Thursday, September 01, 2016

TESTIFICAR A OTROS DE CRISTO.




Lentamente, caminando con paso seguro, mi vida va tomando ya la normalidad requerida para continuar con mis anhelos, con cada una de mis añoranzas en Dios, con mi silencioso trabajo de escribir canciones y de mis publicaciones en Internet, y no dejarme embaucar de ningún modo por un sistema que pasa por encima de todo y de todos. Nuestras frágiles resistencias a veces, no son lo suficientemente sólidas como para enfrentar estos poderosos tentáculos con que cuenta el sistema organizado para hacernos retroceder, o simplemente, para que silenciemos nuestras voces y dejemos de hacer en esta realidad, lo que tanto amamos por el Señor. Viviendo en medio de una realidad colapsada de erotismo espiritual, en donde tú, si no sientes con la piel, estás prácticamente perdido; en el fondo hay que dejar contento al predicador o al que dirige las alabanzas y no al Señor que está en nuestros corazones; también perdemos de vista a veces, el objetivo por el cual El Creador de todas las cosas, nos hizo un llamo alguna vez, y nosotros, siendo humildes a tal invitación, correspondimos y nos propusimos nunca en la vida desertar, nos pasa a todos, grandes y chicos, viejos y jóvenes, solo que algunos tenemos la hombría de reconocer que nos equivocamos.

Hoy día no está "de moda" el testimonio personal, es decir, hablarles a otro del Señor Jesucristo, más bien, recomendamos tal o cual músico cristiano, o a cambio, anotamos en un trozo de papel algún libro cristiano que alguna vez nos dejó una enseñanza. El testimoniar de Cristo a otros, debido a la amplia gama de predicadores, expositores, medios de comunicación todo el día, bien o mal difundiendo el mensaje del Señor, hace que nosotros creamos que todo ya está hecho, o lo que es peor, que no hay necesidad de que nosotros con nuestros modos, testifiquemos del Evangelio y de lo que El Señor Jesucristo hace en nuestras vidas. Esta masificación de medios intentando ganarse la atención de los hermanos, a mi modo de entender el problema, ha dañado enormemente la emisión del mensaje y por ende, la pausa que la gente necesita para comprenderlo, son muchos los canales con que contamos para emitir algún tipo de mensaje, está Internet, y dentro del Internet, muchas y variadas formas, la televisión, la radio, son muchos los conductos como para pensar que uno, desde su más humana y sencilla realidad, puede llegar a afectar la sociedad en que vivimos tan solo dando un testimonio personal de Cristo.

En este sentido, la masificación del mensaje, lamentablemente, no ha colaborado como decía antes, en la claridad para difundir el mensaje de la cruz, sino que por el contrario, lo ha complicado más, debido a que en muchos de los casos, la gente tiene muy claro que los costos para tales eventos, deberán ser cancelados por ellos mismos, lo cual, inevitablemente, produce en la gente que está al otra lado del medio, un agotamiento que daña aún más la imagen o la impresión que la gente, equivocadamente, tiene de un Ministerio o de la gente que trabajamos por fe al Señor detrás de uno de ellos. También, siendo sincero, se da el triste caso que, quienes ocupan estos medios, simplemente terminan compitiendo entre ellos por quien pueda tener la mejor atención de la gente que los escucha. El mensaje sigue siendo el dañado, el transporte de una reunión a medios como la radio, y deseo especificar, la radio, no así el Internet, porque es mucho más específico, limita el espectro, o el alcance que pueda tener la difusión del mensaje, se trata de gente que no tiene conocimientos del Evangelio, y más específicamente, del mensaje de Salvación o del plan Redentivo de Dios para con la humanidad, así que por lo tanto, creo que, en tal caso, deberíamos intentar dejar esos medios, no para competir entre uno u otro Ministerio, entre tal o cual agrupación, sino, a quienes necesariamente, poseen una buena educación y dicción, o mejor dicho, quienes se han capacitado, de tal modo que sepan cómo regularse cuando se encuentran detrás de un micrófono.

La realidad espiritual de La Iglesia, también tiene mucha responsabilidad en esto, debido a que ha centrado casi todo sus recursos y medios, en la asistencia de los hermanos a sus cultos, lo cual no está mal porque debemos congregarnos como dice La Escritura, pero, ese trabajo, el de los cultos, está diseñado específicamente, para que el creyente en particular, experimente crecimiento en su vida espiritual, sin embargo, muchos se justifican a través de esta asistencia a los cultos en los determinados templos, y no ejecutan ningún otro tipo de servicio al Señor durante los días de semana, es decir, ellos entienden o se les ha enseñado, que al participar de los cultos de día Domingo, la persona o el cristiano, ya está sirviendo a Dios. Es claro que la comprensión del servicio a Dios desde la perspectiva bíblica, es equívoca, porque entonces, esta inmensa cantidad de hermanos que servimos a Dios detrás de un Ministerio de fe, visto de la manera de las congregaciones, estaríamos prácticamente perdiendo el tiempo, y por lo tanto, la realidad Escritural que dice que nosotros somos TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO, Y QUE SOMOS SACERDOTES DE CRISTO, no corre simplemente, y en su defecto, deberíamos anular estos textos para afirmar toda nuestra vida espiritual, en los horarios y dogmas que cada congregación es capaz de crear con tal de mantener al cristiano finalmente, en algún tipo de actividad.

