Saturday, July 30, 2011

La gran inversión de Dios en la historia.



















El gran recurso de Dios, su gran inversión en la historia humana, es Su Bendita Palabra, y en ella, la profética, mucho más importante que los milagros, más que todos los planteamientos o desacuerdos teológicos, sé que el cristianismo actual quedará estancado en las bendiciones materiales y en el poder de la alabanza sensual, que no tendrá recursos para enfrentar el acontecer histórico, menos para comprender la dimensión de una expectativa profética, es claro, no desean en sus centros a quienes son portadores de este importantísimo recurso espiritual y teológico, por el contrario, son denostados, al igual que la vida de los profetas, por lo tanto, alguna vez tendrán que asumir el costo, ya que no podrán evadir el peso de la responsabilidad que les concierne, no hay dogma ni doctrina creada por hombres que pueda inocularlos contra la fuerza que adquirirá de un momento a otro, el poder de la bendita palabra profética.

Sin duda que habrá lloro, crujir de dientes incluso, pero todo estaba allí, siempre estuvo cerca de nuestras vidas, tanto como para no haberla ignorado, la desolación será absoluta, los agoreros de la fe actual, los vendedores de ilusiones, todos cuanto se prostituyeron para servir a los egoístas intereses de instituciones fundamentadas en el poder del dinero y la vanidad humana, verán el fruto de su engaño, verán la exactitud con que los profetas acertaron en todas las visiones venidas de Dios. Todo finalmente será desmantelado para dar lugar al justo juicio de Dios, y todo, aunque no lo piensen de este modo, ha de comenzar por la propia casa de Dios, acaso no fue eso lo que trató de decir el Señor cuando expulsó a los saqueadores, entonces, dónde se van a ocultar todos aquellos que a costa de engaño han hecho sus fortunas dentro del mundo cristiano, quién los defenderá cuando el Señor aparezca.

No se tarda, a veces pareciera que sí, el sistema nos quiere hacer creer que nuestra dependencia de Dios, es totalmente absurda, que nada sacamos con esperar en Él, que toda nuestra inversión en sus propósitos se encuentran lejos de la realidad, no obstante, La bendita Palabra de Dios nos anima a creer en Él, a superar los obstáculos y ponernos en la dimensión de Su Amor, “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). Si Él es nuestro Dios, entonces no debemos temer, porque toda la fuerza que necesitamos para vivir y continuar luchando, viene de ÉL, no hay duda al respecto, el trato para con los suyos siempre será especial, distinto, la diestra de su justicia no es como un tipo de justicia que hayamos conocido en este mundo, sino, la verdadera y única justicia que envuelve y rige los destinos del hombre y del universo, sin ella, nada tendría sentido, Cristo es esa diestra, Él es la mejor y más solemne demostración de cuánto Dios nos ha amado en ÉL, el engaño de Satanás no podrá con aquellos que se han adiestrado en este mundo para soportar y sobrellevar el peso de la verdad, solo ellos tendrán la oportunidad de ver cómo Dios, a través de Jesucristo, volverá el corazón de los seres humanos y los hará rendirse a ÉL.

Mientras tanto, el corazón del cristianismo actual, no advierte la peligrosidad de los días que nos encontramos viviendo, juran que Dios ya no habla a través de profetas, que solo se vale de predicadores y enviados institucionales para declarar al pueblo Su Verdad. Pero lejos de Dios está el pensar de este modo, Dios no ha cambiado en nada su proceder, cada hombre en sí, es una piedra preciosa en la cual Él ha depositado su confianza y por quién, además, hará retroceder las tinieblas si fuere necesario para que la luz de Cristo se establezca en el corazón de un solitario ser humano. La vida humana no ha dejado de ser importante para Dios, los representantes actuales de la fe mercenaria lo han hecho parecer de este modo, sin embargo, está claro que cada persona, cada ser humano, es una criatura especial para Dios, y por lo tanto, le concierne a cada uno la responsabilidad de valorar o no su propio y único Llamamiento al convertimiento y servicio a Dios, este es el Evangelio, no hay otro, lo demás solo es costumbres, religión, comercio, el verdadero Evangelio se instala en el alma del ser humano, allí edifica su realidad y se expande, echando raíces en diferentes circunstancias, sin perder el centro que es Cristo y Su Verdad proclamada hace dos mil años atrás. Los grandes peligros que se ciernen para el cristianismo entonces, se hallan en su propia comprensión del Llamamiento, de la aceptación o no de todas las variables que conlleva el creer en Jesucristo, para ello es que el recurso bíblico y profético con que contamos en la actualidad, se nos ofrece como un pedregoso caminar sobre una inhóspita ladera de una montaña, de otro modo, nos volvemos a casa y seguimos con nuestras vidas rutinarias enarbolando y defendiendo el calor de una forma de vida que no tiene asidero alguno con la realidad profética que se nos exige para sobrevivir en esta realidad.

El árido desierto que nos rodea, no es una idea preconcebida ni tampoco producto de nuestras alucinaciones, hemos sido incluidos en este programa, al igual que Israel cuando Dios ha procedido en su liberación, por lo tanto, cada uno de nosotros está colaborando con su clamor, a despertar una forma de vida basada en la dependencia de Dios, en el abandono a Sus deliberaciones, aunque nos parezcan incomprensibles a nuestra forma humana de entender la fe, lo realmente admirable, es que Dios está actuando, dentro de la historia humana, de nuestra propia historia de vida, y en tal caso, no existe enfermedad alguna que pueda frenar el avance de Su Poder, la verdad profética no se detiene porque los hombres ya no recurran a este especial aspecto de Su Palabra, Dios sabía de antemano que todo esto terminaría por debilitar la fe de muchas personas, sin embargo, al igual que en los tiempos del Profeta Elías, Él guardaría intacto un ejército enorme de personas llenas de convicciones dispuestas a dar incluso sus vidas por defender el derecho de Dios. Así, cada sol quemante en la arena desértica de la fe errante y migratoria, propone una acción liberadora con respecto al sistema en el cual Su Iglesia parece hallarse cautiva, ahora, ya no solo en las tenebrosas manos del sistema anticristiano, sino, en las mismas destructivas garras de un sistema religioso que nutre y sustenta su realidad de engaños y artimañas.

Si la gran inversión de Dios en la historia humana es Su bendita Palabra, entonces la respuesta nuestra ha de ser concluyente, sin embargo, ¿seguiremos o no creyendo a pie firme en lo que nos dicta Su Palabra? ¿Será capaz el cristianismo actual de velar por la seguridad que nos brinda el ejercer fe sobre los escritos proféticos por ejemplo? Ahora, parece ser que todo se halla en una especie de nebulosa, una especie de oscuridad que no permite ver e paso de la luz, porque cada respuesta de este sistema a nuestras plegarias, es solamente muerte, ya sea en Noruega, de una forma horrible y siniestra como los jóvenes ejecutados por un loco enfermo, o en forma de bebés que son dejados en el camino para que simplemente mueran, como en Somalia, de la forma que sea, se trata de muertes, todas importantes, aunque carezcan de registro algunas, por parecernos mínimas, por creer que la vida de un newyorquino es más valiosa que la de un africano, en tal caso, solo nos resta hacer mucha más fuerza para que nuestro salvador Retorne, para que el Señor tenga de nosotros misericordia y nos libre de este sistema que no parece cambiar, por el contrario, con cada día que pasa, es probable que el conflicto de la fe ya esté formando parte de la vida de muchos más buenos cristianos, y de ser así, el recurso de la Bendita Palabra no se ha estancado, seguirá fluyendo en nuestras vidas como un rio que desborda, eternamente.

Tuesday, July 26, 2011

"El anhelo de vivir, en Cristo."


El frío ingresa por mi cuerpo con una lentitud abismante, mis vías respiratorias no pueden hacer nada para impedir que el dolor se propague y multiplique en mi interior. Aquí me encuentro detenido entonces, en un invierno eterno, viendo pasar los días sin poder cambiar en algo mi condición, sin poder transfigurarme como lo hago siempre para evadir el peso de esta enfermedad, una enfermedad que ya me supera desde hace mucho, y que por supuesto, involucra todo el enorme significado de no poder defenderme ni defender completamente a los míos.

Allí es cuando las interrogantes pueden ir debilitando las convicciones si uno no está preparado para semejante circunstancia y dejarte muy mal, peor tal vez del daño que te puede ocasionar la propia enfermedad. Por ello es que cuando recién supe de la verdadera dimensión del daño de esta enfermedad en mi cuerpo, supe también que alguna vez tendría que enfrentarme a algo muy superior a mis fuerzas, y que esa vez sería para defenderme con todo, y así ha sido, pasados a penas uno o dos años de conocer el significado de los exámenes, me veo enfrentado en esta guerra a un enemigo que no comprendo y del cual, solo conozco la forma en que me ataca, lo suficiente como para comprender que el costo de esta guerra ya se torna en insostenible. Puedo recordar con total y absoluta claridad al experto en este tipo de males, diciéndome que lo bueno era que este mal no provocaba dolor, a otro de ellos simplemente no deseo recordar al detectar que en mi garganta, casi al borde de mis cuerdas vocales, allí también se desarrolla esta enfermedad que pertenece al misterio más absoluto cuando hablamos del origen o razones de por qué nuestro aparato óseo sufre deformaciones.

