Tuesday, June 26, 2012

Las verdaderas lacras que corroen a nuestra sociedad.
















Pero existe un pueblo que ha sido guardado completamente por Dios para este tiempo, para no creer en la basura que nos ofrece la dictadura de la vida espiritual actual, se trata de un pueblo que añora Su Retorno, un pueblo que no se cansa de clamar:

 ¡Ven Señor, sí Señor, ven pronto!

Esta realidad, invisible para los materialistas constructores de la desidia de la prosperidad, no está de acuerdo con los parámetros miserables de los dictadores de las tinieblas, para nada, ellos han comprendido que el haber concordado con semejantes parásitos, era simplemente, desviarse del gran Propósito que nos ha de llevar al punto que deberemos por misericordia pronto alcanzar, porque es claro que todos queremos irnos con el Señor, al menos eso nos une en este trabajo, otra cosa no es posible, no obstante, es claro que La Iglesia verdadera de Cristo, la manada pequeña, el rebaño de Dios, no la institucional, la vendida al sistema, la prostituta, deberá cumplir con ciertas cosas antes de que ocurra todo lo que La Palabra ha descrito como La Segunda Venida del Señor.

Pues bien, los detractores actuales de la verdad proclamada siglos atrás por los santos hombres de Dios, sean estos profetas, apóstoles, o cualquier otro medio, no desean que el pueblo ignorante sepa lo que La Palabra dice al respecto, por nada del mundo, la base con la cual han construido su enorme y deplorable industria, como Witt y toda su casta de explotadores, no debe debilitarse ni menos permitir que la cristiandad toda, ponga en la conciencia del cristiano abyecto, esta clase de reflexión, así que las grandes interrogantes de la existencias quedan prácticamente fuera de contexto, como por ejemplo:

¿Cómo es que un supuesto seguidor del Señor Jesucristo puede amasar y hasta jactarse de poseer una fortuna tan grande?

¿A qué se debe desertar para concebir la vida espiritual de esta manera?

¿Cómo separar en tal caso la vida del espíritu con la de la carne?

¿Qué es más importante, ganar millones o salvar almas?

Y si para salvar almas hay que tener toda esa millonada, entonces, ¿qué hacemos nosotros en el mundo de la fe?

¿Qué hacen los hermanos que nada tienen?

Cristo, sin duda, el bíblico, no el inventado por estos farsantes, no hizo jamás un llamado a convertir el servicio a Dios a una mera demostración de indiferencia y de poder que solo puede ofrecer la maquinaria del materialismo y el consumismo que hoy día maneja con total éxito, el mismísimo príncipe de las tinieblas, al cual, con mucho cariño sirve este pedante de la fe mortuoria de la prosperidad. Pablo, el Apóstol de verdad, el sufrido, el probado, el varón de dolores, el experimentado en quebranto, el que describe La Escritura, sin duda que se muere al verlos, porque si él discutió y enfrentó al mismísimo Apóstol Pedro por una cuestión puramente doctrinal, y además en público, ¿qué cosas diría si viera a estos delincuentes de la vida espiritual VIP y acomodada de la actualidad, jactándose de ganar millones a costa del mensaje bíblico? No hay que ser tan profundo para entenderlo, ni tampoco tan espiritual como para percibirlo, aún así, es claro que esta forma de evangelio que nos ofrecen con todos sus libros, música y predicadores por mil los representantes de la soberbia espiritual, solo viene a confirmar una vez más, que no estamos a salvo de nada, que toda vez que se ignora desde un pulpito el profundo error en el cual han incurrido todos estos seudo-ministros de Dios, lo que estamos haciendo es simplemente permitir, sí, permitir que ellos sigan dañando aún más las ya dañadas realidades espirituales que pretenden con muchos esfuerzo y tenacidad sobrevivir.

Pero los Judas y los cobardes no están fuera de toda esta cuestión, ellos, con su silencio y permisividad, son los que protegen a estas verdaderas lacras de la sociedad, a estos siniestros parásitos que se nutren de la ignorancia y porquería que el pueblo mismo permite con su somnolencia, porque los grandes hombres de Dios ya lo habían anunciado, mucho antes, muchos siglos atrás, sin embargo, ellos no creyeron, prefirieron evadir el gran tema ético que planteaba ya, en ese tiempo, el controversial e implícito contenido de Su Palabra. Por ello mismo, hablar hoy día en el Nombre de La Palabra de Dios, ya no representa absolutamente nada, nada para los que juran de rodillas que Cristo está de acuerdo con una manera semejante de adquirir bienes en este mundo, porque de eso se trata el comercio de Witt y de toda esa farsa llamada “evangelio de la Prosperidad”, que no es otra cosa que la mentira mejor y más protegida por el cristianismo actual para que estos mediadores de las tinieblas, ayuden a establecer finalmente, aquél enorme imperio que el anticristo utilizará para gobernar las conciencias religiosas de millones de personas en el mundo entero. En tal caso, señor Witt, y toda su manga de vagos, yo no estaría tan seguro detrás de todos esos millones, recuerde usted que la polilla y el hollín corroen en este mundo, y lo dijo el Señor Jesucristo, y usted, como buen cristiano, no debería pasar por alto aquello, aún así, sepa usted, su señoría, que ni el mismísimo Salomón cayó en la predicación de austeridad que sentó como base de Su Reino el creador del Evangelio del que usted dice ser su más fiel representante, por ello es que su última entrevista en la CNN me pareció la vergüenza misma, el vacío valórico más abyecto y absoluto, y me alegro profundamente que ya no estés en el Evangelio verdadero, si es que alguna vez lo estuviste, porque si así fuera, créeme zorra, yo no estaría en el Evangelio, haría cualquier otra cosa para ayudar a los hombres a salir de sus dolores y esclavitudes, pero como jamás he escuchado que en una de esas periferias espirituales que yo siempre visito, hayas puesto tus mugrosos pies; porque cualquiera de esos oscuros y tétricos lugares es más santo que una de las alcobas en donde guardas tus millones; me siento bien de ser lo que soy, de ser ignorado por todas ustedes bacterias de la sociedad, recuerda que Cristo también fue ignorado por la mayoría, no obstante, es claro que tú le has sabido sacar suculentos réditos a Su valiosa Persona, aún así, Él no está tan lejos de todos nosotros, ¿y sabes por qué suciedad? Por una razón muy simple, porque para nosotros la vida valórica aún existe, porque me llenaría de vergüenza saber que el Nombre de mi Salvador ha sido pisoteado por otros por causa de mi forma de actuar, cosa que en tu perra vida, con permiso de los perros, no cuenta para nada.

