inseguros, serpenteantes, alertas, todo puede afectarnos, por ello es que, antes de tomar cualquier decisión con la vida espiritual, yo recomiendo, a cualquier cristiano honesto y honrado, que piense primero, que saque sus cuentas, que medite en lo que tiene y no desea perder, de lo contrario, podría perderlo todo, y nuevamente Dios, con Su Evangelio y todas sus demandas, se podría volver en un terrible obstáculo para el que alguna vez, en una era pasada, festejó y celebró en medio de la desoladora noche de los tiempos que nos ha tocado vivir.