La traqueopatía osteocondroplástica, es una enfermedad que me está quitando la vida, todos los días un poco, es un cáncer mucho más lento que se alberga, como dice su definición, en mi tráquea. Allí existe un enorme cultivo de pequeños pero dañinos cristales de calcio que juntos, pueden no solo provocarte el dolor que ya he descrito muchas veces, sino que además, un malestar incomparable que solo puedes mitigar con el uso de un medicamento derivado de la morfina. No es nada de lo que te dicen los médicos, ellos no saben nada de lo que da origen a esta clase de enfermedad, no entienden por ejemplo, que cada una de esas rarezas habitando en tu aparato respiratorio, son un potencial siniestro para albergar cualquier tipo de microbio o infección, por lo tanto, todos los días corres con el riesgo de que tu fiebre suba y que el dolor de cabeza que acompaña todo el cuadro de malestar, simplemente se desborden por todas las ligaduras de tu ser. En tal condición, los corticoides no te ayudan, todo esto te vuelve inoperante, al tener lesionada en dos partes la tráquea, justo en la garganta y en donde se ramifica para que el Oxigeno se distribuya a los pulmones, no tienes elementos favorables que te provean al menos, de un solo y poderoso día en que no recuerdes que tu pecho dolerá.

No hay idea de por qué el aparato óseo sufre de este tipo de malformaciones, he investigado todo, y la verdad, es que no hay nada que pueda explicarlo, por lo tanto, todos los medicamentos conocidos, solo pretenden ayudarte a salir de las
crisis respiratorias en que te puedas encontrar, los demás, a desinflamar un poco esos puntos que se dañan con la presencia de estos "cristales". Así vivo cada día, por muchos y largos años, solo que desde hace un poco de tiempo, la enfermedad parece haberse salido de control y ya no sé cuando las crisis abordarán mi cuerpo, dejándome expuesto a todos los detalles que he venido explicando en lo relacionado con el dolor y el malestar de muerte que esto provoca. Pero en este proceso, no me he quedado quieto sin entender lo que me está sucediendo, menos si tengo vida espiritual, menos aún si mi conciencia se encuentra lúcida gracias a Dios, muy por el contrario, la dinámica de Su Amor ha sido fuertemente en nuestras vidas, no hemos sido defraudados por ÉL, cada día que pasa, si bien no puedo recuperarme, es un nuevo y bello desafío de amor para la familia que hemos formado, por lo tanto, tenemos vida, y esa misma vida que ha ido generando Cristo en nuestras almas, es la suficiente fuerza que necesito para desprenderme ligeramente de esta condición, lo que me permite disfrutar, a veces de cosas muy sencillas, como del cariño y la presencia de mis pequeños hijos, del amor y preocupación de mi hija, de mis sobrinas, la de mis hermanos, del cariño de mis padres, de los padres y familiares de mi mujer, de la fidelidad y preocupación de muchos hermanos que se han desafiado a sí mismo y oran, constantemente como hago yo por la salud de ellos, si este enorme capital no estuviese en mi vida, no tendría las fuerzas que son necesarias para levantarme cada día y dar gracias Dios a pesar de la enfermedad, por ello es que tal vez, justifico en parte al que duda del poder de Dios en una circunstancia de este tipo, de verdad, sin embargo, creo que la vida de un hijo de Dios tiene tantas cosas que experimentar en Dios, que un obstáculo como éste, solo viene a refrendar la importancia de haber conocido y servido al Señor desde mi juventud.

Es cierto, ya no soy el mismo, cómo iba a serlo, no obstante, si hay días en que me siento bien, y puedo, salgo con mi guitarra a servirlo, no me quedo en casa, sigo y seguiré hasta el final de mis días con lo que más amo y que es, expresarme a través de mis composiciones y de mi instrumento, es más, pretendo, aún con mis fuerzas mermadas, grabar un nuevo CD, si Dios me lo permite, y luego, presentarlo. He terminado mi nuevo libro de poesía y ya estamos trabajando en su edición. Es decir, no he dejado de soñar, es inevitable si que la influencia de esta enfermedad no aparezca en mi trabajo, sería desleal, por lo menos a lo que Dios me propone como ser humano, pero, estoy dispuesto, y tal vez, esa misma disposición, finalmente, sea la que Dios bendice, con fuerzas, con ganas, con entereza para mirar a los míos y aprender a confiar en la verdadera provisión que proviene de Sus Manos. Hasta esta hora no he mendigado, no he necesitado del engaño para bendecir a los míos, por el contrario, Dios ha sido clave en los momentos cuando más lo he requerido, por eso estoy agradecido, por eso es que cada vez que puedo, tomo mi guitarra y salgo, no me quedo detenido para esperar que el viento letal de esta sociedad desfigure mi existencia ni la de los míos.

Uno quisiera tenerlo todo en la vida, mejor pasar tal vez, mejor salud, etc., pero uno no puede tenerlo todo, no es justo, la salud es un bien que hay que cuidar y dar gracias de continúo a Dios por ella cuando se tiene, pero me temo que en la forma de vida que hemos adoptado, como lo he venido planteando en este trabajo, pequeñas cosas como las que he manifestado en esta reflexión y que son poderosas raíces que me unen a Dios y a la vida, lamentablemente ya no sean motivos para amar y seguir a Cristo, sé que el cristianismo ha cambiado, las personas hemos cambiado, no obstante, el anhelo de vivir es mucho más fuerte cuando veo que el dolor se interpone entre mi alegría y la de los míos, el anhelo de vivir quizás sea aún, el mayor y más importante motivo por el cual sigo luchando con la ayuda de Dios, en él, incluidos mis pequeños, mi hija, y toda esa larga lista de personas a las cuales amo y respeto, y por las cuales además, no me voy a dejar vencer tan fácilmente.

Friday, July 22, 2011

El valor de nuestro cristianismo.
















Pero un trabajo como este, no debe servir solo para despotricar contra semejantes cobardes, porque cualquiera podría pensar que mi vida y experiencia con Cristo no tiene importancia, y sí la tiene, más ahora que me encuentro en esta condición, precaria, difícil, pero como decía el gran Apóstol Pablo, no derrotado, “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez mas excelente y eterno peso de gloria” 2° Corintios 4:17 Y así me siento yo en este momento, atribulado por esta enfermedad, acongojado, pero en mi fuero interno, soy el mismo de siempre, el mismo que lucha y expone con la misma y total honestidad, el que no espera el apoyo de los demás para levantarse contra una forma de fe que ha burlado absolutamente todo.

Sin embargo, no es fácil mantenerse de este modo, pues tengo mi propia dinámica, mi propia forma de enfrentar la realidad, y cuando ves que las fuerzas se disminuyen, te debes resignar, no hay otra manera, para ello es que existe la enfermedad, para ponerle límites a tu cuerpo, a tu existencia, por lo menos en el campo físico, porque lo que es en el sentido espiritual, solo puedo decirles que mi alma se fortalece, las limitaciones físicas no me impiden soñar, no me impiden por lo tanto continuar, sigo avanzando con los días, aquí, junto a mis hijos, junto a los míos, nada impedirá entonces que mi mundo pueda llegar hasta donde debe llegar, a ese límite que solo Cristo conoce, a ese horizonte que solo Dios sabe que existe y donde se encuentra, mientras tanto, combato, me armo, doy las últimas pinceladas a mi último libro de poesía, he aquí, en mis manos ya, todo un logro, luego vendrá la edición, y de ahí, a volar, para nunca más regresar. No puedo quejarme, aún puedo ver y disfrutar a mis pequeños hijos junto a mí. Todas las cosas están en las manos de Dios, todo, absolutamente todo, nada queda fuera de ÉL, ni aún mis dolencias en este instante, tengo claro que no estoy solo, que ÉL está junto a mí y permanecerá, aquí, a mi lado.

Pero una de las estrategias que he comenzado a utilizar ahora, ahora que el cristianismo ya no valora nuestra experiencia con Cristo, es visitar a mis amigos y familiares y contarles lo que Dios está haciendo con nuestras vidas, la bendición en el alma no tiene límites ni precio y está asegurada, créanme, apagamos la tele, oramos juntos, es decir, creo que la mejor manera de combatir a los seductores de almas, es preocuparnos por los nuestros y por nuestro cristianismo, muchos de nosotros necesitamos de la oración cotidiana, es una necesidad urgente, y si no nos movemos nosotros entonces ¿quién lo hará? Por ello es que mi cristianismo no se suscribe solo a criticar a través de este blog, si lo piensan así, están equivocados en cuanto a mí, yo no soy esa clase de cristianos, me gusta visitar y orar por los enfermos, pues yo mismo cargo con una enfermedad incurable, y saben, en ese campo, puchas que hace falta la mano de obra, cuántos hermanos yacen en sus camas sin que nadie los visite, olvidados, ¿cuántos viejitos que lo dieron todo en la vida ya nadie ni siquiera los recuerda? Sé que el cristianismo está en crisis, es lo que he venido planteando hace mucho tiempo en este trabajo, pero es tiempo ya de salir, de devolverle al cristianismo las alas que otros le robaron, de lo contrario, todo se perderá, todo finalmente se dilapidará, y eso Dios no quiere que ocurra. Yo no tengo las fuerzas en este instante para seguir haciendo lo que más amo en la vida, mi cuerpo no me lo permite, pero si puedo decirles que muchos de ustedes llevan largos años sin hacer lo que antes sí hicieron, como era visitar enfermitos, hermanos algunos que nadie los visita, muchos de ellos que están solos, a veces sin luz, tan solo con la compañía de una vela, pero ellos también son hijos de Dios, son mucho más importantes que Marco Witt, la Jazi Velazquez, o quien sea, la comodidad no puede matar nuestras almas hermanos, la necesidad es enorme en este mundo, tal vez no podamos llegar jamás a ir en ayuda de los niños en África, pero no hay que ir tan lejos para darse cuenta que en este mundo existe el dolor, sí porque a veces no somos capaces de apagar ni la tele para orar, entonces, ¿cómo podemos hacer lo que Dios nos manda? ¿Cómo podemos cambiar el destino de este mundo? Porque no solo se necesitan agallas para salvar lo que se está perdiendo en este mundo hermanos, sino que también coraje, sí, mucho coraje para olvidarse del dolor propio y asumir que somos piezas importantes en las manos de este Dios Todopoderoso.

