Thursday, December 21, 2017

Y EL SEÑOR JESÚS TENÍA LA RAZÓN.

El encanto de vivir en un mundo lleno de injusticias y desigualdades sociales tomado de la mano del Señor es enorme, simplemente recogedor, ¿no somos acaso producto del Amor de Dios? Sólo el Amor de un Dios que nos manifiesta a diario Su Fidelidad nos da la fuerza para proseguir, lo demás, aunque sin solución, me ha permitido ahondar en la naturaleza del ser humano, en descubrir y darme cuenta que nuestras decadencias no se hallan solo en ciertos segmentos de nuestra sociedad, sino que se encuentran esparcidas como alfombra sobre cada aspecto de nuestras vidas, y cuando lo descubres y logras comprenderlo, te quedas pasmado, asombrado con la inercia de algunos, y también con la violencia con la que a diario nuestra sociedad, va dejando en su caminar las vidas de muchas personas que no ven otro recurso que ceder, que morir a ciertos sueños que la vida les ha robado o no les ha permitido alcanzar, es parte de una dinámica destructiva y perversa en la que todos a diario participamos sin darnos cuenta del dolor que podemos ir dejando con nuestra forma de entender y de vivir la vida en los demás.

No podemos culpar solo a quienes nos gobiernan de nuestras fabulosas decadencias, todos tenemos responsabilidades que cumplir, todos podemos actuar en el diario vivir e intentar cambiar en algo el mundo en que vivimos, no obstante, creo que los mismos que votaron para que este gobierno de izquierda en definitiva dejara de gobernarnos, en muchos de los casos son los mismos que jamás irían a un asilo de ancianos un Domingo por la tarde simplemente a dar amor, tampoco tomarían un paquete con frutas para visitar a algún niño en las dependencias de un Sename vejado y prácticamente en el más absoluto olvido por parte de las castas políticas, no, ese trabajo es para otros, para otros que son menos importantes, que no tienen las preocupaciones ni el dinero que ellos, para ese trabajo existe ya la gente, ellos dan por sabido que quienes se esfuerzan por mejorar este mundo a ese nivel, ya existen y cuentan con todos los medios que seguramente en sus frágiles conciencias, creen que el pervertido Estado les financia.

Pero no es así, la realidad es mucho más fuerte, mucho más visceral, nadie hace nada por nadie si no es por dinero, para mucha gente influenciada por Don Francisco en este sistema corrupto, solo existe niños lisiados, ¿y los quemados?, ¿los del SENAME?, ¿los niños y adultos que sufren ceguera y que no cuentan con medios para desarrollar sus proyectos?, ¿y la gente que no tiene posibilidad de ser atendida en los servicios de urgencia? ¿Y los seres humanos que en nuestra patria son discriminados por su condición social? ¿Y los ancianos que reciben pensiones miserables en nuestro país? ¿Y todos los niños y adultos que han caído en las garras de la droga? ¿No merecen ser considerados? La lista es muy grande de derroteros humanos, los perdedores en este sistema están a la salida de la esquina de nuestros hogares, los hay de todas las formas y en todos los envases, pero nuestra conciencia descansa en que el próximo gobernante que hemos elegido, logrará eclipsar con su retórica y su grupo económico, todas las tragedias humanas que se ciernen sobre una sociedad como la nuestra que en cada esquina de la ciudad cuenta con una Farmacia y un Mall decorativo representando el espíritu consumista de este siglo.

Jesús tenía razón, siempre tuvo la razón, nos hemos equivocado al intentar caracterizarlo, no nos imaginamos a un hombrecito cualquiera recibiendo empujones por decirle a la gente que debe hacer las cosas en el momento exacto y no esperar que los demás las hagan por nosotros, un personaje que es capaz de decir las cosas que dijo Jesús, no necesita ser presentado como un Rockstar, tampoco dibujarlo con pelo rubio y ojos celestes, ni menos intentar hacer de La Cruz en donde Él se sacrificó por nosotros, un lugar más apacible exhibiéndolo en las alturas o poniendo una madera en sus pies para que el dolor no fuese más grande de lo que fue, porque La Cruz era un lugar de tortura para los Romanos, y nada de lo que podamos imaginar logrará ablandar el corazón de una humanidad vencida, en sus principios, sometida a una moral que Dios reprueba y que se halla en completa oposición a su manera de pensar, Jesús, el que anduvo en Galilea, era sencillo, no era más interesante en su imagen externa que ninguno de sus discípulos, su belleza estaba en lo que Él decía y pensaba, en lo que enseñaba, es lo que le ha permitido persistir por sobre Marx, Lenin, Stalin, Hitler, y tantos dictadores más que se han alzado en este mundo como mesías y salvadores de un mundo que al final terminaron por arrancarle hasta el alma.

