Wednesday, July 24, 2019

EL RECURSO DE LA MEMORIA EN NUESTRAS VIDAS...















Nuestras vidas en Dios, valiosas, irrepetibles, necesitan constantemente estar siendo retroalimentadas, no existe día en que podamos continuar la jornada sin que le demos al alma la importancia que se debe, es una realidad inobjetable a la cual, todos los hijos de Dios, todos quienes hemos adquirido responsabilidades en el campo de la vida espiritual, debemos asumir.

Es el costo entonces que debemos pagar, es la ínfima parte que se nos demanda mientras estemos imbuidos dentro de este sistema como hijos y siervos de Dios, y si lo pensamos bien, no se trata de algo imposible o que no podamos ejecutar con las pocas tal vez, herramientas con que contemos, muy por el contrario, si de verdad hemos sido alcanzados por La Gracia maravillosa del Señor, entonces no carecemos de nada con que los santos y santas mujeres de Dios, contaron en la historia dentro de sus vidas, para desarrollar El Propósito que en Dios manifiestamente, podemos advertir cuando nuestra fe es tratada en profundidad por La Presencia del Espíritu Santo que, diariamente nos estimula y nos incita a ir en pos de este perfeccionamiento doctrinal y espiritual.

No obstante, es muy claro que el tiempo que hoy día vivimos, cuenta con todas las alternativas para que, o ignoremos este fundamental trabajo, o simplemente carezcamos de la perseverancia para incrementar en nuestra vida espiritual e intelectual, del siempre y tan bendito conocimiento que nos entrega La Palabra de Dios. No podemos evadir por su puesto, toda la poderosa tormenta de oportunidades con que cuenta el sistema para que nosotros, en nuestras circunstancias diarias, dejemos de lado tan significativa labor del Espíritu Santo, desde entretenimientos, hasta de una realidad basada en la imagen para que el aspecto espiritual, vaya quedando en el más puro y letal olvido.      

Pero esta clase de olvido, no es cualquier olvido, por su puesto que no, se trata de un olvido ético que es capaz de detenernos en nuestros procesos, aunque en apariencia parezcamos que estamos en completa armonía con La Verdad Bíblica, todos sabemos que podemos manipular la imagen que proyectamos o que queremos de nosotros dar a los demás, es una práctica constante en la vida de miles y miles de cristianos en el mundo entero, todos de algún modo queremos decirle al otro que en la vida espiritual, todo marcha bien, de color de rosas, pero en la realidad, estamos más que conscientes de que no es así, porque a la verdad, es que estamos padeciendo en medio de la apresurada vida que llevamos por causa de la forma en que la humanidad, ha asumido también los costos por estructurar y mantenerse en una sociedad de tipo consumista.

Por ello quizás, advirtiéndonos proféticamente para el tiempo que hoy día estamos viviendo, es que La Ley del Señor nos habla de ello, Los Salmos de David, Los Proverbios de Salomón:

“Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.” 
                                                                        (Proverbios 3: 1 – 2)

“Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre, pues Jehová os sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.”
                                                                             (Éxodo 13: 3)

Como lo hemos comprobado, La Palabra de Dios está llena de mensajes y de textos que nos estimulan a recordar que no podemos evadir lo que Dios desea hablar a nuestros corazones, vivir sin esta clase de mensajes nos deja fuera, fuera de una expectativa tanto profética como doctrinal, lo que indudablemente nos ocasionará, con el correr de los días, enormes problemas que al final, no podremos solucionar debido a que a nuestras vidas, como ya lo planteamos, dependen de este constante diálogo con Dios, es lo que nos enseñan las vidas de los hombres que amaron y sirvieron a Dios, es el testimonio que debemos rescatar de lo que ellos vivieron mientras fueron parte de una vocación que como nosotros, también tuvo costos, grandes, inevitables, pero que además, por haber creído y respondido a estas expectativas divinas, también recibieron respuestas de acuerdo a la fe que ellos depositaron en Dios.