Yo nunca entendí el Evangelio de otra manera, por ello jamás me interesé en las alabanzas, de hecho, yo escribo canciones, pero no es porque yo no sienta que es importante alabar a Dios, para nada, alabar a Dios es una de las expresiones más necesarias e importantes que debe experimentar cualquier cristiano, no obstante, en mi opinión, no se puede vivir alabando a Dios sin hacer nada valorable por los demás, allí está mi fuerte controversia con esta realidad espiritual, se alaba porque sí no más a Dios, y eso me parece perverso, porque el concepto de prójimo en La Palabra, está subrayado con la sangre del Señor Jesucristo en el calvario de la cruz, por lo tanto, no puede haber alabanza a Dios y desdeñar el sufrimiento de los seres humanos, de ningún modo, el cristianismo actual lo ha planteado así, por eso cantantes como Marco Witt se han hecho ricos cantando alabanzas, y lo realmente asombroso, es que el cristianismo no ha dicho nada, y eso para mí es realmente pavoroso, aterrador, como la indiferencia de sus composiciones, en las cuales, el dolor en forma de prójimo simplemente no existe, por ello no creo en esa clase de meretrices, ni en sus seguidores tampoco, por ello además es que mi trabajo itinerante lo ejecuto lejos de las normas tradicionales de fe, no estoy disponible ni siquiera para los aduladores, no los necesito, si ellos se decidieran a colaborar y financiar un trabajo de este tipo, yo estaría dispuesto a cambiar en algo mi proceder para con ellos, pero mientras sigan en esa santa comodidad que les brinda la indiferencia, aquí les voy a estar aguijoneando.

Así que no hay excusas, no hay explicaciones, el cristianismo no es una filosofía de vida para esconder u ocultar cosas, el cristianismo es una forma de vida que Cristo nos trajo para que comprendamos que no estamos en este mundo para cortar flores, no señores, la vida se nos ha puesto cuesta arriba, porque mientras los señores políticos se sacaban fotos en La Moneda, en Dichato la realidad era otra, porque lamentablemente, así como en el Evangelio nos representan gente que no sufre lo que cualquier cristiano sufre a diario, en la política la historia se repite, políticos apitutados y conformes con un sistema que cada día nos saca hasta los ojos por vivir en este país que no te perdona el que no tengas recursos para subsistir. ¿Cómo un Presidente que es uno de los hombres más ricos de este mundo va a entender y defender a quienes creemos que tanto la bencina como la parafina son demasiado caras para un país como el nuestros, lleno de pobres, de indigentes, de gente que sufre? ¿Podrán los políticos que ganan una barbaridad por no hacer nada solucionar el problema de la educación en Chile? Ese es el gran problema de vivir en este país, ese es el gran desafío que no presenta el Señor, de no ser así, la desolación es absoluta, porque caer en manos de gente como esta, ya es lo último, si solo bastaría con que uno de ellos tuviese que esperar en una unidad de emergencia para ser atendido para que todo esto cambiara, pero no hay voluntad, no hay sino más que sonrisas, fotografías y aplausos para los ministros que cambiaron y que tienen a este país sumido en uno de los peores desordenes sociales de estas últimas décadas. Por ello es que no podemos descansar, porque es demasiado evidente que el tiempo apremia, porque los inversionistas de almas, al igual que los dueños de bancos y empresas, lo han capturado absolutamente todo, si hermanos, todo, los medios y las realidades espirituales, y quienes se manifiesten en oposición a sus dictámenes, son simplemente desalojados, desarraigados, así que a moverse, a no quedarse quieto, la única forma de cristianismo salvable que nos queda, es la que nos ha de redimir ahora mismo, aquí, en este preciso instante, todo lo demás es paja, paja nada más.

Wednesday, July 20, 2011

¡La rapiña al acecho...!
















Sabiendo entonces que nuestras convicciones y certezas no tienen valor para estos próceres de la mediocridad, uno debe armarse, a fuerza de coraje, a fuerza de lectura de La Palabra de Dios, de oración, de toda forma de disconformidad y expresión contra un sistema que no desea valorar nuestras experiencias, de lo contrario, sucumbe, termina por ser absorbido, de modo que la búsqueda, la lucha por la cual uno debe mantenerse en vela casi toda la vida, se diluya, se precipite una vez más por las alcantarillas, y ganen los de siempre, “los apitutados”, los doctores de la ley, los fariseos de esta década, los comerciantes de la fe, títeres de la fábula norteamericana que pregona desde hace muchos años atrás, que el beneficio de la fe en su mayor expresión, se halla en la versión material y consumista del cristianismo actual.

Esa es la clase de cristianos que uno desea conocer, hombres de convicciones fuertes, jugados por algún problema contextual, resentidos incluso, ¿por qué no? Disconformes con la condición de la realidad en la que tienen detenidos una gran cantidad de ministerios que hoy día podrían estar prestando una gran utilidad en un mundo que parece estar naufragando. Pero a los expositores de escritorio no les interesa aquello, tampoco a sus seguidores, están conformes con el trato, con el saludo dominical, no son necesarias las nuevas expresiones, total, existen ellos, aunque no tengan un cuarto de creatividad, aunque ni les interese el significado de una sola línea de una canción cristiana, y no estoy hablando de alabanzas sino de “textos”. De ello se nutre nuestro pobre cristianismo, de vida predecible, aburrida, religiosa, devota de sus tradiciones, es como si volvieran a ser católicos solo que ahora con diferente nombre, me da pena todo eso, me resulta simplemente mediocre, para la expectativa con la cual Cristo impulsó a sus seguidores a tomar el compromiso que muchos de ellos adquirieron de por vida.

Jugarse por la verdad debe ser algo así como una pérdida de tiempo para estos funcionarios del sistema actual de fe, debe serlo, de lo contrario saldrían en defensa de sus creencias, pero el no hacerlo indica el desinterés, indiferencia, desconexión incluso, es decir, de todo lo que se ha construido esta realidad espiritual basada en la modernidad, que no es más que un manojo de flojera intelectual y espiritual con cara de santurrones, ¿o acaso no? A lo mejor estoy equivocado, a lo mejor no sé de qué estoy hablando, pero no me van a creer, sé de que hablo, sé que no les interesa hablar del hambre en África, esos temas no son para un cristianismo como el nuestro, que no resiste una reflexión de este tipo, por considerarla fuera de contexto, fuera de toda realidad, porque sé en lo que están, sé que les interesa un bledo el dolor de esa gente, no han sido adiestrados para absorber problemas de este tipo, las alabanzas de Witt y de toda esa saga de cobardes los dejó en blanco, tanto como para no comparecer en esta siniestra hora de la humanidad, tanto como para no defender al que sufre en una simple plegaria. Pero no son tan costosas queridos amigos, de verdad, solamente hay que cerrar los ojos y clamar, clamar hasta llorar, hasta que el alma se te salga por la garganta, allí puedes incluso llegar a sentir el dolor de los sufrientes africanos que nunca clasifican en ninguna bendición, puras maldiciones, sin embargo, las Putas espirituales que engañan al mundo entero, incluido este podrido país de mierda, gozan de bendiciones, sin haberle robado una sola alma al diablo, sin haberse ensuciado ni siquiera la punta de sus rodillas intentando buscar ayuda desde el cielo.

Las tinieblas cubren Fénix, y que lo tapen todo, que lleguen las plagas no más, hasta cuándo tendremos que esperar, mientras los ministros se divierten dando cátedra de La Palabra a los inocentes seguidores, porque todo se trata de ello, de seguir a tal o cual individuo, ya no se trata de seguir a Cristo, de hacer algo por Él, de ir en pos de los que más sufren sino, de aportar a los grandes ministerios de fe que no son más que verdaderas cofradías de sinvergüenzas, todos al servicio de esos parásitos que produjo el cristianismo actual. La gente que los sigue piensa igual que ellos, no se atreve, no da pasos más grandes, tienen miedo, se asuntan si es que alguien les dice algo que no ha dicho “el siervo”, si eso no es basura entonces, ¿qué es? De este modo la pluma debe seguir escurriendo, tinta, sí, mucha más tinta, aún no puedo dejarme vencer por esta enfermedad, aún no es mi tiempo de partir, aunque en este instante esté lleno de drogas, aunque no tenga total dominio de mis actos, lo cierto es que no me voy a dar por vencido, no estoy dispuesto a condescender con esta miseria, llámese Cuerpo de Cristo, Face Book, o el nombre que quieran darle, nadie podrá detener el peso de la realidad, el mundo está convulsionado, sí señores, se nos viene encima la realidad, y no porque la Selección de vagos quedó fuera de la copa América, sino porque la Iglesia de Cristo simplemente no desea compromisos, no, para nada, partiendo de sus príncipes, ministros hechos de cartón, hasta sus seguidores, todos al servicio de una forma de fe que no estima al que sufre, por el contrario, lo aleja, lo aparta, lo discrimina.

