Tuesday, October 20, 2015

El costo de llevar vidas proféticas.





Bueno, aquí estamos de nuevo, caminando con Dios, como Enoc, como aquellos que no renunciaron a sus principios y vieron la gloria que les esperaba, mucho más allá del tiempo y del espacio que les tocó vivir, intentando transmigrar en La Voluntad de un Dios incomparable, inmutable, a veces incomprensible para nuestras limitadas razones y formas de pensar, pero que sin embargo, gracias a una enorme misericordia con la cual Él nos ha rodeado, podemos acercarnos confiadamente a Su Persona. De todas estas cosas Dios ha querido circundar mi existencia en este tiempo, me ha permitido pasar por pruebas casi insufribles, no obstante, aferrado a Su Preciosa misericordia, no solo he podido salir victorioso en muchos sentidos de cada una de ellas, sino que además, fortalecer mi fe en Él, lo cual se traduce a una mayor fidelidad a Su propia Persona y por supuesto, servir de una manera especial a quienes tanto necesitan hoy día de Su Amor y de sus valiosos cuidados.

Es claro que los tiempos que hoy vivimos, indican a todos los vientos que nuestro Salvador ya se aproxima, por lo tanto, nuestra esperanza tiene sus días contados, pronto, muy pronto Él aparecerá y tomará a los suyos, nos llevará en un viaje sin igual a recorrer el universo, sin quemar un solo galón de petróleo, solo con la fuerza de sus alas poderosas, así nos tomará y saldremos al fin de este convulsionado mundo, mientras, en la tierra, el caos será absoluto, tan así que los grandes templos en los cuales se ha invertido millones y millones de pesos y dólares por todo el mundo, no tendrán sentido alguno, habrá culminado el proceso de la Gracia para los gentiles y desde luego, el panorama no se viene fácil, de ningún modo. Toda esta casta de millonarios que ha producido la alabanza profesional de la Prosperidad y sus predicadores, se ahogarán en llanto, al igual que Esaú, por haber omitido los valores trascendentales del cristianismo en sus formas de vivir y de compartir la fe del Señor Jesucristo, las riquezas materiales con las cuales nutrieron sus miserables realidades, de nada servirán, todo aquello servirá como causal en su contra, porque La Palabra de Dios, en todas sus direcciones Éticas y morales, indicaban que un Ministro de Dios, debía vivir en austeridad, jamás jactarse de lo que tiene o de lo que Dios en su misericordia le ha dado. En ese momento, cuando el Espíritu Santo se haya retirado para dar lugar a uno de los momentos más angustiantes por los cuales deberá pasar la humanidad, incluida la realidad actual de La Iglesia en Apostasía, un cantidad de enormes y muy dramáticos hechos tomarán el control de la vida sobre este planeta, es decir, lo que hoy día estamos viendo que sucede con el clima y todos los desastres naturales acontecidos en todo el mundo, son solo una breve y muy clarificadora demostración de lo que sucederá con el planeta en esos terribles días.

Pues bien, clarificar más el plano profético nos ayudará a confiar aún más en nuestro Dios, porque a pesar de nuestras fuertes controversias, ha ahondado en nuestras almas, el fuerte anhelo de Su añorado Retorno, desde luego que es así, basta solo con mirar las condiciones en que el cristianismo actual se encuentra como para pensar que lo escrito hace miles de años atrás, era verdad, por lo tanto, nos queda aún mucho trabajo de por medio, mucho sacrificio aún por desplegar en pro de una fe que los propios cristianos han denostado a un nivel incomparable en la historia, porque La Apostasía en la que vivimos, ya no solo nos habla de un acto indiferente hacia los valores supremos de nuestra fe, sino que además, de cómo el cristianismo actual se igualó con un sistema en el cual los seres humanos, ya no valen por lo que son o significan para Dios, sino que, habiendo distorsionado el valor y la importancia de Las Escrituras, han ofrecido a la gente sin realidad de Dios en este mundo, una idea errada de Un Dios que no tiene comparación alguna con el dios que ellos han producido en su monumental búsqueda del placer y del poder que les puede otorgar esa clase de experiencia. Así que no se trata solo de un desliz desde el punto de vista de la doctrina nada más, sino, de un modo de vida en el que el materialismo, el amor por el dinero, por el placer y muchas otras cosas más, se apropiaron de los cristianos en cuestión, otorgando a este sistema, todo tipo de indulgencias en lo referente a la vida valorica y profética, es decir, con el estilo de vida adoptado gracias a los deslices de la Prosperidad, La Iglesia de Cristo en su caída, permitió que el cristianismo no ofreciera ninguna clase de oposición cuando, uno de los más importantes roles que debió cumplir en el proceso de la esperanza del Retorno de Cristo a este mundo, fue precisamente este, resistir hasta la muerte contra los ofrecimientos del sistema corrupto, a lo cual, inevitablemente, La Iglesia vendida al sistema, no pudo con semejante prueba.