Las lacras por lo tanto, son producto de la misma realidad que vive la cristiandad apócrifa, los majaderos existen, y por lo tanto, la majadería con ellos, yo no puedo negar que a veces me falta, y por decirlo, soy malinterpretado, pero no crean que cuando digo que la plata me falta, Dios hace aparecer millones para que finalmente no quede con cifras en contra para enfrentar el mes que viene, de ningún modo, me cuesta lo mismo que a todos ustedes ganarme el pan, por ello es que no tengo pelos en la lengua para gastarme unas cuantas palabras en éste, mi trabajo virtual, para denostar y desenmascarar una vez más, no sólo a estas garrapatas espirituales, sino que también, a todos estos cobardes que gracias al silencio con que impunemente han actuado frente a esta ralea espiritual, muchos buenos hermanos y ministerios muy humildes se han quedado absolutamente sin nada. Por estos cobardes y temerosos entonces, supuestos servidores de Cristo, es que el evangelio está donde está, nosotros, limitados porque carecemos de medios para realizar los proyectos que necesitamos dar a conocer a un cristianismo pusilánime y mediocre como el actual, mientras, a ellos les faltan los dedos para contar los dólares y millones que los mismos cristianos les regalan para que sus conciencias se mantengan intactas y sin ninguna clase de sobresaltos. El hombre verdadero de Dios en tanto, nunca estará en silencio, yo los he visto, en muchos lugares, en muchas partes de mi país, ellos no van a permitir que la mentira les dificulte en algo todo lo que sienten y creen del Señor, al contrario, ellos, en una actitud varonil y valiente, no solo están renunciando al sistema como ente precursor y sustentador de la fe, sino que además, pretenden aguardar la venida de nuestro Señor desde sus mismo hogares, más bíblico no puede ser, más profético, ¿dónde?

Así que, a pesar de todo el cansancio acumulado, a pesar estar viviendo las negligencias propias de una realidad sesgada para comprender el valor de una vida ministerial, a pesar de la enfermedad que destruye en mil pedazos mi precaria subsistencia, yo, Florencio Navarro, me encuentro sometido a Cristo, así que nunca digan que no pertenezco a nada, pertenezco a Dios y eso es suficiente, porque ÉL es la Cabeza, porque sin Él, nada podremos hacer, sin Él, estaríamos simplemente perdidos, como todos estos profesionales de la fe que hoy día llenan el mundo de la fe, extraviados en este mundo como ciegos sin saber a dónde ni cómo ir, y un hijo de Dios, un verdadero hijo de Dios, no puede sufrir esta clase de enfermedades, ello, no está determinado para hombres llenos del Espíritu Santo, al contrario, hemos sido llamados a ser luz para este mundo, aunque a muchos cobardes les importe un carajo todo el daño que estas parias han producido en el corazón del cristianismo. Aquí estaremos entonces, no para desertar, sino, para declarar una vez más Su bendita Palabra, tal como es, sin pigmentos, sin arreboles, limpia y pura como hubiese querido nuestro salvador que así fuera, por ello es que perseveramos entonces, por ello es que no nos cansaremos de decir:

 ¡Señor, ven pronto, sí Señor, pronto!     


¡EN CHILE, CADA 40 MINUTOS SE ABUSA SEXUALMENTE DE UN NIÑO! 

Friday, June 22, 2012

Los frutos que Dios espera de nosotros.










Porque junto con llegar los tiempos malos, vamos adquiriendo o siendo blancos indirectos de todas sus maléficas influencias, a pesar de Cristo, a pesar de los pesares, vivimos en medio de un mundo castigado por el dolor y las enfermedades, y allí, entre esas solidas realidades confrontándonos, vamos lentamente dando forma a nuestras vidas, intentando generar a veces, con presupuestos minúsculos y precarios, todo un sistema de vida que nos permita al menos respirar con tranquilidad, porque parece ser que solo de eso se trata la vida, incluso la de un hijo de Dios, de sobrevivir, de subsistir, a como dé lugar, de intentar no ser alcanzado por las deudas y tener en el momento exacto, el esquivo presupuesto para poder comprar el medicamento para nuestros hijos cuando se enferman.