Jesús se fijó entonces en los perdedores, en los que fueron apartados y no contaban con recursos para redireccionar el sentido de sus vidas, a esa gente fue dirigido Su Evangelio, por ese tipo de multitudes Él se entregó diariamente a la labor de predicador ITINERANTE, durmiendo bajo la luz de las estrellas, sin proyecto familiar, sin otro destino más que el de servir a los suyos, aunque los suyos le hayan negado, su impronta estaba destinada a traspasar todas las fronteras de este mundo, por ello, porque Su Testimonio fue conocido, y Su Vida, prácticamente enseñada en casi todos los lugares del mundo, todo esto no justifica el hecho de que hoy, en una ciudad como el VATICANO, en donde todo es lindo y perfecto, en donde la religión produce millones, como el protestantismo mundial, se concentre toda la espiritualidad del mundo, no, Jesús no lo toleraría, jamás, Él estaba con los sufrientes, con los malogrados, con los enfermos, allí ayudó con Su Palabra a aliviar el dolor humano, enseñando a sus discípulos acerca del costo de seguirle a Él, de no claudicar a pesar de la negativa de un mundo que no desea ser confrontado con la verdad.

El cristianismo ha perdido mucho tiempo, muchas horas de trabajo por quienes más necesitan de nuestro mensaje, de nuestra ayuda, partiendo de sus cabezas, hemos vivido en estados de indiferencia por largos años descansando en la labor de hermanos que, sin contar con medios siquiera, se propusieron la meta de cumplir con la demanda del Señor en un país como el nuestro, en donde un solo vehículo en un Ministerio de Fe, puede hacer la gran diferencia. Pero eso no está en la conciencia ni en la dinámica de un evangelio en donde el centro, es el concepto de comodidad que produce la bendición para el que cree, no, la imagen que se ha vendido en este tiempo, es que un cristiano debe estar rodeado de bendiciones materiales, aunque éste no le trabaje un solo día al Señor teniéndolo todo para hacerlo, de no contar con estas bendiciones, es catalogado de pobre, es decir, un problema para quienes desean hacerse de las bendiciones de los hermanos y con ello, no trabajar un solo día de sus vidas en nada.                

Jesús, el que anduvo en Galilea, se escandalizaría al ver ministros suyos convertidos en comerciantes, viviendo en mansiones como en los Estados Unidos, como la realidad que viven muchos de estos seudo ministros de Dios en toda esta América Latina llena aún de dolor y de una miseria social que duele el alma contemplar. Los poderes de las tinieblas han sabido sacar buenos réditos de estas realidades, como el IMPERIO DE LA DROGA, que no descansa ni obvia ninguna de las formas con las que puede envenenar el corazón de miles y hasta millones de seres humanos en todo el mundo, y dentro de ellos, a una cantidad innombrable de niños que al final se convierten en sus esclavos, lo triste de todo esto, es que a estos vendedores de la imagen falsa de Jesús, les importa un carajo que ello suceda en sus propios mundos, ellos saben cómo evadir la realidad, es tan degradante siquiera hablar de ellos, el propio cristianismo los blinda, los reviste con su poderosa indiferencia y los deja sin responsabilidad ni moral ni espiritual, lo que para mí representa, una de las vergüenzas más grandes que he tenido que observar en esta forma de cristianismo perverso.