La suerte que habrán de correr todos estos servidores de la arrogancia entonces, está dictaminada por la propia Palabra de Dios, aunque nos denosten, aunque quieran ignorar el valor de nuestras palabras, el caso es que el cristianismo debe su realidad a una histórica confrontación entre el bien y el mal, es decir, entre Cristo y satanás, para lo cual, la historia y profecía que desarrolló Israel en el acontecer de toda su historia, debió haber servido para frenar esta lujuriosa propuesta de una forma de cristianismo decadente como es La Prosperidad. Lamentablemente, ellos no aceptaron la corrección que venía del Señor a través de sus siervos, al igual que Israel, al contrario, el arraigo y el poder embaucador del dinero, por el cual según El Apóstol Pablo ya en su tiempo muchas almas se perdieron, se convirtieron, en sus mentes cauterizadas, en razones para ir en pos de la fama mundana, en cualquiera de sus caracteres, probando que La escritura, en su espíritu y letra, no mienten cuando dictaminan que la Iglesia apóstata tendrá que pasar por La Gran Tribulación. No somos nosotros los embaucadores entonces, tampoco hemos levantado ningún tipo de calumnia al respecto, decir la verdad para mí, que llevo todos estos años declarando a través de mis escritos, mis canciones, mi forma de vida, es la manera en que Dios ha querido confrontar a estos duros oponentes del verdadero espíritu que movió a los Apóstoles de Cristo en un tiempo en donde las cosas en relación a la vanidad y al amor por lo material, simplemente no existía, y cuando por alguna razón alguien se desviaba, Dios, utilizando a sus instrumentos corregía. Pero como lo he venido planteando a través de todo este duro y dificultoso viaje, ellos no aceptaron corrección alguna, no oyeron al que Dios enviaba para anunciarles que Él está dispuesto siempre a perdonar el pecado del hombre, por el contrario, en sus obstinados corazones, solo hubo lugar para la soberbia y la arrogancia, permitiendo de este modo que La Palabra de Dios, se cumpla a cabalidad en todos sus aspectos, tanto morales como éticos, proféticos, y que por esta simple razón, nuestros ministerios en este tiempo, cobren una profunda y significativa importancia a la hora de evaluar el tiempo o el contexto en el cual La Iglesia de Cristo se encuentra antes de Su Venida.        


No estoy solo, jamás he sentido que yo solo peleo esta batalla, para endurecerme y enfrentar los desafíos de la fe que me ha correspondido defender en este siglo, he tomado como experiencia la fe de otros grandes y enigmáticos hombres de Dios, hombres que con su tenacidad dejaron para la posteridad un incomparable legado de valor y de amor por la causa de nuestra fe. Entre ellos siempre habrán de resaltar la vida de los Profetas y patriarcas, la fe de aquellos casi extintos hombres que con sus valiosas vidas fueron capaces de sobreponerse al dolor del EXILIO, de la indiferencia o la dureza con que fueron tratados mientras declaraban al pueblo la verdad inigualable de Dios. De ellos aprendí que esta inversión que he hecho de mi vida en Dios, algún día será recompensada, de manera muy diferente a como estos grandes exponentes de la avaricia espiritual y material que produjo esta forma de cristianismo, han logrado capitalizar en este mundo sus ganancias. “Porque el Reino de Dios no consiste en comida ni bebida, sino en justicia, paz y gozo en El espíritu Santo.” Romanos 14 : 17 De tal modo que estoy añorando Su Retorno, sé que Dios guardará a cada uno de sus hijos de todas las cosas que habrán de acontecer, para que nosotros también podamos gozarnos algún día, mucho más allá de todas nuestras dolencias y enfermedades, distantes de todo el mal que nos hizo tanto daño mientras permanecíamos en este mundo, lejanos del pecado, de cualquier forma de pecado. Por ello es que aguardo pacientemente Su Regreso, sabiendo que todo lo que hoy día está sucediendo, solo anuncian una cosa, que nuestra esperanza ya se cumplirá, a cabalidad, Cristo regresa por su pueblo, ¿nos queremos de verdad ir con Él, o no añoramos su regreso? Para mí ya todo se habrá de cumplir en su totalidad, mientras, animo a quienes aman al Señor de verdad, sobre todo a quienes no dejaron que sus vidas fueran llevadas por cualquier tipo de viento de doctrina, sino que amando al Señor, se guarecieron en Su Amor, a ellos, mi cariño, mi confianza, y por supuesto, una inquebrantable acción de fe y fidelidad a este humilde Ministerio que ustedes, gracias al cariño con que me han tratado, si Dios así lo quiere, permanecerá en pié hasta el día de Su Bendito Regreso.