Es doloroso entender que todo llega hasta allí, que a pesar de la fidelidad que uno le guarde a Dios, siempre terminará siendo blanco de las tribulaciones propias que le corresponde a este sistema, no hay manera de desertar, o sobrevives o te mueres, así de fuerte, y luego tienes la oportunidad de verlos enarbolando alabanzas a Dios como si todo esto se tratara de algo que solo nos ocurre a nosotros, a nadie más, y que además, por ser lo que somos, somos castigados sin compasión por un Dios que no distingue lo que es la prueba del castigo. ¿Para qué sirve entonces la religión, si uno siempre es el que resulta cuestionado? ¿Para qué vivir de este modo, sobrellevando semejante carga? El Señor dijo que no pondría más carga sobre nuestros lomos que las pudiéramos llevar, no obstante, eso ya quedó obsoleto, por lo menos en nuestra realidad, porque todo es insuficiente a la hora de mirar con tranquilidad la vida, como hijo de Dios, uno siente que la vida se te viene encima, que no serás capaz de sobrellevarlo todo, y cómo no, si no para, si no se detiene.

Pero a muchos cristianos no les gusta que uno, como hijo de Dios, como Ministro del Evangelio, termine declarando que la vida de fe es demasiado costosa, que creerle a Dios tiene su precio. ¡Y vaya que sí lo tiene! Otros entienden que quejarse es un síntoma de incredulidad, que a todo uno debe decir que si no más, nada debe reflexionarlo ni cuestionarlo, que los Job, no son necesarios ahora que la doctrina de la Prosperidad amasa su fortuna a partir de las experiencias espirituales miserables con que pretenden evadir el gran tema ético de la verdad para nuestros días. Yo no soy de los que guardan silencio con esta clase de problemas, más si mi vida no transcurre con enormes cantidades de dinero, pero, si Dios realmente hiciera su pega en el campo de la sanidad, muchas de nuestras bendiciones, materiales por lo menos, no terminarían en los bolsillos de las grandes empresas comerciales que manejan las ganancias ocasionadas por nuestros dramas de salud. Entonces, de ser el nuestro un problema puramente humano, pasa a convertirse en algo espiritual y ético, justo los elementos que dan forma a la queja profética.

¡He aquí un profeta entonces!

¿Cómo podríamos cantar con gozo a Dios si nuestros cuerpos no resisten más? ¿Quién es el que pone el yugo, Dios, o el sistema?

Los grandes temas que el cristianismo actual debió haber tocado, no se encuentran en las cientos y miles de predicaciones que se han dicho desde los más sesgados escaparates por donde habitualmente se predica el Evangelio, y digo sesgado porque, inútilmente el problema humano y social que se debe sobrellevar por el puro hecho de ser un hijo de Dios dentro de este sistema, no tiene lugar dentro de la retórica habitual de los predicadores de moda, todo pasa por la vida del espíritu, nada tiene como motivación mejorar la situación del prójimo, del hermano que padece, del que vive con pocos cobres y debe hacer lo inimaginable para sacar adelante la gran prueba de sobrevivir, allí estamos muchos detenidos, allí estamos confiando siempre, aguardando el milagro, no obstante, no estamos sin reflexión, no señores, porque el cristianismo absurdo de la mezquindad, no va a impedir que nuestros labios puedan declarar lo que ni el mismo Dios del cielo ha podido, a pesar de todos estos grandes obstáculos morales de por medio, la verdad queridos hermanos, no tiene remedio, muchos no entendemos cuando una prueba del Señor termina para convertirse en castigo, muchos no entendemos la diferencia, pero allí, de inmediato, aparecen los moralistas para demonizarte, para poner en duda de que tú te has recibido el universidad de la vida como experto economista, y ya has comprendido que algo huele muy mal, sobre todo en lo que se refiere a la repartición, en la distribución, si los pastores y hombres de Dios de mi país nada tienen que decir cuando los Senadores y Diputados se reparten las ganancias a vista de las grandes tempestades que arrecian la realidad social y económica de nuestra nación, la cual va dejando en el camino una estela enorme de desempleados y gente sin herramientas para subsistir, entonces los religiosos de mi patria, o están de acuerdo con la INIQUIDAD, o simplemente les importa un carajo que nosotros, como hijos de Dios, a veces ni tengamos para los medicamentos.