Por esta misma razón es que quienes tenemos ministerios difíciles no tenemos entrada en este podrido sistema, claro, no desean a los creativos, solo anhelan repetidores, imitadores, sobadores de lomo, alguien que les recuerde lo bueno que son y nos les diga nada de la verdad que debiera incomodarnos, a todos, porque todos estamos aquí metidos en el mismo lodazal, nadie puede decir de esa agua no beberé. Pero ellos saben hacerla muy bien, saben escapar de la responsabilidad, por ello no opinan, de política, de dramas sociales, de problemas valoricos, y es más, dejan solo al que sí lo hace, al jugado, es decir, al que tiene la hombría para decir lo que Dios desea que ellos digan, pero no invierten en esta clase de personas, nos encuentran demasiado pequeños para hacerlo, y si no nosotros somos los pequeños, ¿qué es el Apóstol Pablo para ellos? Una figura simplemente, un utensilio, una mínima existencia al lado de sus humanos y muy mundanos proyectos materialistas, alguien que puede transformarse en un buen gancho a la hora de pedir, dinero, plata, para viajes, para comprar no sé qué cosas, pero plata al fin y al cabo que hace más ricos a los que sobornan vuestras conciencias, para los cuales ya se prepara el juicio, de verdad, es inevitable, todo está siendo escrito, el Señor de señores no dejará pasar nada por alto, todo será traído a juicio, incluso tus cochinos dólares mal traídos Marco Witt, y toda esa voluminosa y estripitosa columna de ofrendas robadas al corazón de un pueblo ignorante al cual han sabido asaltar tú, y toda tu colonia de vagos.

Por ello también es que nuestras convicciones están en peligro, porque los lobos están cerca, muy cerca de nosotros, los puedo percibir, los puedo oler, por ahí, a la ciega, andan alrededor de los predecibles, intentando conquistar sus almas, intentando doblegar sus corazones para que les provean de la lana necesaria, ¿o no? ¿Me equivoco? ¡Si ni siquiera tributan! ¡Así no se puede! ¿En qué se parecen a la Iglesia Católica? En nada, son igualitos, venden la misma pomada, solo que con diferente nombre. Mutilan eso sí, La Bendita Palabra de Dios para retorcer textos y luego deshacerse en lloriqueos frente a los micrófonos y de este modo, una vez más, sobornar el alma de un cristianismo mediocre y vulgar que no valora ni medita en el valor de la verdad. Sé que no tengo lugar dentro, sé que no desean a un vocero de esta naturaleza, preferirían mil veces que fuera un repetidor, un farsante como muchos, pero no, no estoy dispuesto, estoy recuperando mis fuerzas, estoy logrando una vez más, ponerme de pie, el canto no duerme, la voz tampoco puede ser silenciada, la necesidad es mucha, Cristo debe ser predicado, expuesto, hablado, contado, visto, somos nosotros, los mismos llenos de debilidades, de confusiones tal vez, de problemas inmensos los encargados de hacer la obra, los comerciantes ya saben en lo que están, los ejecutivos igual, dando cátedra, sus seguidores saldrán en defensa de ellos, pero no importa, una realidad televisiva ni virtual puede más que una verdad dicha desde atrás de un Ministerio, por humilde que este sea, por sencillo que resulte sea, nada será más humilde que la humildad con que el carpintero de Galilea una vez en la historia, se atrevió a desafiar al mundo entero con sus parábolas y enseñanzas, y he aquí, por no sé cuántas veces más, inundándonos, sojuzgando nuestras flaquezas con la fuerza de Su Palabra para impulsarnos a seguir, a continuar con la lucha, inagotable, imperecedera, hasta que Él decida retornar.

Saturday, July 16, 2011

La experiencia con Cristo y su relación con los manuscritos de Qumrán.

















La experiencia con Cristo entonces, dejó de ser el óvulo de la vida cristiana, el germen que da inicio a un modo o estilo de vida expresado con total claridad en las propias escrituras sagradas. ¿Pero qué es sagrado para el hombre de Dios actual, el fútbol, el cuidado estético de su cuerpo? El trabajo para esclarecer tales conceptos puede tomarnos mucho tiempo, tanto como para diluirnos en estériles conversaciones que finalmente, en nada contribuirán al verdadero sentido que tiene esta reflexión. Por lo tanto, lo sacro, aquello que sí tiene valores trascendentes e importancia para nuestro cristianismo, dejó de ser lo realmente valorable para el cristiano de hoy, “otro tipo de ilusiones” lograron derribar sus ya deficientes fortalezas, lo triste eso sí de este gran dilema, se encuentra en el carácter con el cual se ha tomado la propia pérdida, la cual, luego de haber sido tratada por quienes tienen la responsabilidad de intimar con tales problemáticas, es obvio que tanto a los afectados como a los médicos tratantes, la conclusión no logró afectar en lo más mínimo el destino de cada cual.

Hoy día el cristianismo, esclavo y sometido en su arrogancia, puede prescindir de muchas cosas que antes eran necesarias, desde la expresión diaria de fe, hasta la mecánica con la cual se ha querido inducir a la cristiandad, a pensar que todo lo que antes sirvió, ya de nada vale en un medio que hoy día solo sobrevive de hedonismo y de placer. Esa es la lapidaria realidad de una forma de fe que en su obstinación, no permite que el ser humano, el portador de todas las riquezas que en él ha depositado el Santo Espíritu de Dios, puedan prestar la ayuda que es necesaria en un tiempo en donde la liviandad espiritual, es casi una constante en la vida de miles de cristianos, así se pierden valiosas experiencias, importantes contribuciones que podrían servir al desarrollo de una realidad que se ha potenciado
desde cualquier perspectiva, pero menos en la experiencia con el motor y sustentador de esta valiosa realidad. Cristo permanece entonces supeditado a lo que los grandes maestros de la predicación puedan decir de Él, de nada sirve la realidad onírica para estos maestros de la flojera, no hay visiones de Dios, no corre el llamamiento que Él nos hace para que los ministerios no muramos en medio de este enorme desierto mal llamado, “vida espiritual o cristianismo”. Sin embargo,el rigor de la Palabra de Dios en cuanto a este tema, nos debe dejar en claro que cuando una realidad espiritual se fundamenta en la experiencia con Cristo, la de los creyentes, ello dificulta que la intromisión de elementos extrabíblicos y bacterias espirituales perniciosas para la salud del alma, puedan entrar a nuestra vida y con ello, desmantelar el fundamento esencial de la vida cristiana que subyace como decía, en la experiencia diaria con el autor de nuestra fe, la advertencia bíblica, el conociemiento de La Palabra de Dios, el diálogo constante acerca de temas relevantes para proteger nuestro cristianismo, hace que la realidad espiritual propia se encuentre a salvo, blindada tal vez contra la mediocridad que imparten los medios. En tales circunstancias, la advertencia profética siempre será una herramienta útil y pronta para refrendar lo establecido con anterioridad, todo porque la experiencia con Cristo no susbsiste en la nada, para ello es que el planteamiento profético y contextual existe, no está pintado en el registro bíblico para adornar nuestras vidas espirituales o para que las guardemos como tesoros valiosos, no, para nada, si la experiencia de fe con Cristo en su dimensión diaria no contiene estos valiosísimos elementos, nuestra vida espiritual puede naufragar al igual que un barco en medio de la tempestad, por lo tanto, el argumento profético, y toda esa artillería de elementos contenidos en La Palabra de Dios, y que debieran ser parte de nuestro cristianismo diario, nos ayudan a cercar, por decirlo de algún modo, todo el costoso valor de las convicciones que deberíamos ser capaces de trasladar con nuestro cristianismo diario, a cualquier lugar en donde nos dirijamos. El cristiano que se ilustra y no deshecha nada que tenga valor para su propio cristianismo, se sabe advertido, conoce del tema, no es capaz de tirar por la borda un tema que pueda reubicarlo en el campo dela vida valorica y espiritual, este tipo de persona cristiana, es la que está continuamente retroalimentándose, no se queda con lo que le dicen, averigua, investiga, aprende, se nutre, no deja los textos fundamentales al intelecto regulador que nos ha impuesto la mediocridad actual, sino más bien, ora, consulta a Jehová, para él, es demasiado trascendente conocer cuál es la dirección que desea Dios darle a lo que él ha llamado, "su propia experiencia con Dios."