Si yo hubiese tenido un vehículo, a pesar de la enfermedad que me aqueja, habría hecho muchas cosas más con mi cristianismo y mi Ministerio en este tiempo, lo tengo claro, he tenido que morderme la rabia, muchas y muchas veces, eso sí, el dolor de verme superado por un mal que afecta mi cuerpo, no me ha impedido continuar luchando detrás de este computador y provocar un tipo de reflexión que muchos honestos cristianos agradecen, la limitación que me impone esta enfermedad, me deja sin alternativas, sin posibilidad de alcanzar todas las metas que podría haber logrado si en este sistema, muchas personas se hubiesen de verdad interesado en colaboran. No creo que he perdido mi tiempo sirviendo a Dios en este país, tengo mi conciencia en paz en cuanto a que he cumplido, pero eso si, no soy un alma que pueda dejarse manipular fácilmente ni aquietar con una predicación, por lo cual, continúo orando, clamando a Dios para que sean muchos más lo que puedan ser alcanzados por un canto y una reflexión que restituye en algún sentido, la verdadera imagen de quien no solamente nos ha Salvado del pecado sino que además, diariamente nos bendice porque simplemente nos ama y sabe que nuestras vidas, aunque limitadas a veces, todavía si queremos podemos serle útil para alcanzar a esa gente por la cual Él, dio su tiempo, su mensaje y su vida con tal de que la humanidad, sepa que en lo alto del cielo, hay un Dios que nos ama y que vive preocupado de lo que nos acontece aquí en la tierra.        

Monday, December 18, 2017

LA IGLESIA QUE SUFRE Y AGUARDA SU VENIDA.







Vivimos tiempos límites, es un hecho, lo que acontece al mundo entero tanto en el área política, económica, social, como también en el comportamiento de la naturaleza, nos dan claros antecedentes para afirmar que Dios nos está mostrando que algo sumamente importante debería ocurrir en el aspecto espiritual y de La Iglesia de Cristo, porque si juntamos todos estos aspectos uno a uno, veremos que hay un sentido en todo esto, un sentido que reafirma la profética bíblica, la cual nos insta en estos últimos tiempos a no descuidar nuestra vida espiritual y moral, a que no dejemos de buscar y de bucear en lo profundo de Dios, porque el tiempo, en la medida que se acerca el momento de La Venida del Señor a este mundo, se tornará cada vez más peligroso.

Los peligros son muchos, muchas las maneras con que el enemigo de Cristo y de su Iglesia pretende detener el avance de la revelación, es la revelación de Dios la que Satanás no desea llegue a los hogares de los hijos verdaderos de Dios, porque ella es la encargada de darnos a conocer el plan de Dios para estos tiempos, la forma en que Dios actuará y desea que nosotros actuemos para no correr todos los peligros que se anticipan colosales. Dios ha establecido día y hora para el cumplimiento de sus profecías, nada de lo que Él nos ha anticipado a través de sus profetas queda sin cumplimiento, la exactitud del cronómetro de Dios es realmente elocuente, aunque la ciencia, la arqueología y otras disciplinas más lo quieran negar o evadir, existe muestras palpables de lo que Dios hizo en el pasado, y por supuesto, lo volverá a hacer para que Su Pueblo Bendito, pueda reconocer en nuestro Dios, al Dios Poderoso de Israel.

La profecía de Dios no es estática, no está encerrada en cuatro paredes, no pertenece al patrimonio de ninguna denominación ni de ninguna religión en especial, hasta prostitutas han tenido acceso según las propias Escrituras al Propósito de Dios, lo cual nos debe enseñar que tratándose del plan de Dios, todo puede suceder, quienes pretenden tener el control y el sentido de La Profecía bíblica, cometen un gran error, porque Dios no esperará que los cristianos actuales se pongan de acuerdo para que Su Palabra tenga pleno cumplimiento, por el contrario, según el volumen de deserción de cristianos al propósito de Dios en sus vidas en este último tiempo, Dios no esperará absolutamente nada, será una huida violenta y total, al más parecido evento de la escapada de Lot de la ciudad de Sodoma.