Pues bien, una religión asistida por esta clase de profetas, nada tiene en común con la verdad de Cristo, sí porque Cristo fue un valiente, por supuesto que sí, uno que se atrevió a denunciar a todos los sinvergüenzas de su tiempo, que no hizo una pega menor que la de aquellos viejos paradigmas de la fe antiguo-testamentaria, y que por jugársela por los que sufren, terminó siendo crucificado, así es, no por otra cosa, porque la doctrina de la prosperidad no es original de estos maestros de la miseria actual, por supuesto que no, es parte del desarrollo de la llamada vida espiritual de los pueblos, en especial del pueblo de Israel, no podemos hacer como si la historia no existiera, de ningún modo, las razones que llevaron a la división del Reino de Israel están claramente establecidas en la propia Palabra de Dios, no hay dos lecturas al respecto, los abusadores religiosos, es decir, las castas sacerdotales y todo el enjambre religioso existente, son culpables de que los pobres y los necesitados quedaran prácticamente marginados de las bendiciones de Dios, las tierras y la vida plenipotenciaria que ofrecía el sistema, no es otra cosa que el desinterés de los poderosos por los necesitados y de cómo ellos, al tomar el control de la religión en todos sus aspectos, fueron los culpables del derrocamiento de la gran nación construida por Dios, de otro modo Dios no envía profetas, se queda callado, no advierte, no opina, contrariamente Dios, desde mucho antes del derrocamiento del Reino, 100, 200 años antes, ya lo había dicho, el Reino sería quebrantado y dividido y otros vendrían a tomar control de la nación.

Y así sucedió, todos conocemos la historia, Israel prácticamente jamás logró unificarse y tener territorio propio, solo hasta el siglo pasado, y con grandes problemáticas geopolíticas, no obstante, queridos hermanos, Dios no se olvidó de su pueblo, Dios ah sido con él y seguirá estándolo hasta el día de Su Venida, esa es una completa realidad, inobjetable, el Apóstol Pablo habla de tribulaciones momentáneas, seguramente eso es nada más, pronto veremos Su Rostro, pronto seremos testigos de Su Retorno Glorioso, ¡y sí que lo veremos! Por ello mismo hermanos:

7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; 9 perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. 10 Dondequiera que vamos, llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos, 11 pues nosotros, que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.

13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: «Creí, por lo cual hablé», nosotros también creemos, por lo cual también hablamos. 14 Y sabemos que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15 Todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

16 Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día, 17 pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
                                                                           (l Corintios 3)

Así que, fortalezcámonos en el poder de Su fuerza, y con toda el alma, ayudemos a quienes podamos, en especial a los de la fe, solo así lograremos que lo hecho por Dios, los profetas y los apóstoles del Señor, produzcan finalmente el fruto que todos esperamos.

Wednesday, June 06, 2012

La bofetada de la realidad.



Porque todos los que ejercemos algún tipo de don o talento en esta vida, somos diferentes, distintos a la inmensa mayoría, no percibimos las cosas como las perciben los demás, vivimos de manera diferente, porque cuando a los demás les importa el qué dirán, a nosotros ello nos tiene sin cuidado, de ahí que la realidad nos sirva para desarrollar todo el potencial creativo que Dios nos ha dado, por lo tanto, pretender que comprendamos la fe tal y cual la están entendiendo todos, es una completa equivocación, un error que a diario impide que seamos aceptados como personas diferentes, lo que de inmediato me hace pensar en la enorme segregación que sufrimos desde siempre por esta sola causa, porque no solo no logran comprender jamás que un artista vive y siente de otra forma, sino que además, por razón de estas misma incomprensión, te obligan a pensar como ellos, a desenvolverte con todas esas enormes culpas que hacen de sus vidas, tediosas tragedias imposibles de llevar.

De tal modo, me cuesta mucho ver a Dios como lo ven muchas de las personas que se jactan de ser mediadores de su poder, por esa misma razón es que no necesito leer a ningún escritor gringo para entender qué quiere Dios de mi vida, es suficiente con que sepa que Él, a pesar de Su inmenso poder, me ignora o me escucha cuando yo le hablo, no resisto a esos energúmenos predicadores histéricos que utilizan la culpa para enseñar o exponer algún aspecto de La Palabra de Dios, no señores, todo ello me parece enfermizo, neurótico, Dios, para estas personas, nunca tiene ningún tipo de responsabilidad en lo que nos ocurre, siempre culpan al hombre, aunque el Todopoderoso, el Omnisciente, el Omnipresente sea Él y no nosotros, por lo tanto, Dios tiene mucha más responsabilidad con lo que nos ocurre en nuestras vidas que el pobre entendimiento con que contamos para subsistir mientras vivimos en este mundo. Pero este tipo de reflexión no la desean los señores predicadores o los defensores de la fe actual, para ellos, es más fácil continuar con la culpa, a ellos, que están armados hasta los dientes contra el reflexivo honesto, les importa un carajo si te pasas toda la vida pidiéndole a Dios algo que Él te ha prometido y por lo cual jamás recibes de Él ni siquiera una explicación, por supuesto que no, es mejor humillar al hombre para dejar mejor parado a Dios, eso los hace más hombres, mucho más fieles, aunque nunca te explican el por qué tú y tus hijos pasan de enfermedad en enfermedad cuando La Palabra dice que ninguna plaga tocará tu morada.