El testificar de Cristo a otras personas de manera personal, sigue siendo a mi modo de pensar, uno de los más importantes. Y digo esto porque, por Misericordia de Dios, son muchas las personas que a través de una conversación, de una palabra entregada en cualquier lugar, me ha permitido desde que me convertí al Él, traer a Cristo a muchas personas en este país. El trabajo personal en realidad de cada cristiano, se ve minimizado cuando quienes están detrás de la predicación profesional y de medios importantes, no toman en cuenta estas realidades, y dan a entender que solo ellos son los elegidos para tales trabajos. Error enorme que no deja a muchos hermanos, crecer y comprender la importancia que tiene el puro hecho de transmitir a otros, el mensaje de La Cruz, de manera personal, con un lenguaje autentico, y sin el alarde del cual se valen muchos para pregonar a veces, con mucho egoísmo, un mensaje que El Señor Jesucristo, fue capaz de llevar a tantas personas cuando los medios de comunicación, como los conocemos hoy día, no existían. El cristiano actual, no tiene excusas para evadir la tremenda responsabilidad que se cierne sobre su vida, en la medida que El Retorno de Cristo a este mundo, se hace tangible, el culto dominical, es una acción o dinámica espiritual necesaria para ofrecer a Dios, personas que ya se convirtieron al Señor Jesucristo, un servicio espiritual y de gratitud por diferentes motivos, pero en ningún caso podría pretender, el culto dominical, ocupar el lugar del Evangelismo por ejemplo, las personas que aún no han conocido al Señor a través de un convertimiento genuino, deben ser tratadas de manera personal por la Iglesia de Cristo, es decir, La Iglesia debe salir de su ostracismo e ir en procura de ellos para testificarles del Amor de Dios, y en tal circunstancia, es casi seguro que se va a encontrar con una experiencia enriquecedora que por su importancia, apoyará o confirmará el trabajo que desarrolla dentro del templo.


Cada cristiano es un soldado, un emisario de La Verdad de Dios, por ello puedo entender en mi persona, y disculpen que hable de mi caso, la cantidad enorme de recursos que El Señor ha dispuesto para mi recuperación de todo lo que me ha acontecido, puedo comprender el porqué de inmediato llegué a un hogar como en el que he estado y de la manera que he sido tratado, porque si bien, una infinidad de Ministros de Dios en este país, parecen no entender la importancia de nuestros MINISTERIOS, Dios sí lo tiene claro, y además, nos lo da a entender, lo cual implica que nuestras realidades espirituales y ministeriales, aunque frágiles, cumplen con propósitos determinados, y con itinerarios que Dios, en Su Inmensa Sabiduría, ha preparado desde mucho antes de la creación del mundo para que nosotros, luego de habernos convertido y aceptado el llamado de Dios, cumplamos a cabalidad con ellos. Por ello mismo es que no debemos amedrentarnos cuando un cantante VIP, hace uso del MOVISTART ARENA para cantar alabanzas a Dios, está más que claro que quienes ven El Evangelio del Señor Jesucristo de esa manera, poseen o tienen una forma absolutamente sesgada del Evangelio de La Cruz, y lejos de ellos está sacar almas del pecado y traerlas a La Verdad, por ello es que nuestro testificar a otros de Cristo es tan importante, por ello es que a Dios le significa tanto preparar a uno de nosotros para cumplir con estos programas. Nosotros, los que estamos detrás de un Ministerio de fe, sabemos cuánto cuesta servir a Dios de este modo, y aunque La Iglesia crea que lo que hacemos, no es importante para Dios ni para el desarrollo de los cristianos, debemos seguir con fuerza proclamando el mensaje de La Cruz donde sea y como sea, los tiempos apremian, el contexto en el cual nos estamos moviendo, nos habla de crisis económica y espirituales, la decadencia valórica de nuestras sociedades es evidente, por lo tanto, al tener claridad del mensaje que debemos dar, ello no implica que debamos recurrir a un canal de televisión o estar en un programa de radio para darlo a conocer, hasta donde entiendo el problema, basta con que uno comprenda lo que Dios desea que transmitamos, y luego elegir el modo, en mi caso, Dios me ha dado la oportunidad de escribir textos de canciones, poesía, y de publicar mis reflexiones en Internet, así que, desde mi perspectiva, no creo que Dios haya llamado a alguno de nosotros a servirle, sin proporcionarnos las herramientas para ejecutar el trabajo, eso no existe en Dios, Él siempre está preocupado de nuestros problemas y necesidades, ni siquiera la enfermedad que me afecta ha sido impedimento para que en mi forma, pueda propagar el mensaje que Él me ha dado con tanto Amor, en cualquier lugar y tiempo que yo crea es importante, es decir, en cualquier momento.