Thursday, January 09, 2020

EL PECADO QUE DIOS DESEA TRATAR EN EL HOMBRE.





He tenido la oportunidad gracias a Dios de servirle en esta vida desde mi juventud, y hoy, que tengo más de 58 años según mi calendario, puedo contemplar mi vida como si fuera una proyección y profundizar en ella, interiorizarme en un proceso de vida en el cual Dios, desde el momento mismo que tomó las riendas de mi existencia; aunque es claro para mí que todo comenzó mucho antes: 

“Vino, pues, Palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por Profeta a Las Naciones…”  
                                                                        (Jeremías 1: 5

…me ha enseñado a valorar todo lo que Él desea que yo valore, y una de esas cosas, es acerca de la importancia que ha tenido para mí LA PROCLAMACIÓN DE SU PALABRA Y DE SU BENDITO NOMBRE a través de todos los medios y, con los recursos que sólo Él me ha provisto, todo para lograr finalmente alcanzar con ello, el corazón y la mente de una sociedad que se resiste a todo lo que tenga que ver con la vida espiritual y las consecuencias del pecado en la vida del hombre, de manera que para lograr encauzar mi vida desde esa tierna edad, hasta la cual me encuentro viviendo hoy, he tenido que asumir mi cristianismo con la perspectiva y el carácter que El Espíritu Santo me ha querido señalar, y de todos modos dejando atrás, mucho de lo que corresponde al cultivo humano puramente. 

Ese aspecto que me hizo dejar todo en aquella edad para servirle, incluye objetivamente un cariz que está íntimamente relacionado con la interpretación que El Señor da a esa palabra que, en muchas vidas humanas, no pasa de ser solo eso, una palabra y nada más, me refiero al concepto de LIBERTAD

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permaneciereis en Mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis La Verdad, y La Verdad os hará, LIBRES…”                                      (S. Juan 8: 31 – 32

Así que, conocerle a Él y hacer el esfuerzo por permanecer en Su Palabra, inherentemente nos lleva hacia esa forma de Libertad que tanto anhelamos pero que antes de conocerle, ni siquiera teníamos una idea de cómo era, y que además, al ejercitarla, no contradice los valores ni principios de vida que Dios nos ha dado para que vivamos en paz en este mundo, sin transgredir y respetando todas sus normas, se trata por lo tanto no de cualquier tipo de Libertad, sino, de una forma de Libertad que nos une al sentir Divino con respecto al concepto de pecado y perdón que Él desea que entendamos, pecado en cualquiera de sus manifestaciones, exceptuando LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO

“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonada a los hombres; más la blasfemia contra El Espíritu Santo no les será perdonada. A cualquier que dijere alguna palabra contra El Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra El Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”  (S. Juan 12: 31 – 32)  

Se trata por lo tanto de lo que ha llegado a sentir en el alma cualquier ser humano al cual, por causa de la influencia y efecto del Amor de Dios en su vida, y solamente a través de LA OBRA DE CRISTO EN EL CALVARIO DE LA CRUZ, el pecado no tiene ya ningún alcance sobre sí, algo que la Siquiatría o la Sicología no pueden alcanzar, primero, porque el pecado no solo incluye la mente del hombre, sino que además, su alma, y luego, porque Al Único que le ha sido dado de parte de Dios el tratar este asunto en el mundo; un tema absolutamente trascendente para el hombre, el más diría yo, debido al carácter y profundidad que tiene para nuestras vidas, y por supuesto, porque se trata de principios doctrinales; es, Al SEÑOR JESUCRISTO Y SU OBRA RENDETIVA, y a nadie más, a nadie en todo el universo le ha sido encargado semejante trabajo. El Apóstol Pablo dice en uno de sus escritos: 

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre…”   (l Timoteo 2: 5

Y el segundo escrito de Lucas (Los Hechos) enviado a un creyente llamado Teófilo, dice así:

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro Nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” 
                                                        (Los Hechos 4: 12

No obstante, las religiones que presumen de ser ellas las únicas representantes de Dios aquí en la tierra; y digo, “las religiones”, porque no son pocas, y porque además, con su proceder antibíblico en muchos de sus aspectos, han logrado evadir el fuerte peso de La Palabra de Dios en lo Ético, en lo Valórico y quizás, en cuántas cosas más que nosotros ignoramos; hoy día han propuesto al mundo sin realidad de Dios en sus vidas, una muy variada oferta en lo que respecta al problema o al tema del pecado, logrando con ello además, RELATIVIZAR el uso y comprensión del texto bíblico como LOGO AUTENTICO venido del Señor, a través de LA INSPIRACIÓN DE SU ESPÍRITU SANTO en la vida de los hombres que sirvieron de este modo a Dios en el correr de la historia, todo lo cual, reafirma además, el origen de lo que se nos ha sido enseñado con honestidad como Palabra de Dios, sin que ello pueda generar 2 o 3 lecturas, de ningún modo, un tema tan trascendente como el del PECADO, no puede ofrecer dudas o interpretaciones que produzcan suposiciones en el corazón del hombre, por el contrario, es un tema que se encuentra tan refrendado y claro en toda La Escritura, que al leerlo y comprender su importancia con La Ayuda del Espíritu Santo una vez más, solo nos queda arrepentirnos y pedir perdón a Dios.    

Podríamos construir listas interminables con los supuestos intermediarios que hoy día pretenden ocupar el lugar de nuestro Salvador, pero nuestra labor, debe centrarse favorablemente en lo pedagógico, en aquello que tras su lectura, reflexión y comprensión, luego la oración, nos llevará a detenernos en la trascendencia del Sacrificio del Señor Jesucristo en EN EL CALVARIO DE LA CRUZ, lo demás, contrariamente, y en esta ocasión, creo firmemente que nos haría ocupar un tiempo valiosísimo en aspectos que a simple vista o lectura, no se relaciona con el dar frutos dignos de un corazón arrepentido.  

Desde mi experiencia como cristiano y sirviendo por tantos años al Señor a través de un Ministerio de Fe absoluto, puedo contemplar hoy todas y cada una de las diferentes apreciaciones que hace el mundo religioso acerca de puntos realmente esenciales como este, lo cual me proporciona una muy interesante posibilidad para analizar este tipo de temas, aún así, creo que lo mejor que tenemos y con lo que contamos los cristianos para comparar y determinar si nosotros, en primer lugar, estamos o no aplicando correctamente un texto bíblico a nuestra vida espiritual, es a través de La Propia Palabra de Dios, sin la cual, careceríamos del fundamento y del argumento necesario que nos sostiene en nuestra vida con El Señor.   

Por muchas razones el tema del pecado debe quedar más que claro en una lectura inmediata, y para ello, La Biblia cuenta gracias a Dios, con todas las herramientas que no permiten que quede dudas dentro de nosotros cuando nos interesamos en aprender, por el contrario, La Palabra de Dios nos revela, en casi todo El Nuevo Testamento, que es solo a través del Sacrificio del Señor en La Cruz, que EL PECADO Y TODA SU INFLUENCIA PERNICIOSA ya tiene solución para el hombre, y que, sumado a ello, no hay otro mediador entre Dios y nosotros, como lo veníamos exponiendo, ese es para mí, el gran mensaje evangélico, ese es el poderoso mensaje del Profeta Isaías cuando nos dice que: 

“Más Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su Llaga fuimos nosotros curados.”   (Isaías 53: 5

Por lo tanto, establecer nuestra vida espiritual en base a estas demandas bíblicas, es el único y efectivo camino que nos queda y nos acerca a La Poderosa Voluntad de Dios, y que nos convierte además de hijos desobedientes, a cristianos llenos del Amor de Dios, y también plenos de la necesidad de Obedecer a nuestro Amado y Único Salvador, es decir, a nuestro Señor Jesucristo.    

f. navarro m. 
cantautor cristiano chileno

Saturday, January 04, 2020

AL RETOMAR ESTE ESPACIO...