Pretender pasarse la vida reflexionando puramente sentado en una banca de iglesia sin tomar acciones directas que nos lleven a ponernos en el lugar que nos corresponde, será algo que Dios tomará en cuenta para intervenir nuestras vidas y decidir seguramente quienes se irán con Él. Sé que muchos tienen por tardanza La Venida de nuestro Dios, sé que poco o nada les interesa que Jesucristo vuelva a este mundo, para ellos no es suficiente con todo lo que hemos visto y vivido en estos últimos años a nivel global, lo que para mí representa una prueba tangible del nivel de indiferencia en el cual viven muchos que se dicen cristianos, pero que, con solo una pequeña auscultación a su cristianismo, nos queda claro en qué realmente se encuentran. Dejar pasar la oportunidad de hablar de LA VENIDA DE CRISTO A ESTE MUNDO significa para mí, una gran y desastrosa pérdida, una merma enorme en lo que respecta al Plan de Dios para con nuestras vidas, soy de los que cree fehacientemente que Cristo Retorna, estoy seguro de ello, y quiero irme con Él, quiero que mis hijos se vayan con ÉL, mis amigos, mis familiares, mis vecinos, para ello, tengo que invertir tiempo, tengo que escribir más canciones, muchas más canciones que hablen de Su Advenimiento a este planeta.

Nuestra realidad cósmica no ha sido totalmente hurgada ni entendida, somos personajes que vamos a la exploración de un espacio que el hombre, con toda su tecnología y adelantos en el área científica, jamás pudo alcanzar, iremos más allá de las estrellas, al fin conoceremos el cómo Dios hizo el Universo, las estrellas y los planetas, seremos testigos de este gran milagro que es la vida, y todo porque fuimos capaces de esperar, de asumir el costo de un Evangelio que no permitimos se nos fuera alterado, de ninguna forma. Para ello es que vivimos entonces, para ello es que sufrimos, padecemos en este mundo, lloramos, aguardamos la aparición de nuestro Salvador, creemos que no estamos lejanos a este suceso, tenemos la confianza de que Él volverá.

La Iglesia verdadera de Cristo se está preparando, es un hecho, ninguno de los hijos que el Señor ha llamado con Su Espíritu Santo en este tiempo quedará indiferente, todos los que han creído en Su Palabra y se han puesto a cubierto en La Sangre Bendita de nuestro Salvador, serán guardados, él y sus hijos, es una promesa, una palabra dada por Él mismo. La sangre en el dintel alcanza a nuestros sucesores, aunque la salvación sea un hecho personal. Tiene un costo enorme perseverar en medio de un sistema materialista y nihilista como este, tiene un costo que a veces nos agota, pero ninguno de nuestros sufrimientos ni de nuestros esfuerzos quedará sin recompensa:

“Entonces Pedro, tomándole aparte comenzó a reconvenirle diciendo: Señor, ten compasión de ti, en ninguna manera esto te acontezca.

Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás, me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino, en las de los hombres!

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.

Porque todo aquél que quiera salvar su vida la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”
                                                                (S. Mateo 16: 22 – 26) 

El deseo de Satanás, es que los hijos de Dios perdamos el mayor galardón al que podemos tener acceso mientras permanezcamos en este mundo, como lo hizo con el Señor, y ese galardón es sufrir, padecer por causa del Evangelio, el engaño que utiliza y utilizará Satanás en este último tiempo, hará que muchos retrocedan, que solo cuando se encuentren frente a la realidad sabrán el error que han cometido, no antes, antes simplemente Dios los dejará que hagan lo que deseen con sus vidas, abandonar hijos, destruir hogares, vivir sin reglas morales, hacer con sus vidas lo que les parezca, en fin, la regla es para ambos, hombres y mujeres, porque el cristianismo no puede excusarse en que vivimos bajo una nube de inmoralidad nunca antes vista, esa es una mentira enorme del diablo, porque si hablamos de corrupción y perversión, remitámonos al tiempo del Apóstol Pablo, allí sí que la perversión era terrible, no obstante, Pablo, el insigne Apóstol de Jesucristo, llegó a triunfar en medio de toda la degradación moral que hubo bajo el gobierno del Imperio Romano.