Si yo juntase todo lo que he gastado solo en médicos y remedios en esta vida, ténganlo por seguro, otra sería mi circunstancia, no obstante, para los perfeccionistas y puristas de la fe cristiana, uno es el culpable, todo ocurre porque uno es el malo, Dios nunca tiene el deber entonces de guardarte, de protegerte para que ello no acontezca, en tal condición, ¿de qué sirve ser cristiano? O por lo menos, ¿de qué sirve ser cristiano pensando de esta forma? De nada, absolutamente, yo no creo en la culpa, no creo que todo sea porque has cometido algún tipo de error en tu vida, por cierto que no, y no se trata de enjuiciar a Dios, no para nada, solo que alguna vez deberemos asumir nuestra humanidad en toda su dimensión y entender que las cosas a veces simplemente ocurren porque sí no más, pensar que Dios no es capaz de sanarte cuando más lo necesitas, es una locura, no obstante, sí creo que Dios, si no te sana, es porque no lo quiere nada más, le es mucho más fácil no hacerlo, pero si lo quieres defender, dirás que siempre tú eres el que tiene la culpa, al que le falta la fe, el que todavía no es capaz de entender el propósito de Dios, aunque te hayas pasado gran parte de tu vida contándole a otros lo que Jesús ha hecho con tu vida desde el momento en que le aceptaste en tu corazón, no, ello no tiene valor, de manera que prefieren verte hundido en tus dramas para decir, “no ven, teníamos razón”.

Por supuesto que una persona como yo no ve a Dios de este particular modo, yo tengo otras medidas para comprender las cosas, tal vez más humanas y no tan espirituales como la inmensa mayoría de hipócritas que produce la cristiandad actual, yo no idolatro a Dios, amo a Dios y creo en Él, pero idolatrarlo no, no me permito creer y aceptarlo de ese modo, por ello es que no siempre le encuentro razón a sus métodos, porque pienso, ¿cómo es que Dios, que nos ama tanto, no es capaz de comprender que nuestras limitaciones y necesidades son inmensas en esta vida, y que por mucho que sea etérea y maravillosa la vida en el más allá, uno desea que por lo menos, un poquito de su justicia, pudiésemos tener la oportunidad de ver en esta vida? Pero uno se puede pasar toda una existencia esperando que así suceda y finalmente ello no llega, te debes morder la rabia todos los días y en cada momento, porque ves que a pesar de todo el esfuerzo que haces a diario para subsistir, ello no te alcanza, ni siquiera para soñar, así que, como ven, difícilmente podrías pensar como piensan los cristianos de hoy, si uno piensa en Job y en sus pruebas, la conclusión es fácil, Dios, a pesar de todo el dolor de la prueba a que expuso a ese pequeño hombrecito, Él fue quien financió la prueba, de otro modo, no habría prueba y por lo tanto, tampoco existiría el libro, porque es necesario que exista esa parte que repone lo que se pierde, lo que nos falta para sentir que existe algo de justicia verdadera en este mundo desahuciado y perverso.

Está claro para mi entonces, que los santos, son hombres que se dieron cuenta a tiempo que la justicia no existe, que es mejor ignorar todo aquello para ir en busca del bien mayor, se trata de una forma de deserción que yo no entiendo, porque por nada del mundo deseo ser un “santo”, desde luego que no, no lo deseo, yo solo quiero vivir la dimensión de mi propia existencia, más carga no podría sobrellevar, y quienes acostumbran a colocar más carga sobre las espaldas de otros seres humanos, ustedes ya saben como se llaman. El santo por lo tanto, debe olvidar que hay que pagar cuentas de luz, de agua, de teléfono, o mejor dicho, ¿cómo se puede ser santo teniendo tantas responsabilidades que cumplir a diario? Imposible, es injusto siquiera intentar pensar en separar las cosas de tal modo que quedemos impermeabilizados, como los monjes en sus vidas monásticas, de responsabilidades como las antes nombrada, yo amo la vida teniendo todas las negaciones que tiene, no conozco otra clase de vida, no he tenido la oportunidad siquiera alguna vez de ser dueño de algo, por lo tanto, no entiendo el concepto de propiedad, por ello trabajo con mis manos, por ello es que no duermo pensando en lo que voy a hacer el día de mañana para pagar mis pocas deudas, en ello consiste mi vida, en ese contexto es que desarrollo mi fe, y por lo tanto, aquí no tienen cabida los pordioseros de la prosperidad o los cantantes de música cristiana de derecha, no señores, por ello escribo mis propias canciones, por ello es que escribo mis propios libros de poesía, porque me parece mucho más interesante crear que esperar que otros me digan cómo está pensando Dios en este día, eso lo encuentro hasta cobarde, uno debe ser capaz de asumirse honesto, real, una persona en toda la dimensión de la palabra, por lo tanto, en el campo espiritual, ejerciendo todos los derechos que como a hijos de Dios nos corresponde, aunque nadie desee ponerle el cascabel al gato, aunque para muchos todavía nosotros representemos nada, lo importante es el valor con que uno enfrenta el porvenir y el día a día.

Yo no sé realmente con cuanto vivimos, de verdad que no lo sé, tal vez si lo supiera, me daría cuenta que nuestra familia es producto de un extraordinario milagro, no obstante, he aprendido a creer en las promesas de Dios, a esperar en Él, no todo tiene que ocurrir cuando uno lo desea, existen los procesos, y por lo tanto, Dios, aunque se tarde toda la vida en contestar a tu oración, en algún momento lo hará, así que hay que estar preparado para ese momento, uno no sabe, puede que nos sorprenda, tal como lo está haciendo en este instante con mi salud, sin embargo, aún necesito muchas cosas más para que creer que mi vida puede ser un poquito más justa de lo que uno piensa, porque si solo esperamos ver la justicia cuando estemos con Él, entonces, Dios no necesita de nuestras convicciones en Él, contrariamente, a Él le basta que nuestra fe sea ciega, lo demás, es solo cuestión de personas, de carne y huesos, y Él, no lo olvidemos, Él es Espíritu.