Contar con un espacio como este en internet, tener la posibilidad de reflexionar y luego poder compartir con otras personas lo que piensas o sientes desde la perspectiva del Evangelio de Cristo, es una impagable oportunidad que con el paso de los años, ha cobrado mucha más trascendencia de lo que uno pensaba podía suceder, por el enorme significado que tiene el hecho de que en nuestro país, Chile, prácticamente el cristianismo protestante, solo se remite a alabar a Dios y concentrar toda su atención en la vida del templo, y lo demás, pasa simplemente inadvertido o en su defecto, no tiene importancia, lo que es sumamente grave.

Por mucho tiempo había dejado de publicar en este espacio mis escritos, un espacio que de verdad, ha influido grandemente no solo en mi propia forma de ver o de concebir el problema de la Fe, sino que también, en la vida de muchas personas que al enterarse de que existe este tipo de reflexión, independiente, honesta, directa, han recurrido a este blog que desde un principio llamé, elrecolector.blogspot.com, el que, según la propia fecha que consta en su primera publicación, comenzó en Agosto de 2006, y por lo tanto, lleva sirviendo a Dios y a Su Evangelio, algo así como 13 a 14 años, lo cual me llena de alegría y me convence aún más que nuestro cristianismo, a pesar de lo que diga el mundo religioso y tradicional, es fuente de profundas y diferentes perspectivas de cómo verlo y estudiarlo.

El compromiso que adquirí con El Señor cuando recién comenzaba a escribir y a hacer públicas mis reflexiones, fue que trataría por todos los medios de ser lo más honesto y sincero posible, aunque ello me provocase ciertas dificultades que en la realidad he tenido que enfrentar. Lo más importante no era repetir lo que otras personas ya han dicho o interpretado del mundo de la Fe, sino, autentificar mi exposición con la manera que Dios me ha dado, tal como redacto una canción, una alabanza, una poesía, se trata de enriquecer el alma propia y la de quienes creemos en una forma de EVANGELIO CONTEXTUAL, el que escapa absolutamente de los moldes tradicionales, es inevitable.

No es menor ni ha sido fácil mantenerse constante en este espacio por tantos años, no es como para que se ignore el tiempo y la dedicación que se necesita invertir en este trabajo para Dios, siempre considerando que quienes dedicamos nuestra vida a esta forma de servicio en El Reino de Dios, lo hacemos porque amamos al Señor en primer lugar, y porque además, siempre es necesario dar testimonio de lo que Cristo está haciendo en cada una de nuestras vidas, de modo que existimos dentro de este estilo de Fe, cristianos que estamos llenos de inquietudes, contrariamente, creo que deberíamos ser incorporados a las tantas formas que nos ha dado El Señor como prototipo de transmisión de la enseñanza bíblica, hay que recordar que Los Escritos Bíblicos nacen, particularmente Los Proféticos, de la inspiración con la que El Dios de Israel, bendijo a esa nación, es decir, de no haber existido hombres que reflexionaran la Fe, no habríamos contado con el voluminoso recurso a modo de testimonio con que cuenta no solo La Fe y La Cultura Judía, sino que también, nuestro cristianismo.

Reflexionar es un acto profundo que nos ha dado Dios a quienes fuimos creados a Su Imagen y Semejanza, por lo tanto, ¿no somos el Universo, el mundo en que vivimos y nosotros mismos frutos de La Eterna Reflexión de Un Dios como nuestro Dios, que no hace nada sin que lo creado, cuente realmente con Propósito?

