Wednesday, March 30, 2011

El millonario negocio de la fe actual.























Entonces, ¿quién le ha dado toda esa montaña de dólares a los Ministros actuales de la alabanza, a los grandes predicadores? ¿Dios? ¿Quién ha tenido tanto amor por sus “sesgados y sufridos ministerios” como para donarles tanta plata? Estos Aladinos actuales, sí que la han sabido hacer, pero no han actuado solos, es claro, han necesitado del respaldo de la propia cristiandad en su estilo protestante como para evadir el peso ético de la demanda de Cristo, el que simplemente no han tomado en cuenta, trasladando el campo del canto cristiano a la forma más decadente jamás conocida por los seguidores Cristo. El negocio prolifera, es cierto, cada día, tanto como para no tomar en cuenta ninguna clase de objeción escritural, tanto como para obviar cualquier tipo de llamado de atención, Cristo, el crucificado, el lleno de pruebas y verdades evidentes, el que hace demandas, el inconformista, el que toma un látigo y expulsa a los negociantes del templo, ha desaparecido, ahora, para dar a conocer un tipo de Cristo que todo lo acepta, que no posee en sí mismo un carácter que nos haga reflexionar en cuanto al modo de proceder, de los propios cristianos, de los Ministros que no son capaces de explicar y dar a conocer al pueblo, lo que de verdad deberían, más aún cuando el tiempo que nos ha tocado vivir, urge absolutamente el que una voz de alerta pueda poner en movimiento una forma de cristianismo comprometida y sometida a los principios divinos.


La oferta para que tú claudiques de tu lucha venida del sistema secular y espiritual, que ahora parecen estar operando en concomitancia, no es despreciable, cuando debería, porque el precio que Cristo pagó en la Cruz para darnos lo que ahora los ministros y cantantes de moda no han tomado en cuenta, es incomparable, sí, Cristo es el que ha desaparecido de toda esta cuestión, Cristo se ha tornado una especie inubicable, porque ni todo el dinero acumulado gracias al beneplácito de la cristiandad por parte de los profesionales de la fe actual, ni el dinero con el cual hacen funcionar sus sectas las denominaciones tradicionales, podría hacerme cambiar de opinión, no tengo otra opción más que esperar, aguardar su retorno, no estoy en condiciones de dar nada a nadie, es a Cristo a quien deben buscar, ÉL es el que tiene todas las respuestas que este perdido y desequilibrado mundo necesita para que de una vez por todas comprendan que Su Venida a este mundo, es solo cuestión de tiempo, ya ni siquiera de profecías, porque la expectativa profética simplemente no corre, si así fuera, no tendrían cantos cristianos como, ¡cuán bello es el Señor y toda esa basura!, ¡la belleza de su poder! Pregúntenle a los Japoneses y a los Haitianos, a los mismos compatriotas nuestros que han sufrido el poderoso embate de la naturaleza si encuentran que el poder de Dios es bello o algo parecido.


¿De qué está hecho el cristianismo actual? ¿Qué esperan los cristianos actuales de Dios? ¿Qué representa para ellos el que un día Cristo viniera a este mundo y muriera en una cruz? ¿Qué resucitara? ¿Qué dijera que iba a volver? No sé realmente, no tengo herramientas para saberlo, no me interesa, ya el tema de la Apostasía actual parece estar diluyéndose en mi mente para dar lugar a la experiencia de Cristo en la realidad cotidiana, ello nada más, y en esa esfera, les aseguro, no hay pirotecnia, no hay mayores intereses que el de sobrevivir, con mucha humildad, con cierta resignación frente a hechos sublimes como el de dar gracias a Dios en compañía de tus hijos a la hora en que tienes que servirte un almuerzo o cena con ellos. Es la bendición de los desposeídos, de los segregados, de los que carecen de grandes oportunidades para capitalizar, a través del cristianismo, lo que otros han convertido en un negocio, estoy seguro que la oración del que nada tiene, o poco, o casi nada, es mucho más grata, mucho más intensa que la de los que pertenecen a este verdadero Circo espiritual, porque allí no se necesitan todas esas cosas que necesitan hoy día los hombres de Dios para dar a entender a los demás, que ellos tienen algo que decir, algo que comunicar al mundo. El Evangelio de Cristo en mi opinión, ya desapareció, por lo menos una versión que nos bendijo poderosamente en otrora, lo triste, es que los propios cristianos han colaborado para que ello ocurra, para que la verdad no tenga ningún efecto en las vidas de ellos mismos, la seducción ha cumplido a cabalidad con el propósito de desperfilar al hombre de Dios y dejarlo sin herramientas para confrontar.