Pero, como lo he vendio majaderamente hablando y proponiendo en este trabajo, una experiencia profunda y real, con Dios, ni siquiera ella, puede hacer reflexionar a quienes dirigen esta arrogante propuesta de la fe actual, lo que es muy doloroso y peligroso para el cristiano en cuestión, peligroso por la incapacidad de los propagadores de gozo para entender esta clase de problemas que ofrece la realidad diaria, el problema es que ellos siempre tienen algo mucho más importante que decir, más enorme que el hecho de que un solo ser humano, una sola persona, en este preciso instante, esté siendo tratado en forma particular por el Espíritu Santo, lo que a mi modo de entender, constituye una formidable demostración de que frente a sus propia narices se está dando un maravilloso milagro, pero ellos no lo entienden así, no lo valorizan. Esta fuerte actitud de indiferencia con que actúan los miembros y prosélitos de estas realidades "espirituales", nos habla de la conducta superficial y ligera con la cual se están tomando nuestras vidas y nuestra propia experiencia con Cristo, pues existe para mí, una evidente condición dentro de esta realidad, que pretende silenciar cualquier tipo de expresión que permita al cristianismo de hoy, una forma diferente de comprender la vida espiritual. Lamentablemente, las personas, los afectados, los cristianos, se ven incapaces de defender de este modo sus creencias, piensan que el fuerte de sus convicciones, solo pueden provenir de la boca de algún “Úngido de Dios”, y nunca de la propia revelación que Dios desea entregarles de acuerdo incluso con lo que La Palabra de Dios establece. Allí, el cristiano manoseado, duda si creerle a Dios o a alguno de estos maestros de la predicación actual, y entre quedarse con lo divino, totalmente aprobado en su alma por el mismísimo poder del Dios del cielo, deja sus inquietudes y experiencia de vida cristiana en las manos de estos ejecutivos de la fe, quedando inutilizada su experiencia con Cristo, para con ello, hallarse imposibilitado para dar pasos más importantes en la vida cristiana que el estar siguiendo a tal o cual predicador de moda.

Esta es una de las razones mas poderosas de por qué en este tiempo, sobran los que oyen a predicadores y luego hablan de lo que ello les dicen, es decir, los que transmiten todo lo que otros dicen acerca de Cristo y no lo que deberían ellos, en forma particular, hablar o testificar acerca de ÉL y de Su Persona, ello además ejemplifica y pone de relieve el acto comerical en que se encuentra en la actualidad la realidad espiritual, algo que La Escritura ya había vislumbrado hace mucho tiempo en forma profética para nuestro tiempo, por lo tanto, no es extraño que El Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo, de haber comenzado en el valor e importancia de la experiencia con Dios para el hombre agobiado, hoy día se haya convertido en un negocio tan rentable para los propios mercaderes de la fe prostituida, hacia allá apuntan cuando sesgan dentro de sus reductos y realidades espirituales, expresiones tan genuinas como son las de aquellos hermanos que solo pretenden dar fe y testificar del Amor de Dios en sus valiosas vidas, y peor, que solo aquellos que se encuentran dentro de sus prostituidas convenciones y cuánta porquería que han inventado, tienen la facultad o derecho de ser llamados, ungidos de Dios, ¿y los demás, qué somos? ¡Parias de la fe actual! ¡Disidentes! Eso es lo que somos para ellos, nada más, sin embargo, muchos de nosotros, a pesar de esta tragedia en el campo de la vida espiritual y valorica, nos encontramos, igual que la comunidad de Qumran, escribiendo lo que sentimos acerca del tiempo que vivimos, desde lejos tal vez, desde nuestra condición austera, aún así, daríamos cualquier cosa para que el Retorno de Cristo fuera una realidad ya, dejando en claro además, que para sustentar estos grandes murallones de convicciones que nos ha legado la cristiandad histórica, no necesitamos al predicador de moda o al cantante que viene de México para sentir o darnos cuenta que somos hijos de Dios en medio de un mundo en total convulsión y desastres, tanto cósmicos como espirituales, es decir, desde nuestra solitaria condición, hemos dado a luz, con la ayuda del Señor, a una existencia, a una forma de ver y de entender nuestra fe sin tener que pasar por los conductos reguladores de fe tradicional, lo que es muy valioso además, pero no para los que necesitan de toda ese conjunto de manifestaciones que pretenden poner en duda lo que sentimos y estamos dispuestos a defender, incluso con nuestras vidas, es decir, nuestras convicciones, porque de eso trata el mensaje de Qumran, de convicciones, de cómo un pequeño grupo de personas se unió para defender lo que ellos creyeron, estaba en peligro de extinción.

Pues bien, los rollos del Mar Muerto, y muchos otros descubrimientos al respecto, traen a mi memoria, la fuerte experiencia y valor que le dieron dentro de esa sociedad, a cada hombre que participó en lo que respecta a la vida espiritual, porque no cualquier persona fue parte de esa comunidad, no se trataba de gente neófita en La Palabra, sino más bien, de personas que tenían y eran poseedores de fuertes convicciones, y que además, estaban dispuestos hasta morir por ellas, y esa debe ser una de las más fuertes razones que me vincula, emocionalmente y de principios, con esta clase de experiencia y de personas, la fuerte persuasión que gobernó sus corazones para defender, al igual que los profetas, el derecho de creerle a Dios y creer que Él, además, como Dios, es capaz de dirigir al hombre en su búsqueda, no solo del Amor, sino que también, de la diaria experiencia de fe con La Persona de Dios. Esta debe ser una de las mayores fortalezas que aún, a pesar del tiempo y de las objeciones que vivimos, permancen intactas en mi alma, por ello doy gracias a Dios. Por ello también, el hecho de que aparecieran o fueran hallados los rollos y toda la biblioteca que ellos poseían en el siglo pasado, en la orillas del Mar Muerto, para nada constituye una cuestión trivial o carente de valor para el cristianiano en general, muy por el contrario, el conocimiento adquirido por aquella comunidad de hombres de Dios y los manuscritos en general, deberían ser incluso tratados por el cristianismo actual, profundamente, detenidamente, por la importancia que tienen para la formación y defensa de nuestras propias convicciones, debido a la situación de castración en la que nos econtramos en lo que respecta a la exposición y reflexión del mensaje bíblico y profético, para aportar a una forma de fe que no comprende el valor de las mismas, y peor, que ni siquiera expresa a necesidad de poseerlas, pues piensan, en su defecto, que es suficiente con el pragmatismo del ENVIADO, o con la expresión de la adoración actual, la que no revela al corazón del cristiano, verdades inobjetables sin las cuales, no se puede continuar ni sobrevivir en el campo de la vida espiritual.


Por esta misma razón es que he venido afrmando a través de este espacio virtual, que una de las grandes debilidades del cristianismo actual, se encuentra en la comprensión y tratamiento que se ha dado al mensaje bíblico, es inobjetable, La Palabra de Dios, fuente y revelación de toda inspiración humana, solo es tratada dentro de un ambiente en donde el cristiano ha sido instruido básicamente para consumir, cualquier tipo de cosa, ojala sea extranjera, con tintes centroamericanos o mexicanos, dejando el campo de la reflexión bíblica prácticamente sin tratamiento, o de manera compensatoria y no profundamente, lo que es ya una verdadera catástrofe si se le mira en su real dimensión. No es menor entonces que un cristianismo nacido en medio de una sociedad nihilista y materialista, como ha querido Dios que exista en este tiempo, solo propugne métodos para definir la vida espiritual desde la realidad del consumo, así, solo podemos aspirar a lo que otros nos dictan, o nos dicen qué debemos hacer con nuestro cristianismo, y no a crear o a hacer, o a darnos el trabajo de escribir o plasmar en algún tipo de arte, todo lo que nos va dejando la experiencia diaria con Cristo, por ejemplo, un poema, una canción, una pintura, en fín, no, eso no tiene relevancia dentro de una realidad colapsada de hedonismo como la actual, la de los profesionales del púlpito, la de los artistas de las alabanzas, y sé que tengo razón, no necesito que me la den, estoy curtido en este tipo de indiferencias como para dudar de mis expresiones, en este campo no soy permeable, ahora que en el tiempo me he multiplicado, no solo en lo musical, no solo en lo que soy capaz de llevar a la canción, sino que además, en lo poético, en lo estrictamente literario, en lo mismo que dejaron los que vivían allá, en el orillas desérticas del Mar Muerto, dentro de esas solitarias cuevas, y no porque lo olvidaran allí, sino porque deliberadamente creyeron que alguna vez, alguien, algunos, quien sea, haría uso de ese trabajo, y no los dejaría solo en las manos de investigadores o arqueólogos para saber la data a que corresponde, sino que además, para que fueran una fuente de inspiración a todo el que Ame verdaderamente Su Retorno, sí, no por otra cosa, de ellos aprendí que en medio de esta brutal indiferencia como han sido tratadas nuestras experiencias diarias con Cristo, es posible generar y dar a luz una nueva palabra, una palabra con tintes de sufrimientos sin tener que abandonar la razón por la cual luchamos. Sé además, que no estoy solo, eso es cabal, que debe haber por allí otros que piensan igual que yo, que no se quedan con las imágenes que les han impuesto en esta predecible vida espiritual llamada cristianismo, y que por el contrario, le han creído a este Dios que nos habla por sueños, por visiones, estrictamente recordándonos que Su Palabra, su Bendita Palabra, a través de tristes pero enriquecedores procesos, necesitó del valor y de la fortaleza humana para defenderla. ¿Quién sabe? Ta vez sea esta la oportunidad que Dios nos da a los disidentes, a los que no estamos de acuerdo, de cotejar la realidad desde nuestra perspectiva, de ser así, estamos en el momento exacto para comenzar a dar más importancia a nuestras experiencias diarias con Él, solo así comprenderemos el por qué los hombres de Qumran estuvieron dispuestos a dar, incluidas sus vidas, por el valor y el significado que dieron en el campo de las convicciones, a La Persona de Dios, y a las experiencias diarias de Amor de cada uno de los valiosos pero olvidados hijos de la Luz.