Al retomar este espacio que ha bendecido tanto mi vida, agradezco a Dios por ello, a todos los que, con el paso de los años, siempre lo han considerado importante para sus vidas, aunque a veces contemos con muy honestas y normales diferencias. Tenemos por delante grandes desafíos en el área de La Profecía, la que, en estos últimos años, ha entrado en un proceso IRREVERSIBLE, para confirmar una vez más que La Biblia, como Libro Sagrado, ha sido Inspirado por Dios, y que, a través de el mismo, Dios nos ha revelado la importancia de SU CARÁCTER y el enorme significado del PROPÓSITO por el cual estamos y nos movemos en este mundo.

La Palabra escrita, por cierto, aún puede y cuenta con la fuerza que le ha dado Dios para iluminar y enriquecer nuestras vidas, Jesús mismo es llamado por uno de sus Apóstoles en uno de sus escritos evangélicos, como EL LOGO ETERNO, La Palabra Eterna, pero no cualquier palabra sino, La Palabra que Dios, a través del Espíritu Santo, nos revela y desea que podamos compartir a quienes podamos.

Hoy, que la humanidad vive en una era virtual, en donde la imagen es mucho más importante que el contenido y el mensajero es más relevante que el mensaje, la palabra pareciera estar en retroceso, quienes aún creemos en la importancia de poder comunicar de este modo El Mensaje de Cristo, aceptamos el desafío una vez más, sabiendo que la realidad profética, acorta diariamente el tiempo que se tarda La Iglesia de Cristo en comprender la veracidad de este mensaje, con la somnolencia y pacificación del espíritu de búsqueda implantado por los cantantes actuales de alabanza y predicadores en general, el mundo cristiano hace rato dejó de leer y de inquietarse por lo que La Biblia, que es La Palabra de Dios, en la mayoría de sus páginas intenta enseñarnos y traspasar, dentro de lo que sea posible a nuestro cristianismo y de manera inminente.

Los invito entonces a continuar en esta bella y profunda reflexión que nos ha dado El Señor, y que, por medio de ella, podamos también llegar a conocer con mucha más claridad, El Propósito de Dios, el cual, inevitablemente nos une, y por supuesto, nos permite contactarnos.

Gracias.

f. navarro m.
cantautor cristiano chileno

Friday, January 03, 2020

EN LA PLENITUD DE MIS CONVICCIONES EN DIOS.







Con plena certeza de lo que soy en Dios y deseo hacer para Él, retorno este día a mi ciudad, Valparaíso. Ha sido un tiempo enorme de un proceso que comenzó cuando mi mundo se derrumbó y quedé prácticamente en la calle y con lo puesto, desde allí mi vida fue otra, otra forma y circunstancia que me hizo retornar a cosas supuestamente sabidas, y desde esa realidad, recomenzar.

Así fue, que, de pronto me vi desolado, completamente vacío, sin mis hijos pequeños en mi mundo; cuando yo vivía para ellos; sin mi hogar, sin nada de lo que nos hace a veces ser en este mundo, solo viendo esa pequeña y aparentemente insignificante Luz en el medio del ocaso dirigiendo todos mis movimientos, persuadiéndome de lo adverso a esta situación para engrosar la lista de quienes en esta vida, hemos intentado con todas nuestras honestas fuerzas de sacar adelante una familia, no cualquier familia, sino, una en donde el centro sea Dios, Dios y solo Dios, luego, trabajar, luchar, sobreponerse a las adversidades para ir descubriendo lentamente, que es Dios el que nos motiva y nos sugiere fórmulas diariamente, métodos para lograr alcanzar una bendición, a veces sin comprender absolutamente nada de cómo lo hace Él, pero, siempre confiando que detrás de esta bella aventura está Su Amor, que es irremediable en el corazón de los que esperan en Él. 