Su Pueblo clama, no pierde su tiempo, es demasiado valioso para ignorar lo que estamos viviendo, ya hay muertos en Jerusalén producto de todo lo que deberá acontecer, la religión y los comerciantes de la fe en cambio, en todas sus versiones, predicadores, pastores, cantantes, etc., no podrán detener ni manipular el avance de La Revelación y el cumplimiento de La Profecía, por ningún motivo, Dios no lo permitirá, por eso es tan evidente para los hijos de Dios que el tiempo que vivimos es un tiempo peligroso, un tiempo que pretende con toda su basura ecuménica, debilitar nuestras convicciones, es un hecho que La Iglesia sería perseguida antes del Retorno de Cristo, y si no lo es de manera física, lo está siendo en su aspecto espiritual y moral, la única alternativa para los hijos de Dios, es confiar, es dejarse afectar por La Obra sobrenatural del Espíritu Santo, la cual pretende guardarnos del día que vivimos y de prepararnos para el momento maravilloso y ansiado en el que nuestras vidas, finalmente, serán arrebatadas para estar para siempre al lado de nuestro Señor y Salvador.


Florencio Navarro

Cantautor Cristiano Chileno.  

Tuesday, December 05, 2017

CRISTIANISMO, UNA FE HISTÓRICA.







Permanecer y mantenerse fiel a Dios entonces es la consigna en este caminar, a pesar de todo lo vulnerable que nos encontremos, Dios ha guardado de los suyos durante toda la historia y seguirá haciéndolo. Somos parte de un pueblo que se haya diseminado sobre la tierra, un pueblo con historia, un pueblo que ha ido dejando una huella, a veces imperceptible, como todo pueblo errante, pero una huella que no se podrá borrar fácilmente.

Nuestra razón de ser no tiene nada que ver con la imaginería de la fe gringa, los charros mexicanos  o la parodia centroamericana al estilo cumbianchero, para nada, somos un conjunto de personas adheridas a una forma de fe que pertenece al pasado, a un segmento de la historia que ha modelado el carácter del hombre occidental, de tal modo que los íconos actuales del protestantismo mundial, con toda su porquería de fe comercial y su apostasía evidente, no nos representa en lo más absoluto, ni con su música afeminada ni con su forma de encarar el mensaje bíblico, es más, el abismo que existe entre ellos y gente como nosotros, que tenemos una marcada identidad con la verdadera vida de Cristo, y los papanatas que ha producido la fe comercial de hoy, es tan enorme, que no existe siquiera la necesidad de publicarlo, simplemente es evidente.

La fe histórica que nos da a conocer el mensaje de La Palabra de Dios, nos ha dado una muy clara demostración de lo que debemos creer y defender en estos días, hasta con nuestras vidas si es necesario, la debilidad que ha mostrado en cambio la realidad espiritual de La Iglesia de Cristo al modo actual de fe en su aspecto fundamental, desde luego define, nuestras propia realidad, y por su puesto la de ellos. Seguidores de tal o cual predicador, defensores de cantantes abiertamente ecuménicos y hasta declarados altruistas de la moda homosexual en América Latina, se han apoderado de las realidades espirituales y de las mentes, no de cualquier mente sino, la de un cristianismo que no advierte el peligro en el que se encuentra cuando, estos auténticos mercenarios de la fe cristiana, son capaces de alzarse como modelos de vida espiritual, obviando como siempre, todo el enorme depósito de principios y valores que nuestros antepasados en la fe, fueron capaces de defender hasta con sus vidas.

El cristianismo actual, le ha dado está posibilidad a quienes hoy día los dirigen al estilo Roma en el catolicismo, lejos de confrontarlos con los principios bíblicos, les han permitido gobernar y a través de ello, enriquecerse de tal forma que no ha pasado inadvertido por las cadenas noticiosas seculares, lo cual representa una de las vergüenzas más grandes de este último tiempo para el cristianismo protestante mundial, sobre todo en países en donde el hambre aún, es una realidad absoluta y total. Existe, para ello, un mutismo claro, una defensa que se transforma en un muro infranqueable y a la vez, la más degradante y perversa demostración de lo que es capaz de hacer una realidad más preocupada de las cantidades y el dinero, que de las almas que sufren a diario en este mundo, lo cual nos permite afirmar con absoluta seguridad, que lo dicho por Las Escrituras hace dos mil años atrás, era cierto, La Apostasía tiene título, fecha y nombres.