Nuestras sociedades actuales, para defenderse de la reflexión y de los efectos de nuestra relación con El Señor, ha necesitado rebajar la importancia de poseer una fe semejante, para ellos, la sociedad no necesita parámetros de vida, parámetros valóricos fuertes que le digan a las personas primeramente, que somos hijos de Dios, y que luego, Dios tiene Propósitos con nuestras vidas, no, los carteles de Coca Cola, los comerciales de las grandes cadenas de tiendas y muchas otras más, logran embaucar al espíritu del hombre actual, dejándolo sin posibilidades de defender su integridad.

Y en medio de esa somnolencia social y cultural, apoyada por los medios de comunicación, también carentes de una reflexión profunda y veraz, como un proyectil teledirigido, llega, específicamente a la vida del cristiano, todo el contenido de esta urbe ignominiosa que no cesa en su afán de apuntar sus dardos, contra la existencia de personas que han creído y que defienden con sus vidas el valor de la fe en El Señor Jesucristo. Es una realidad que no tiene otra lectura, de modo que el punto crítico se encuentra aquí adentro, dentro de este sistema consumista y sensual, en donde la vida del hijo de Dios, se haya en un peligro constante, ahora, no solo porque el sistema está decidido a romper con todas las defensas con que cuenta el cristiano, sino porque además, el propio cristianismo secularizado y apóstata, no desea ser tratado por La Poderosa Obra del Verdadero Espíritu Santo que gime, con sonidos indecibles e inexpresables, en medio de toda esta selva de humo y cenizas anti valóricas que produce el mercantilismo de la fe.  

De manera que los peligros entonces, se hallan en infinitos lugares, no estamos a salvo de nada mientras no tomemos los debidos resguardos con nuestra vida espiritual, el enemigo del alma parece tener el control de todas las cosas, de todos los medios, y lo realmente tóxico para el alma, del cristiano me refiero, es que los modos y estilos usados por la gran masa del cristianismo comercial, es precisamente lo que la gente asume como estilo de vida, desconociendo que la propia Palabra de Dios, nos advierte con respecto al tiempo que vivimos, a los peligros que se van acrecentando dentro de la realidad misma de La Iglesia de Cristo, en momentos en que la esperanza, para aquellos sí han adquirido fuertes compromisos con Dios y Su Verdad, es que El Señor, El Salvador y Creador de nuestras vidas, está pronto a Venir a buscar a Su Iglesia.

Dejarnos tratar diariamente por El Señor entonces, aparte de ser un signo evidente de madurez espiritual, nos indica también que en “El trato de Dios”, estamos recibiendo en nuestras vidas, el recurso más importante con el que contamos como hijos de Dios para enfrentar los grandes desafíos de vivir en esta sociedad como es, El Consejo de Dios a través de Su Palabra Bendita, por lo tanto, evadir semejante realidad, nos pone en una perspectiva de peligrosidad para el alma sumamente enorme, letal, como dije anteriormente, porque cuando se trata de la vida del cristiano, no tenemos que apuntar tan lejos para advertir de los grandes logros de satanás, padre de mentira, con que cuenta dentro de este sistema para enlodar y destruir el alma humana, algunos de estos pecados, innombrables, por lo degradantes para la moral del hombre creado a Imagen de Dios, los que, por la astucia de satanás mismo, ahora no son solo una realidad dentro de este mundo que ha rechazado El Evangelio de La Gracia de Dios, sino que también, dentro de la vida de muchos cristianos que, inocentemente, desconocen la importancia de estar constante y diariamente siendo tratados por El Señor y a través de Su Espíritu Santo.     
    