Creía haberlo alcanzado, pero no fue así, en un instante estaba atascado como cualquier mortal en medio del bullicio y movimientos propios del terminal de buses de Valparaíso, sin saber qué destino tomar, a quién dirigirme, todo era confusión, una oscura y densa nube empañaba en ese momento todas las ideas que antes habían florecido y permitido que mi mundo familiar, continuase adelante. Pero allí estaba, detenido, hasta que El Señor habló a mi corazón y me hizo comprar un pasaje a Santiago. El consejo de Dios era, “salir de inmediato de allí y ponerme a resguardo del daño y el dolor de la pérdida”. Venía de viaje cuando pude hacer contacto con mi hermano y amigo, Cristian Leclerc, él, de inmediato abrió su corazón y su hogar, fue entonces cuando comencé este duro proceso que hoy día, con la ayuda del Señor, inicia ya una nueva etapa.   

Vuelvo entonces a mi ciudad, con una perspectiva distinta, comprendiendo muchas cosas que estaban ocultas aún para mí. Sucede que, cuando sufrimos un dolor enorme en nuestras vidas, como el dolor de la pérdida de un hogar, quedamos expuestos a infinitas cosas, y pareciera ser que el alma el corazón y la mente, se hubiesen separado, no es fácil para nada ni nadie intentar reorganizar tu mundo teniendo este tipo de realidad como fondo de tu alma y de tu mente, reconstruir un mundo que ha estado centrado precisamente en esos valores que creemos son los más importantes como el defender una familia, sobre todo en estos tiempos de libertinaje moral, todo esto lo hace mucho más complejo, mucho más difícil el tratar de volver a cierta normalidad, de esta forma, ese dolor nos invade y no nos permite ver más allá, como una poderosa muralla no nos deja avanzar, llegamos a sentir incluso que los días se detienen, tal como si estuviéramos dando vueltas y vueltas sobre lo mismo.

Es precisamente en estas instancias cuando los verdaderos amigos y hermanos; incluidas mis amigas y hermanas en Cristo; tienen mucha más importancia, una esencial importancia que, siendo lo más sincero posible, creo que jamás habría logrado avanzar y comprender lo que ahora comprendo si no hubiese tenido esta clase de ayuda, tanto en lo afectivo como en lo material, en todos los sentidos, cuando se vive algo como lo que me ha tocado vivir, uno queda destrozado afectivamente, y en tal condición, los amigos que Dios dispuso para ayudarme, contaban no solo con las herramientas para hacerlo, sino que también, con la fortaleza afectiva y el cariño que solo pueden entregarte aquellos que han vivido estas experiencias y han podido salir adelante.

Es por ello que, junto con agradecer Al Señor, les debo también gratitud a todos mis grandes hermanos, amigos, y amigas en El Señor, a cada uno de ellos, gracias, gracias por creer en mi cristianismo, en la humanidad que hay detrás de mi realidad espiritual, por darme la oportunidad de ponerme de pie nuevamente y servir de todo corazón a nuestro Dios, que es y seguirá siendo, nuestro mayor y más sincero Amigo en todos los momentos difíciles que debamos enfrentar.

Es claro, mi proceso aún no ha finalizado, sé que vienen muchas cosas más a mi vida, aún no han cauterizado por completo todas las heridas, pero sí creo fielmente que El Amor de Dios en esta oportunidad, en todo este tiempo que he estado acá en Santiago, me ha enseñado a lidiar con toda esta inmensidad, y de este modo, puedo retomar lo que dejé atrás en algún momento, y por supuesto, continuar creando y dando forma a nuevos proyectos en Dios, que son el aire, el O2 que a todos los que escribimos o desarrollamos actividades creativas en Él, nos permite respirar y seguir viviendo en intensidad La Bendita Gracia y Misericordia de nuestro Amado Dios.

Gracias a todos los que han estado presente en mi proceso…

Gracias a los que han orado por mi recuperación…

Gracias a los que, de una u otra forma, han procurado bendecirme para seguir adelante…

Gracias a nuestro Dios, por todo lo que Él significa para nuestras vidas…

Gracias infinitas, Señor.


f. navarro m.
cantautor cristiano chileno