Sunday, June 03, 2012

El precio de crear en Chile.


Ellos no quieren ni desean que un cristiano como tú, o como yo, reflexione su fe, por nada del mundo, nos quieren mudos, insípidos, tan estúpidos como para creer en todas las porquerías que nos ofrece la avanzada de la prosperidad y todas sus perversas hijastras, es claro además, no desean que demos a conocer todas las honestas conclusiones a las que puede llegar la reflexión de un hijo de Dios totalmente desprendido de toda maniobra religiosa y procaz que divulgan y sustentan los mercaderes de la fe actual, es peligroso pensar, es peligroso poner adelante a alguien con esta clase de ideas, de manera que en medio de un sistema como este, solo se puede aspirar a repetir, con toda la fuerza del alma, todo lo que “otros” enviados de Dios son capaces de decir, nunca, pero nunca jamás algo que pueda haber tenido su origen en la búsqueda honesta y frenética de un corazón que no se doblega ante lo predecible de este sistema religioso y económico mundial, para ello no hay posibilidad alguna, claro que no, no es posible ni siquiera una pequeña oportunidad en sus acobardadas realidades espirituales para un hombre con agallas, las meretrices de este apolillado sistema no te van a permitir que digas lo que piensas, en tal condición, o te secas como ellos, por miedo a perder lo que tienes, o simplemente te vuelves un ser honrado a la manera de los apóstoles o los profetas de Dios, y yo, en tal caso, aspiro a lo segundo, por nada del mundo pretendo seguir a semejantes cobardes, no me he descrestado la vida entera en el campo de la fe, poniendo en riesgo incluso la salud de mis propios hijos para caer en una perversión semejante como la de tener que callar lo que pienso, solo porque a algún frágil hombrecito de Dios, le molesta que yo sea todo lo contestatario que soy, no señores, no se escriben cosas enormes y con letras mayúsculas de gente débil o pusilánimes, de los cobardes o misceláneos predicadores de mentiras, no señores, La Palabra de Dios solo tiene espacio para los que le creyeron a Dios y fueron capaces de confrontarse a sí mismos, otra cosa no es posible.

Por esto mismo sé que mis logros literarios, o musicales incluso, no revisten importancia para seres parasitarios que solo absorben y se alimentan como hongos de lo que otros hacen, el ser creativo de Dios, y lo tengo más que claro, está prácticamente prohibido dentro de esta escueta realidad evangélica, los próceres de la fe actual, sean estos, Ministros, Pastores, Evangelistas, o Cantores de moda, no desean que el cristiano común les plantee ciertas interrogantes, menos que la expresión de la fe nuestra, pueda derivar en actos creativos fuera de los contextos habituales y siempre predecibles de una realidad que no soporta la novedad ni la originalidad, ni menos al hombre que es capaz de auto comprenderse y renovar su visión de Reino sin tener que recurrir a los escritores de fábulas espirituales gringas y rancias. La flojera intelectual y espiritual que vive la cristiandad de hoy, he llegado a comprender que es un don que el diablo le ha entregado a la cristiandad actual, y por la cual, los cristianos parapetados están dispuestos incluso a darle la contra a Dios mismo con tal de que cuando Él aparezca, los encuentre ordenaditos, bien vestiditos, y por supuesto, contando con un testimonio personal a toda prueba, es decir, que parezca que aquél hombre – producto, nunca se mandó ninguna “cagadita” con su vida, eso es lo que muchos cristianos piensan, no obstante, estoy pero decidido a demostrar lo contrario, porque, personas como el “papito del Rey David”, hoy día abundan, no faltan, sobran, hombres sin discernimiento, sin un poco de sabiduría como para comprender qué realmente es lo que Dios anda buscando. Les confieso, a mí, personalmente, cuando Dios me habla, y sí que me habla, lo hace en chileno, de verdad, Dios no me habla con muletillas centroamericanas o principios espirituales venidos de tierras gringas, no las necesita, me conoce demasiado como para intentar sobornarme con algo semejante, ni se le ocurre, es más, cuando me habla, no se le ocurre ponerme de fondo una de esas típicas alabanzas de moda de algún cantante mexicano o de alguna otra latitud, Dios, por lo menos conmigo, en ese aspecto, no se ha equivocado, Él lo sabe muy bien, no aguanto barretas de ningún tipo, cuando busco su rostro, no busco las lucas que busca Edito Espinoza, o cualquier otro mercader de la fe, mi búsqueda principalmente, consiste en que cuando logro dar con Su Persona, la pregunta cae por sí sola:

¿Por qué siempre clasificamos con tanta facilidad para las pruebas, y sin embargo para las bendiciones, casi nunca?