Friday, July 08, 2011

Le Ética de la indiferencia en absoluta práctica.






















Pero ni mi enfermedad, ni la falta de recursos para transigir desde mi escueta realidad virtual, serán motivos para detenerme, de ningún modo, no le daré ese gusto a mis detractores, a los que no han aportado absolutamente nada para que la fe del Señor Jesucristo en este tiempo, cuente con una versión realmente original y honesta, aquí voy a continuar entonces, como siempre, con la misma o quizás, mayor intensidad que antes, no estoy dispuesto a dejar a un lado lo que tanto me ha costado, lo que me ha valido horas y horas de reflexión, el tiempo que no se han tomado los comerciantes de la prosperidad y los meretrices de la mediocridad, todo ello adquiere en este instante, una enorme y valiosa importancia, tanto como para no desertar, como para pasar por sobre vuestros propios egoísmos e indiferencia, y continuar. Si algunos piensan que esto es fácil, que no tiene costos, váyanse al carajo, me importa un bledo lo que ustedes piensen, sé que tienen plata para gastar en porquerías, pero no para bendecir Ministerios humildes, porque sé que les gusta la comparsa, el reconocimiento, que les soben el lomo, les gustan los ministerios con luces de colores, con ambientes de discotecas, light, sin heridas, sin cruces, ese es el evangelio que están dispuestos a proteger, a guarnecer del frío, no éste, lo ven menor, porque no tengo letrero, apenas un par de canciones, un par de libros tal vez mal escritos, pero ese soy yo, sin pintura, sin espejos, real, de carne y huesos, con deficiencias, como mi enfermedad, como mis debilidades.

Esta cultura es la que me impulsa a escribir, no otra, podría estar paralizado frente a tanta deserción, a tanta miseria que han propagado con sus cantantes de mierda, pero no, me estoy moviendo, deliberadamente, por donde nadie desea que me mueva, por donde tienen marcadas las calles, para que no les resplandezca absolutamente nada de la verdad del Evangelio de Cristo, para que sigan pensando que todo marcha bien. Todavía, pese a todo el tiempo, el espacio, y por supuesto, el dinero que poseen, en nada me sorprenden, pasan los días y nada nuevo advierto, siguen siendo los mismos, con las mismas letras, los mismos pensamientos, solo que cambian un poco los tonos, pero en el fondo, es la misma caca, solo que difieren en el nombre. La cultura que fundaron y ustedes mismos ayudaron a fundar, se halla en penumbras, al igual que Israel en Egipto, a donde vayas, la luz del día no logra iluminar siquiera vuestros pasos, y así, de ese modo, no se puede andar, porque si no chocas con el que viene frente a ti, puedes hacerlo con cualquier cosa que se mueva o se encuentre detenida. Yo sin embargo, para nada me siento ahora desplazado por nadie, es que finalmente, no me siento parte de ninguna de vuestras culturas, por lo menos de las que denigran la verdad de Cristo, sea esta católica o protestante, el nombre casi no importa, ahora solo vale la verdad, siempre debió haber sido así, no obstante, hoy día la tormenta arrecia, muchos ni siquiera lo notan, se encuentran tan protegidos y distantes que piensan, “aquí nada nos va a pasar, aquí nadie nos va a sorprender”, no me digan, las plagas de Egipto ya están hace tiempo con nosotros, asestando violentamente contra todo lo que se mueve, mientras, los hijos de la luz, contemplan, espantados, casi inmóviles las cosas que han de venir cuando las certezas simplemente se pierdan y el olvido, finalmente, como una enorme y poderosa ola, absorba los segmentos desarmados y desamparados de una cultura ruin y material que se desarma, paulatinamente.

Los profetas de la próspera realidad espiritual no notaron nada, no tuvieron visiones de Dios al respecto, aunque estaban muy cerca de todo ello, aún así, permanecieron en silencio, como siempre, hasta ahora, pero los jóvenes periodistas de televisión lo habían advertido, tantas veces, casi desesperadamente, con alaridos incluso, pero nadie les creyó, nadie los oyó, aún hoy, muchos hoy día lo dudan, estando las evidencias sobre la mesa, pero, no existe peor ciego que aquél que no desea ver, por lo tanto, la verdad seguirá su curso, pronto irrumpirá sobre las alcantarillas y allí, en la orilla del océano, junto a las montañas de desperdicios que vertimos a diario se perderá, inevitablemente, solo quedarán en la memoria de los que sintieron y vivieron en carne propia la tragedia de Karadima, espectros de una historia oscura y tenebrosa que aún hoy día no logra ser confrontada por los grandes maestros de la Predicación. El problema es que cuando se tiene demasiado, se pueden perder incluso hasta las certezas, aquellas por las cuales uno sería capaz incluso hasta dar la vida si fuera necesario si con ello, va a dejar en alto el Nombre del que todo lo hizo por Amor, ese es el peligro, un peligro atemorizante y cercano para cualquiera, ya no para algunos, sino para cualquiera, para cualquiera que pretenda desconocer que vivir en Cristo, en medio de una sociedad como la nuestra, no tiene mayores significados que la pura y permanente contemplación de la realidad, esa es la basura que hoy día combato, esa es la porquería de la cual no me importa formar parte, porque allí se encuentra el ambiente propicio para que mi arte y mis dones se adormezcan, porque solo así seguiré siendo el que soy, y no otro, no otro que desean tal vez los que me conocieron antes, sino, el de hoy, el que ve con impotencia el empoderamiento de los grandes ministerios que nada hacen para que los nuestros sobrevivan al espanto, al quiebre indeclinable de una realidad plasmada y construida de epidemias y bacterias, asesinas y mortales, mientras, dependemos, no de ustedes, no de sus bolsillos, llenos de víboras, de cascabeles, de serpientes, sino, del Altísimo, de Aquél que todo lo ve y todo lo ausculta, no se trata de pedir limosnas, como los curas, como los maleantes de la prosperidad, o como los comerciantes del canto predecible, sino, vidas verdaderas de hombres verdaderos, adjuntos como una estampilla a vuestros oídos metálicos, a vuestros ojos de vidrios, polarizados, para que nadie pueda ver lo que hacen con su tiempo, el cómo desperdician el paso de las horas en aquellas cosas que ningún bien producen al alma.

Pero esa clase de hombres que alguna vez produjo La Palabra, ya no existen, por lo menos dentro de esta realidad, dentro de esta casta de vagos y parásitos que produjo la miseria espiritual de la prosperidad y la flojera intelectual, no es posible detectar algún tipo de actitud que parezca creíble cuando se trata de violaciones a niños o abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos o de quien sea, no, para nada, el vil dinero lo ha comprado absolutamente todo, las palabras, las conciencias, los ministerios, la música, los versos, las predicaciones, ¿por qué anhelamos tanto vivir entonces?, ¿para qué vivimos si no deseamos disentir, si no queremos confrontar con la verdad la realidad que nos ha tocado vivir? Si ser cristiano hoy día consiste en mover un par de piezas solamente, entonces no vale la pena serlo, mejor quedarse en lo que uno es y mantenerse simplemente quieto, inmóvil mirando todo por lo que no se está dispuesto a sufrir ni a luchar, eso es mejor, esconderse detrás de un face book para almacenar congratulaciones no tiene valor, no señores, en este tiempo no, hay demasiado dolor en las calles como para obviarlo, demasiadas muertes como para continuar creyendo al sistema y a sus apóstoles vendidos y podridos en dinero. Yo no tengo prisa sino para seguir transigiendo, no tengo otras alternativas más que la de avanzar, aún con la enfermedad, aún en medio de esta trágica y espantosa realidad cercenándome los huesos.

No me puedo contener, tengo un poco de fiebre, no sé con certeza si podré o no comprarme todos los medicamentos esta vez, pero que importa, a quién le puede importar, una vida, una miserable e insignificante existencia que habla de Cristo a un podrido sistema, no va desequilibrar las finanzas de nadie, porque nadie estará dispuesto a dar un miserable centavo por alguien como yo, lo tengo claro, sé cuál es la verdad que me corresponde, sé que serían capaces de todo por lo que dicen amar, pero no por lo que podría iluminar un poco sus vidas, no señores, para eso no hay recursos, ¿o pensaban que la verdad era gratis? ¡Y si es gratis como dice La Biblia! ¿Por qué hombres como Witt, Chaparro, y cuántos más se han hecho millonarios con ella? ¿Por qué se lo permitieron? Sólo porque ustedes no han defendido a los verdaderos y a cambio han preferido olvidarlos, y en el peor de los casos, evadir el hecho de que personas como nosotros, hijos también del Dios Todopoderoso, también tenemos necesidades, enormes necesidades que si no fuera por el Señor que nos ama, habríamos perdido hasta la fe. Pero aquí estoy yo, en pie, de pie ante ustedes, encarándoles por mezquinos, por cómodos, por habituarse a lo que les ofrece este mugroso sistema de porquería que ha comprado sus conciencias, con mugre, con mierda espiritual que no sirve ni para sacarse un resfriado del cuerpo, esa la única verdad, todo lo demás es apariencia nada más, una vil y poderosa apariencia que no logrará impedir que la verdad suprema de Dios, un día de estos emerja, con mucha más violencia y determinación que una tempestad, así será, es inevitable.