Quienes protegen a esta forma de cristianismo, quienes lucran con esta forma de fe, no desean que estas cosas se den a conocer, por ningún motivo, usan la propia Palabra de Dios para excusar a estos magnates, a estos enviados de las tinieblas, les parecen incluso hasta divertidos, como si en el mundo no hubiera suficiente sufrimiento, no hubiese enfermedades que sanar, que el Evangelio de lo único que se trata es de dinero, de materia, y El Amor de Dios, es solo un producto que se puede intercambiar, vender, exponer y hasta pisotear, porque lo que cuenta es otra cosa, algo que no tiene nada que ver con la ternura con la que hablaba El Apóstol Pablo a sus hermanos, para ellos, las vidas de estos grandes hombres de Dios pasaron de moda, ellos no tienen nada que aprender ni compartir de esa clase de vidas. La ética ministerial, la vida valórica, los fundamentos que dan forma y sentido a nuestro cristianismo, no corre, y como no corre, pueden hacer lo que les plazca, lo que ellos quieran, nadie dirá nada, nadie objetará absolutamente nada, porque se trata de una APOSTASÍA con ribetes mundiales, con caracteres enormes, se trata de una traición al alma del cristianismo bíblico y honesto, y, por lo tanto, la objeción no será respaldada, de ningún modo, seguirán construyendo edificios a costos estratosféricos mientras en el mundo aún hay seres humanos que mueren de hambre, sus íconos, resguardados y blindados por el cristianismo de las alabanzas, continuaran en su carrera de avaricia y de ambiciones terrenales, ignorando el mensaje profético y contextual de La Palabra de Dios.

Así es como te conviertes en un luchador, en un peleador, como no logras entender la manera en que toda esta basura se ha generado dentro de una realidad supuestamente espiritual y de Dios, te ves en la obligación de decir lo que sientes, con todo lo que tengas para ello, sea poesía, canción o texto, todo puede servir, aún hay conciencias adormecidas que deben ser despertadas, de otro modo, todo se perderá. Así también es como nuestra fe, histórica, fidedigna, logró producir hombres de gran valor, poetas, escritores, profetas, hombres que dieron a nuestra fe, un sentido de pertenencia, con una identidad que todo el dinero que ha producido el cristianismo de las bendiciones en el correr de todos estos años, no sería capaz de engendrar en un solo día, porque lo realmente notable de esta disputa, no es que exista estas diferencias, siempre las habrá, es que en medio de todo este acontecer, aceptándolo o no, se encuentra Dios, El Espíritu Santo, y sin duda nada de lo que está ocurriendo con nuestro cristianismo, pasa inadvertido por Él.


Nuestra fe proviene de Abraham, desde allí hemos recibido la bendición de sabernos amados y guiados en este mundo por un Dios como nuestro Dios, un Dios que no ignora nuestro dolor, nuestras enfermedades, nuestras necesidades, Él ha estado siempre cerca de nosotros para que esta clase de perversión, no llegue a debilitar nuestras convicciones, y para que ello no ocurra, la señal de Su Amor y de Su Presencia en nuestras vidas, como aquella sobre el dintel de las puertas de los israelitas en Egipto, nos da la seguridad de que nada ni nadie podrá movernos un solo ápice de lo que creemos y llevamos en nuestros corazones, en forma de esperanza, en una expectativa de fe que para aguardar El Retorno de nuestro Salvador e irnos con Él, no es necesario tener una suculenta cuenta bancaria ni menos estar allegado a quienes piensan de ese modo, sino, tener la seguridad en el alma, que así como nuestros antepasados pudieron, nosotros también, porque al final es Dios, y no los hombres quienes dirigen el acontecer que nos ha tocado enfrentar, no son los llamados “grandes ministerios” los encargados de transferirnos el mensaje de Dios para nuestras vidas, sino, El Espíritu Santo, el cual continúa y continuará protegiendo el caudal espiritual que Dios con tanto Amor, deja caer cada día sobre las realidades de todo este mundo, sean pobres o ricos, sean negros o blancos, Dios, El Dios de Abraham y Jacob, está vigente y vivo, vivo para que vivamos por Él  y para ÉL.