¡Ah, pero yo sé que eso no les gusta! Bueno, al parecer a Dios tampoco, así que poco converso con Él en este tiempo, no porque yo no quiera o esté interesado puramente en las bendiciones materiales, de ningún modo, sino porque he comprendido que es a ÉL a quien no le interesa este tipo de interrogantes, bueno, en tal caso, apago el compu y me desconecto, me entrego entonces a la lectura de los profetas, los cuales me han dado una fuerza increíble para superar todos los dramas que la providencia ha enviado a mi vida en estos últimos años, y pienso, “ojalá algún día, y lo digo con mucha honestidad, Dios, de la misma y rápida manera como nos prueba, se digne a bendecir nuestros humildes ministerios”, para que los perversos del mensaje de la prosperidad, sepan que Dios también nos bendice a nosotros, pero eso sí, sin tener que falsear o alterar el mensaje de Su Palabra para conseguir tal bendición.

Pues bien, hay gente para todo en este mundo, desde cobardes, hasta arrogantes que creen saberlo todo y se titulan así mismos como "Apóstoles de Cristo", como una moda, aunque el frío y el hambre por la causa de Cristo la hallan visto solo en películas, sin embargo, uno debe mirar a Cristo y continuar, nada más, de tal modo que, esta carencia de creatividad dentro del pueblo de Dios, está íntimamente relacionada con el sistema económico en el cual estamos insertos, es una lógica que funciona en todos los aspectos, vean ustedes mismos, la educación, ¿qué es en nuestra patria? Comercio solamente, ninguna otra cosa más, no hay para qué ser comunista para darse cuenta de esta inmensa injusticia, pues solo los hijos de gente que cuenta con medios económicos poderosos, pueden recibir en mi país, una educación como se debe, ¿y los demás, todos los demás, todos los que forman parte de la gran hilera de desempleados y obreros que ganan una miseria en nuestro país?, ¿qué les están dando a sus hijos, qué están recibiendo en sus hogares a través de los medios de comunicación? Pura porquería, pura basura, un cóctel de información hecho de cuestiones políticas, esotéricas, y de otras muchas yerbas más, nada que afirme o confirme las convicciones de las personas, porque con una televisión promiscua y carente de verdadera reflexión, con gente como Patricia Maldonado y Raquel Argandoña hablando estupideces todas las mañanas, ¿qué se puede esperar? ¡Imagínense! Tuvo que ocurrir un accidente como la caída del avión que iba a La Isla Juan Fernández para que el Camiroaga saliera definitivamente de la televisión que pagamos todos los chilenos con nuestros impuestos, y aún así, se le dio un reconocimiento y una despedida que ni siquiera se le dio a Gabriela Mistral o a Pablo de Rocka o Neruda, ¿en qué país vivimos hermanos, en qué porquería de nación estamos metidos? ¿Cuánto tendrá que hacer Dios todavía para que los cristianos inmersos en estas realidades, comprendan el valor de sus propias convicciones y el propósito que debería estar moviendo nuestras vidas? Ah pero estas cosas no las puede decir la Cristal Lewis, o como se escriba, tampoco Witt, primero, el hombre no es profeta, y lo segundo, no es enviado de Dios, porque si lo fuera, Dios le daría palabra, entonces, cuando Él viene con toda su compañía a visitarnos, lo único que hace es cantar y hacer bailar a la gente, que es lo que sabe y le gusta hacer, pero de Palabra, mejor ni hablemos, el hombrecito ama los cochinos dólares, los idolatra, los cuales, según él, lo van a llevar a la mismísima vida eterna.

¡Qué gran pomada no!

Por lo tanto, la influencia del sistema económico imperante, que actúa como un abductor de conciencias en el plano de la vida espiritual, moral y ética, se hace sentir poderosamente en la vida de la Iglesia actual, tanto así que vuelve a las realidades espirituales, en verdaderos sembradíos para la producción de cristianos sin actividades creativas, utilizando todo tipo de maquinaciones, logra embaucar de tal modo al cristiano, haciéndole ver que la obediencia al sistema es en buenas cuentas, obedecer al mismisimo Dios, porque según ellos, Dios es el que se ha encargado de producir un sistema semejante. ¡Si esto no es basura, entonces! ¿Qué es? Pero dicha obediencia al sistema tiene sus propios costos y bendiciones, desde luego, el sistema, cuando eres capaz de calmar y enmudecer las conciencias con lo que haces o no haces, te premia, te da lo que ni pensabas tener con tal de que los demás comprendan que cuando hablas en nombre de Dios, Él tiene el deber de darte esas bendiciones materiales. ¡Más porquería no! En tal circunstancia, muchos Ministros de Dios llegan a capitalizar de tal forma la ignorancia y la inoperancia de tales sementales de la fe actual, que no tienen ninguna clase de vergüenza cuando se trata de pedir plata para hacerle una casita al perro que cuida la casa del Pastor.