Mi cuerpo se ha ido doblegando lentamente a los impulsos de esta enfermedad, y desde luego, esta noche me esclaviza, con mucho más dolor que antes, por lo menos en mi parte externa, la de las células, la de mis nervaduras, ofreciéndome una especie de calabozo para que estas manos y estar piernas no puedan ya moverse con la libertad que ellas quisieran. Mi pecho, agujereado y convertido en un poderoso témpano, me detiene, en esta angustiosa y vertiginosa dictadura de dolores, de valles escarchados que me sojuzgan, inyectándome, enormes cantidades de aguijones cristalinos ya sin nombre, sin direcciones posibles, todos convertidos en cuchillos, delgados y afilados, quebrantando uno por uno los pocos huesos que quedaban sin padecimientos, al menos así parecían. A pesar de aquello, aquí permanezco, con la misma voz de siempre, con mis manos y mis dedos entintados, transigiendo, postergando mis ilusiones, dilatando mi sufrimiento, ahora que la verdad forma parte de todas mis evidencias, las de Cristo, las de quienes no ser dormirán y aquí permanecerán, despiertos, conscientes, alertas junto a mí…

Tuesday, July 05, 2011

Responsablemente sincero.






















Hace poco fui consultado por un hermano, de qué manera yo financiaba mi trabajo tanto en internet como mi sencillo ministerio. La verdad es que no es fácil en un tiempo como éste sacar adelante cualquier causa de este tipo, más aún si uno desea confrontar situaciones que no siempre son del agrado de muchos. Por lo tanto, esta labor, por sencilla que parezca, se torna sumamente compleja, agotadora a veces, y siendo muy sincero, en muchas ocasiones he estado a punto de dejarlo todo, por no conseguir resultados en el momento en que uno los esperaba, de todos modos, la certeza no es precisamente lo que flaquea en esos momentos, sino, tu humanidad, pues, es ella la que resulta más dañada cuando la ponzoña de algunos, logra activar parte de tus íntimas y justas defensas.

Así me las arreglo para coexistir en esta realidad entonces, con todas las prerrogativas que te impone este absurdo sistema, de modo que nunca me encuentre ocioso, de manera que nunca tenga que depender de nadie, sino, de mi propio esfuerzo, aún así, intentar hacerlo con una carga como la que debo sobrellevar a diario, se torna cada vez más difícil. Pero debo ser sincero además y reconocer, que no siempre he estado tan solo en todo esto, que siempre hay alguien que te ofrece desinteresadamente todo tipo de ayuda, a veces en lo material, como también en lo espiritual y afectivo, el caso es que debo ser una persona de esas que no siempre está tan solo como para creer que los demás no tienen nada que aportar a tu vida, para ello, el Señor me ha dado la bendición de contar en mi vida con una pequeña pero importantísima lista de grandes amigos y hermanos en Cristo, los que siempre han estado conmigo, en todas mis pruebas y tribulaciones, como por ejemplo, mi amigo y hermano Danilo, de Rancagüa, a quienes aprecio y quiero en el Señor junto a su esposa e hijos, a mi siempre fiel amigo y hermano en Cristo, hermano Claudio de Santiago, fuerza hermano Claudio, ya todo va a pasar. En un lugar especial, a mi hermano Ricardo de Valparaíso, a su esposa, mi hermana joanna, sus hijas y ese maravilloso hogar en donde siempre hay algo que compartir en su mesa, por todos ellos, y por supuesto por los que no alcanzo a nombrar, una enorme gratitud a Dios, porque sin sus vidas y sus testimonios, yo no estaría aquí ni detrás de mi guitarra, colaborando del mismo modo como lo he hecho siempre.

Pero mi trabajo, de hecho, consiste en gran parte en este blog, a tratar con las vidas de las personas, muchas de ellas segregadas por el sistema, olvidadas por los políticos y quienes tienen la responsabilidad de protegerlos y defenderlos, y que por ese olvido ético en el cual incurren deliberadamente tantos instituciones religiosas como políticas, los tenemos aislados, desprovistos de todas las posibilidades que a otros simplemente les sobra. El ser humano entonces, tiene un lugar no solo en este trabajo sino que también en mis cantos y por supuesto en mi poesía, allí sus vidas trascurren y pueden ser tratadas, desde la perspectiva que me permite el entendimiento y el compromiso con Cristo, muchos de ellos son seres humanos a los que jamás llegaré a conocer, pero que no obstante, su dolor, el valor de su humanidad y todas sus valiosas existencias, producen en mi vida, una profunda meditación que tarde o temprano llegará a convertirse en palabras que terminan ocupando un lugar en este silencioso espacio. Por cada uno de ellos, mi clamor constante, por los que no tendrán respuestas a sus oraciones, por los que no serán oídos jamás, por todos ellos, una plegaria hacia lo alto, invocando al Dios Todopoderoso para que sus propios sufrimientos, si no pueden ser mitigados, al menos sirvan para que nuestras realidades entiendan el significado de cada ser humano, el valor de cada vida que nos rodea, y de este modo, intentar mejorar, como individuos, como sociedad, y por qué no, como humanidad.

Esta vez, como nunca ha sido mi costumbre, ni será tampoco, me he dado fuerzas entonces para transigir una vez más, para hacer un alto en todo esto, sin embargo, no para retratar alguna situación cotidiana y de ella extraer alguna enseñanza, sino que, para invitar, a cada uno de ustedes que fielmente han seguido este trabajo, y que con su esmerada preocupación lo mantienen en pie, a preocuparse por él, más allá de tan solo leer o reflexionar junto a mi cada vez que sea posible, pensar que un ministerio de esta naturaleza carece de necesidades, constituiría un error enorme por parte de los que piensan de este modo, porque hasta el Señor necesitó de colaboradores para hacer lo que hizo con su vida, es algo innegable, está escrito, no se puede evadir. Es cierto además que ninguno de ustedes tiene obligaciones conmigo, desde luego porque este espacio no fue diseñado para ello, no obstante, tengo absoluta certeza de que a más de alguno le ha servido y por supuesto, más de alguna reflexión ha ayudado a la comprensión del tiempo que como cristianos estamos viviendo, eso es bastante a mi modo de entender.

Mi enfermedad avanza, el agotamiento que a veces me provoca tal situación, me afecta de tal modo, que no puedo desarrollar todas las labores que quisiera, si pudiera, es más, debo agradecer al Señor por las oraciones de tantos hermanos que han dispuesto de su tiempo y preocupación para rogar por la mejoría de mi cuerpo, sin embargo, estoy claro que, a pesar de ello, debo continuar luchando, creo que no es tiempo de retroceder, para nada, las cosas no marchan bien para este mundo, poco a poco, día tras día vemos cómo la realidad simplemente agobiante de este sistema, parece hallarse sobrepasada, de dolor, de miserias, de falsas expectativas, de sueños que no son más que ilusiones de una forma de vida que sin Cristo, no parece tener sentido alguno. Allí nos encontramos todos los que damos la cara, los que, sin temor al fracaso, nos esforzamos por dar algún tipo de lucha en el Nombre del Señor, valientemente, sin medir si en la próxima jugada lo puedas llegar a perder todo por Él, esa clase de personas es la que formamos muchos de los que este sistema no acepta, y es más, el propio sistema religioso cuestiona, sin disimular, sin esconder nada. Frente a ello, solo puedo decirles que mi corazón, en esta noche, abriga una cálida esperanza, una esperanza en el Glorioso Retorno de nuestro Señor Jesucristo, que al parecer, sobre mi débil humanidad, Él seguirá depositando el peso de una verdad invariable, como ha sido su costumbre, como lo hizo con Pablo, con Juan, con Pedro, con Elías, con todos ellos, a quienes siempre he admirado y por los cuales solo tengo un profundo respeto y enorme gratitud, sin olvidar a cada uno de los que han llegado a formar parte de mi propia historia, a mis padres, a mis hermanos, a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos, a los que me enseñaron la fe, a todos los que junto a mi ex compañero de canto conocí cuando recién aprendí a dar mis primeros pasos en la fe como Dúo Sal, en fin, a esos hermanos que el Viernes pasado conocí en Playa Ancha, en un departamento en donde se reúnen a orar y a dar gracias a Dios, a pesar del hielo que esa noche parecía congelar nuestras cuerpos, a los siervos de Dios, que con su cariño, permiten que estos ministerios itinerantes no desaparezcan, sino que por el contrario, sigan prestando una ayuda o colaboración a una realidad como la que he conocido gracias al entrañable amor de Cristo.

Friday, July 01, 2011

¡Chile sin voz profética!
















Pero la guerra espiritual no existe porque algún "avispado" escritor gringo de novelas cristianas, lo haya descubierto, luego, lo haya escrito y finalmente, haya llegado hasta nuestras realidades para que silenciosamente, ocupe un lugar más entre otras producciones que ya perdieron absoluta vigencia en un campo espiritual como el nuestro. Nosotros, obviamente somos responsables de que ellos ejerzan esta forma de poder sobre nuestras conciencias, no hay duda de ello, porque siempre habrá en nuestra patria, y más aún en nuestra realidad espiritual, aquellos meretrices que están dispuestos a todo con tal de quedar bien con ellos, es una eterna desgracia de la que todos hemos sido testigos alguna vez, pero es así, y ya no podemos hacer nada para remediarlo. El problema ahora se nos plantea desde nuestra propia perspectiva, en donde uno puede analizar, reflexionar al respecto incluso, sin embargo, está claro que en este país, el robo, la usura, el latrocinio, y todos sus perfectos derivados, son una conducta propia de una sociedad que se ha construido en base a la mentira y al descaro, tanto de los que gobiernan como los gobernados, porque mientras una gran parte de los chilenos, inclusive del mundo cristiano, se movía al ritmo del reggeatón, La Polar vendía su propia pomada, "llegar y llevar", así de fácil.