f. navarro m.
cantautor cristiano chileno

Tuesday, July 09, 2019

LLAMADOS A VIVIR EN LA LIBERTAD DE CRISTO



Ni siquiera nuestra humanidad, atestada de altibajos, de renuncias y mediocridades significativas a veces, de todo un poderoso conjunto de circunstancias que nos hacen ser dependientes de La Misericordia de Dios, nos exonera de las responsabilidades que como a hijos de Dios se nos demanda, de ningún modo, estamos siendo procesados por La Mano de Un Dios Inmutable, Todopoderoso, al cual nada se le escapa, nada le queda grande, de modo que a pesar de todo lo antes descrito en cuanto a nuestra naturaleza tan inclinada a derrochar lo que no nos conviene, ello, para nada es motivo de justificación en el sentido de no querer embarcarnos en este y otros tiempos en esta bella aventura de La Fe, de dar ese paso que nos hará madurar y crecer como cristianos, el cual además, nos permitirá comprender con el paso de los días, que a pesar de las pruebas, de los problemas y necesidades que surgen por causa de esta decisión, Cristo, El Señor, es real, y Su Fidelidad es para siempre, por ello, solo la experiencia íntima con El Señor nos proporcionará el argumento que tanto necesitamos, para compartir con otros lo que Cristo hace en nuestras vidas diariamente.

En tal sentido entonces, La Palabra Bendita de Dios nos dice que el gran profeta Elías, sí, el mismísimo ELÍAS, ese que por Voluntad de Dios tuvo que cortar las cabezas de 400 falsos profetas o sacerdotes de Baal; un dios que en los días de La Apostasía de Israel logró introducirse en el corazón y mente de La Nación, y que incluso llevó a la Nación de Dios a practicar hasta el infanticidio; y que después Dios lo alzó en un carro de fuego, no en un OVNI, como afirman los seguidores del programa “Los Alienígenas Ancestrales”, sino, en un carro de fuego, de ese hombre La Palabra dice:
  
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Y otra vez oró y el cielo dio la lluvia, y la tierra produjo su fruto.”
                                                                                     Santiago 5: 17 – 18

¿Y qué quiere decir que él estaba sujeto a pasiones como las nuestras?

Es interesante que La Biblia nos de a conocer estos aspectos tan íntimos y humanos de hombres notables que sirvieron a Dios, pues como lo he planteado en otras ocasiones, nuestra tendencia, ya sea por una mala influencia de alguna enseñanza o por ignorancia, es dar a estos hombres de Dios, otras connotaciones, al igual que la religión católica, ponemos sobre ellos, una “AURA o Halo” de santidad tal, que los convertimos en inalcanzables, inabordables, lo cual, como lo establece Su Palabra, es absolutamente contrario a la realidad bíblica y contextual en la que ellos vivieron.

En este pasaje significativo en cuanto a lo que estamos reflexionando, nos debe importar la apreciación que se hace del profeta en relación, al término “pasiones”:

Pasiones: de los varios sentidos que tiene esta palabra, el que más se usa en el NT, es, el que dice relación con malos deseos, malas apetencias, malas inclinaciones, es decir, a inclinaciones de la carne.

Estamos hablando del gran profeta Elías, pero cuando leemos estos pasajes, pareciera que fuera otra persona a la cual estamos abordando, sin embargo, es así, Elías era tremendamente humano, semejante en todo a nosotros, lo que nos ha de permitir reflexionar de inmediato en nuestra propia condición humana, en lo que, como hombres, podemos llegar a ser capaces de hacer si nos ponemos en Las Manos de Dios.

Está claro que como hijos de Dios somos tentados diariamente, es una realidad inevitable, es más, pasamos a veces tiempos difíciles en lo que respecta a nuestra carne, no obstante, todo ello estaba previsto por El Dios de Amor al que servimos. La Biblia enseña que somos gratuitamente “SANTIFICADOS” por Él, es decir, somos apartados, separados gracias a La Obra Poderosa de Cristo en El Calvario de La Cruz, por lo tanto, la misma Obra del Señor, sí nos exonera, nos redime, nos salva de la influencia destructiva del pecado, nuestro ejercicio espiritual diario nos debe ayudar a comprender también que nuestra aceptación, y luego, nuestro sometimiento a La Voluntad de Dios, que representa uno de los actos más humildes que podemos realizar en bien de Su Obra, tiene como consecuencia o  PROPÓSITO, nuestra santificación, quienes no comprenden este hecho doctrinal y resultado de LA JUSTIFICACIÓN de nuestra fe a través del Sacrificio del Señor, siempre se hallarán en deuda, nunca serán lo suficientemente humildes como para dar toda La Gloria a Dios, siempre estarán dependiendo de sus propias obras, es decir, nunca Cristo podrá usarles como instrumentos de Su Amor porque en ellos, ese pequeño acto de incredulidad, les mantendrá por el resto de sus vidas, no solo en ceguera espiritual, sino que además, permanecerán siendo esclavos del pecado, al menos en su conciencia, lo cual transforma sus experiencias diarias con Cristo nuestro Señor, en experiencias inconclusas e inútiles.