Por esta razón, la Biblia tiene mucha razón cuando se refiere a este tiempo como un tiempo peligroso, en donde el comercio de la fe será uno de los mayores estandartes que ha de enarbolar la realidad predecible de la fe evangélica tradicional, sin ninguna clase de obstrucción, sin parámetros, el camino está prácticamente abierto a toda forma de impiedad que solo permite que un pequeño grupo de sinvergüenzas, pueda tener acceso, como en los tiempos de Cristo, a las bendiciones de Dios, de tal forma que el espíritu materialista y consumista de esta sociedad, se traslada ahora al campo de la vida espiritual, y de esta forma, impide que el acierto profético pueda tener acceso a la conciencia de quienes no advierten el enorme peligro de coexistir con semejantes enemigos del alma. El problema entonces, lo tienen todos quienes viven y se nutren de estas realidades, por ello es que mis libros de poesía, mis cantos y mi trabajo en este blog, no están dirigidos a ellos, sino, a esas pequeñas comunidades de personas que se han atrevido a confrontar valientemente la porquería actual, ellos tienen la facultad moral y la humidad suficiente como para conformar un pueblo de gente exiliada, al igual que los escenios de Qumran, porque son ellos, y no los cristianos que se nutren de este sistema los que aguardan ansiosamente La Venida del Señor, a ellos, por lo tanto, es que he dirigido todo mi trabajo, no necesito que la comunidad de Pastores de este país, reconozca que no todos los días tenemos en nuestras siempre empobrecidas realidades, personas que son capaces de producir su propia literatura, para nada, para mi es suficiente con que esas pequeñas comunidades de cristianos disidentes, estén dispuestos a apoyar ministerios como el mío, lo demás, lo hace Dios, el cómo hago para poder sobrevivir, ya es cuestión de Dios, y aunque ustedes no lo crean, Bendito sea Dios, porque a pesar de todo lo que ha significado el tratamiento de la enfermedad que me aquejaba, no sólo hemos sido bendecidos para que nada nos falte, sino que además, estoy viviendo la sanidad en mi cuerpo, y solo Dios sabe cuán agradecido estoy por ello.

La creatividad por lo tanto, tiene sus propios méritos, virtudes que para un cristiano que no sabe, o no entiende nada acerca del valor de la creatividad en los seres humanos, no tiene sentido, pero es que el sistema actual, plagado de repeticiones, prácticamente atestado de manifestaciones extranjeras en el campo de lo puramente artístico, no tiene la capacidad para entender que nuestro país, aunque pequeño y lejano para un mundo que está centrado en el devenir y en la dinámica de las grandes economías, ha sido capaz de producir dos premios Nobel, como son, Gabriela Mistral, y por supuesto, el inmortal Pablo Neruda, todo un logro para una nación tan pequeña y tan joven como la nuestra, y muchos otros más, pintores de fama mundial, músicos reconocidos mundialmente, y toda una enorme gama de diferentes creativos que, en sus respectivas áreas y disciplinas, han llevado el color de nuestra hermosa bandera, mucho más lejos de los programas de farándula de este país y de los agobiantes matinales, cosa que muchos agradecemos, porque o sino, tendríamos que creer que Raquel Argandoña y toda su patética realidad y parentela, son los que la llevan en el campo de la reflexión en nuestro país. Bendito sea el Señor entonces, porque existe aún en el mundo, muchos cristianos que piensan que un bello acorde de guitarra, un par de líneas bien escritas, una reflexión que se sale de lo común, son abiertamente palpitaciones o demostraciones de que el espíritu de un hijo de Dios, no está subordinado a la máquina productora de estupidez, ya sea en el campo de la vida espiritual o en el ambiente secular, vivimos en este mundo para afectarlo, y no para que otros personajes nos digan cómo debemos comprender la realidad, ya somos bastante grandecitos como para que de una vez por todas, entendamos que no estamos pintados en este mundo y que tenemos, al igual que los grandes ministerios, responsabilidades enormes que cumplir, estamos en este mundo entonces, no solo para absorber noticias, sino que además, para declarar el mensaje de Cristo a gente que aún no entiende que la verdad de Dios se está cumpliendo absoluta y totalmente en este instante, créanlo o no.

Crear por lo tanto, no ha sido fácil para mí, terminar un libro de poesía tiene, como dije anteriormente, grandes méritos, el mayor, creo yo, es el haberme atrevido a escribirlo precisamente, aún sabiendo que la cristiandad en especial, no se nutre de este tipo de manifestaciones, mi trabajo por lo tanto, es el producto de mi propia experiencia de vida, la que cotidianamente ejerzo junto a los míos, con todas las precariedades, con todas las limitaciones con que puede contar alguien que desea ver las cosas de modo diferente pero que, el contexto en el que se desenvuelve, no ayuda en lo más mínimo para que este humilde trabajo pueda generar los frutos que uno espera, no obstante, necesariamente, el árbol ha conocerse por su fruto, porque bien dijo el Señor, no puede un árbol malo dar buenos frutos ni un árbol bueno generar malos frutos, así que estoy sumamente contento con mi último logro, porque es el logro mío y el de mis hijos, el de mi mujer, que me acompaña en todo el enorme significado de hacer cuando todos copian, cuando atreverse es un síntoma de locura, allí estamos todos nosotros, intentando invertir hasta nuestros últimos pesitos con tal de dar a luz este nuevo proyecto, un proyecto que reivindica a todos lo que en mi país, a costa de esfuerzo y mucho dolor, son capaces de creer que el alma, el alma humana, es mucho más enorme que el propio universo creado por Dios, y por lo tanto, tenemos todo un desafío por delante en nuestras vidas para poder descubrir, si Dios así lo quiere, cuán enorme es, y de este modo, intentar una acción que nos permita acercarnos un poquito más a esa imagen o semejanza de la cual fuimos extraídos, no solo para servir como puentes, sino que además, como seres con luz propia y aptos para responsabilizarnos de nuestras seguras formas de ver y de concebir la realidad que nos ha sido encomendada por Dios.