Es claro para mí, en un medio como el nuestro, en donde las vidas no gozan precisamente de esa protección que te brinda el estar consciente del mundo y de la hora que estás viviendo, que cosas como las que están pasando sólo en nuestro país, ocurran así no más, y que nadie, absolutamente nadie haya podido detectar nada, ni siquiera un mísero engaño. El sistema por lo tanto, ha funcionado, una vez más, con éxito total y absoluto, porque para eso fue diseñado, es más, con el beneplácito de todos aquellos que solo existen para ello, para salvaguardar precisamente los intereses de quienes con gran esfuerzo creen y participan de esta desoladora realidad. ¿Pero qué ocurre cuando quienes debieron prever que esto podría estar pasando ahora mismo solo se interesan en ganar y lucrar con el dinero y el esfuerzo de otros? Bueno, pasa lo todo lo que está pasando, y obviamente lo que irá a pasar, desde luego, y una vez más, los verdaderos culpables no pasarán un solo día bajo las sombras de una cárcel, y eso me revienta, me duele que el Estado chileno, jactancioso y con cara de pulcro y juicioso, poseedor de un alto corte valórico y ético, no hay podido advertir este tipo de peligro cuando el mundo en que vivimos, se encuentra lleno de lobos rapaces vestidos de elegantes ejecutivos, piensen ustedes solamente, en todos los cochinos dólares que se gastó Piñera para llegar al poder, y la vergüenza será mayor, es decir, comparativamente, con todo el dinero que este burócrata activista de la era anticristiana gastó en el gustito que se está dando, se podrían reparar todos estos colegios que en mi país, todavía no reciben una miserable ayuda para solucionar los problemas que tienen después del terremoto.

¡Una vergüenza que avalan sacerdotes, pastores, políticos, jueces, fiscales, abogados y toda clase de periodismo mediocre que no se compromete con nada!

Pero el problema radica, aunque ustedes no crean, en la verdad, sí, en la verdad, Jesucristo, el mismo que le permite a Roma y a muchos seguidores de la Prosperidad en Chile y el mundo llenarse los bolsillos de plata, lo dijo hace dos mil años atrás, “Yo Soy La Verdad”, “Conoceréis La Verdad, y La Verdad os hará libres”, “Él os guiará a toda Verdad”, “Santifícalos en tu Verdad, Tu Palabra es Verdad”, es decir, cuando la mentira propagada por Satanás desde un principio, es avalada con el silencio cómplice por parte incluso de los profetas de Dios, el pueblo entero queda a disposición del engaño, que es una de las primeras manifestaciones tangibles del poder que puede ejercer este disoluto enemigo en contra de la humanidad, y en especial, de los hijos de Dios. Los medios de comunicación, altamente comprometidos con el éxito comercial y económico, solo indican a la gente en qué puedes gastar lo que te ganas sin importar los peligros que ello conlleva, fatal, inexcusable desde cualquier punto de vista, porque ellos, como medios de influencia social, se transforman en verdaderos tentáculos de un poder que no posee actos ni escrúpulos de carácter humanitarios para comprender el dolor y el costo que significa para miles y miles de familias chilenas, una situación como la que hoy están pasando muchos compatriotas nuestros.

Pero la sociedad chilena está conforme, de hecho, nada podrá detenernos en semejante encrucijada, los chilenos no estamos dispuestos a invertir en los dramas de los demás, salvo los estudiantes, que a diario deben lidiar con las enormes deudas a que deben someterse por casusa de un sistema podrido y que segrega a las personas por clases, después, La Copa América ocupará la atención de todos, el si Aléxis Sánchez firma o no por El Barcelona será la noticia, en tanto, miles de chilenos nuevamente serán engañados de una u otra forma, en las cuentas de la luz, del agua, del gas, del valor de la parafina, que se supone, la utilizamos muchos chilenos que no contamos con otros medios para calentarnos en invierno, en fin, la lista es enorme, porque vivir en este país ya se tornó difícil, casi una esclavitud, a la manera de los israelitas en Egipto, por todo debemos pagar, nuestros impuestos obviamente, pagan los sueldos y las deudas de los parásitos que pululan en las cúpulas estatales sin siquiera ofrecernos ningún tipo de ayuda cuando les necesitamos. Nosotros entonces, como simples seres humanos, somos deudores de un sistema que a diario nos roba, nos ultraja, viola nuestros derechos, y nadie hace nada por defendernos, es más, cuando llegas a deberle plata a este “mierdal”, los jueces impunemente te obligan a pagar, o si no, te echan de tu propia casa para que saldes la cuenta, ¿y cuando el sistema te defrauda, quién te defiende? ¿El Estado? ¿La Contraloría? ¿Los jueces de porquería que dejan libres a los pedófilos y ejercen justicia selectiva a favor de los poderosos? Nadie por supuesto, quedas expuesto al desamparo absoluto, recién allí comprendes a los que salen en programas como Aquí en Vivo, Contacto, u Informe especial, porque antes, nunca pensabas que ibas a formar parte de ese tipo de encrucijada o acto migratorio.

Por eso desde aquí, clamamos, para que el mismo Dios que liberó al pueblo de Dios allá en Egipto, pueda oírnos y poner en acción Su Bendito Poder y Propósito, no queremos negarle, no deseamos retroceder, pero un país como éste, solo es una muestra más de lo que ocurrirá cuando hombres como los que gobiernan gran parte de este mundo, tomen el control absoluto de todas las economías que ahora mismo están pasando a manos de privados. Eso es lo que debería proclamar la Iglesia de Cristo, el peligro de vivir y creer en una sociedad que se ha construido de hechizos comerciales, pura brujería, pura fantasía, puro engaño, sin embargo, está claro que el cristianismo actual no desea oír acerca de La Verdad, ha preferido lo alternativo, lo que le produce placer, las adulaciones, los profetas de la prosperidad, el amor de Face Book, las promesas virtuales, nunca la realidad, por eso ni te preguntan cómo lo haces para sobrevivir en este injusto sistema, no están interesados en conocer los milagros que debe hacer Dios desde lo alto para que finalmente tu fe no decaiga, diariamente, de lo contrario, no sé dónde estaríamos muchos de nosotros, aún así, creo que la realidad mediocre del cristianismo apostata, no dirá nada acerca de esta grave situación, ni menos de la importancia y el efecto que debería tener La Palabra profética y contextual cuando se aplica correctamente en realidades como la nuestra. Pero ellos no están interesados en oír predicadores de este tipo, nos miran por debajo, ¿por debajo de qué? Si ya lo he dicho otras veces, ¿qué les dijo Marco Witt acerca de esto, les habló de la verdad cuando lo trajeron a pasear por última vez a este país? Y todos los profetas que han traído, ¿los han discernido verdaderamente? Lo dudo, el chileno medio solo absorbe, no medita en la verdad, salvo algunas y muy particulares vidas, los demás, solo se dejan llevar, no atinan a nada, si el sistema les dice aquí, ellos van, por eso la fornicación espiritual es una conducta propia de este tiempo, por ello también el verdadero Sacerdocio cristiano se halla en decadencia, y no porque no tenga las herramientas para confrontar las situaciones que Dios ha permitido ocurran en este país, no, para nada, simplemente porque los hijos de Dios ya no tienen ni se hacen el tiempo para reflexionar en las razones que llevó a Dios a no permitir por ejemplo, que gran parte de Su propio pueblo, pereciera en los calientes senderos del desierto egipcio, ello al parecer, no tiene semejanzas con nuestra realidad, Las Plagas por lo tanto, pasaron de moda, entonces, ¿qué traerá a Cristo a este mundo nuevamente? ¿A quién viene a buscar?

Nosotros entonces, somos responsables de permitir que quienes nos gobiernan, lo hagan de este modo, nosotros, con nuestras decisiones, con el tipo de vida permisiva que hemos adoptado como norma de vida, traspasamos el poder a gente inescrupulosa que solo aspira a lucrar con nuestros problemas, mientras tanto, La Palabra profética está demandándonos una inmensa cantidad de valor, de esfuerzo para continuar perseverando, para mirar lo que Él nos tiene preparado y no quedarnos pegados como estatuas de sal, observando el bienestar que nos ofrece este sistema disfrazado de bienes y servicios. Cristo nos enseña a vivir con lo justo, Él es el modelo a seguir, Él es la persona a quién debemos escuchar, no a otros, Su Palabra y Su Vida ha de seguir iluminando nuestras vidas, nuestras certezas deben ir proyectándose cada día sobre la más absoluta confianza de que Él, y no otro, u otros, ES LA VERDAD, lo demás, solo es apariencia, lo verdaderamente importante, es lo que llevamos dentro, lo que finalmente nos hace ser lo que somos, el mundo no cree esta verdad, y por supuesto, gran parte de la cristiandad actual tampoco, no obstante, yo mismo, en estos últimos meses, compartiendo con hermanos de muy humildes realidades, he sido testigo de cómo el amor y el Testimonio de Cristo, aún permanece intacto, incólume a los avatares de este mundo, otra cosa, allí, no es posible.