Entonces, lo que La Palabra nos quiere enseñar, es que nuestra humanidad, la de todos los días, la que se ve enfrentada constantemente a los vaivenes de la realidad y del pecado, ya está salvaguardada por El Señor a través de SU OBRA REDENTORA, de manera que nuestro carácter está siendo modelado, transformado a La Imagen de Cristo, por lo tanto, es evidente que estamos llamados a asumir retos mayores en el campo de la vida espiritual, pero el mayor, es a vivir y experimentar La Libertad que nos ha dado El Señor a través de Su Bendita Obra, no hay otro mayor que se nos haya ofrecido, La Libertad con la cual podemos también servirle, es algo que los discípulos de Cristo, el mismo Apóstol Pablo, vivió en profundidad, debido a su raíz judía que estaba llena de preceptos y reglas extrabíblicas.

La Carta a los hermanos de Gálatas, además de ser un tratado, o un poema dedicado a La Libertad que tenemos en El Señor, es también un llamado a no volvernos jamás a ninguna forma de esclavitud que nos aparte del verdadero concepto de Libertad que hemos hallado en Cristo Jesús, nuestro Señor

A pesar de ello, el problema existe, de otro modo la carta no estaría escrita, de tal manera que, como hijos de Dios, no podemos conformarnos con el estatus que nos da la religión, continuar dependiendo de “otros” por causa de nuestras imperfecciones humanas, además de representar un síntoma poderoso de incredulidad, nos recuerda que la esclavitud espiritual existe, el hecho es que, por Palabra, Doctrina o Llamamiento, estamos llamados a servir al Señor, pero detrás de una experiencia de Libertad en Él, en donde todas nuestras deficiencias o debilidades humanas, que están en nuestra naturaleza humana evidentemente, pueden y deben ser un fuerte motivo para ir en procura de una relación mucho más directa o profunda con El Señor, y de esta forma, poder arrastrar a otras vidas a que comprendan el sumo valor que posee La Obra Redentora de Cristo en nosotros en cuanto a sus alcances salvíficos, y de cómo nuestro Dios, Santo de los santos, es capaz de utilizar en La Obra Diaria, a hombres y mujeres con las mismas o peores circunstancias humanas que el propio profeta Elías, sin considerar aún que también La Palabra nos dice del Señor Jesucristo lo siguiente:

“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino a uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos pues, confiadamente al trono de gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
                                                                                                     Hebreos 4: 15 – 16

Con esta poderosa base bíblica y espiritual entonces, podemos llevar vidas victoriosas en Cristo, es incuestionable, no tenemos excusas para ofrecer Al Señor de señores, un estilo de vida en donde podamos ser colaboradores de Él y proporcionar a la gente del mundo en que vivimos, el medio por el cual, ellos también pueden acercarse, al igual que nosotros, Al Trono de Gracia, dependemos de Su Amor, de Su Fidelidad, de cada uno de los atributos que hay en Él, no obstante, con nuestras dudas, con nuestras incredulidades, que es lo trascendente y peligroso a la vez, podemos estar siendo piedra de tropiezo para muchos que hoy día, de manera urgente necesitan de Un Salvador y Un Señor como nuestro Señor Jesucristo, ello, sí que sería una desgracia enorme, habiendo contado con el recurso bíblico, con la doctrina, con la enseñanza, con los ejemplos a seguir, por lo tanto, solo nos resta una sola cosa, creer, profundamente creer, sacar de nuestras vidas el espíritu de orgullo y comenzar a creer, es un principio, pero si está fundado en La Obra de Cristo, es suficiente, verdadero y perenne, como Su Bendita Palabra.

A Él sea toda Gloria y toda Honra

f. navarro m.
cantautor cristiano chileno