El poder monetario de estas grandes empresas religiosas, ha terminado por dividir aún más el ya dividido cuerpo de Cristo, es una gran y muy penosa tragedia que le ha acontecido al cristianismo protestante, lo terrible es que muchos cristianos aún ni siquiera lo notan, piensan que las cosas deben continuar, así, como siempre, con la misma y rutinaria forma de hacer las cosas, de ese modo, nada los ha de mover de lo que están, se trata por lo tanto, más que de una vivencia, de un arraigo, de un “de aquí no me muevo ni me voy”, así, las personas no pueden percibir ni el daño, ni menos la manera en que se debe enfrentar a los reales enemigos de la cristiandad, que no son ni los tsunamis ni los terremotos, sino, esa enorme colonia de bacterias y virus que la nueva fórmula del cristianismo mundial, ha adoptado como verdad.


En casi todo mi trabajo en este blog, por no decir en todo, he venido afirmando que yo, el que escribe, soy un desertor de la realidad actual de la fe, si señores, lo digo de frente y sin ninguna clase de culpa, lo hago porque creo que el tiempo que vivimos, no tiene reparación, el daño es tan grande que se necesitarían miles de años para comenzar de nuevo y poner a un grupo de creyentes a practicar los principios de Cristo, de tal manera que, toda vez que tengo la oportunidad de participar en algún programa cristiano, ya sea en una reunión de culto u otra clase de expresión, puedo comprender que ésta es la forma en que de a poco me voy despidiendo de una realidad que pronto, muy pronto, ya no tendrá nada en común con lo que yo creo es la verdad de Cristo, y créanme, no es fácil, no es tan fácil desprenderse de algo tan enorme como esto, pero es real, como lo que estamos viviendo, como lo que tenemos que vivir, Cristo ha de retornar a este mundo, no antes que sucedan muchas otras cosas más que de seguro harán que el cristianismo ya no tenga ningún tipo de efecto en la sociedad, salvo, seguir sumando a las cuentas de los grandes ministros de la alabanza, muchos más ceros, de tal modo que los cristianos ya no tengan salida alguna para enfrentar lo que deberán enfrentar, es una realidad, absoluta, cabal, escritural, y les puedo asegurar, pero con toda, o la poca luz que tenga en mi alma, que quienes vivan la experiencia de Cristo alejados de toda esta mugre, apartados, serán totalmente guardados para que el día del Señor no les sorprenda, y así, dejar definitivamente atrás toda esta realidad que nos hiere y nos destruye un poco, diariamente.

Tuesday, March 22, 2011

La responsabilidad que le cabe al cristianismo.






















Pero cuánto dolor tendremos que ver? ¿De cuántas cosas más tendremos que ser testigos? Es seguro que de estas y muchas más, la naturaleza parece no reconoce ni distinguir absolutamente nada, la vida humana se ha convertido entonces, en un pequeño y frágil objeto que carece de importancia, es por lo tanto, la consecuencia de una forma de vida en la que todos, incluido el cristianismo, que siempre actuó en la disidencia, salvo cuando se institucionalizó con Constantino, hemos contribuido para que las cosas fueran a tener este triste destino. Las utopías ofrecidas por los agoreros del capitalismo eran demasiado bellas como para poder disentir, como para no estar de acuerdo, de hecho, la reflexión de todas las cosas acontecidas y por acontecer, no pertenecen ni pasan por el plano valórico – moral, ni menos por el espiritual, los profetas de los medios acomodados y eximidos de la crítica, logran inyectarnos el alma con imágenes de última generación que pretenden ponernos al día en cuanto al dolor y al sufrimiento de la humanidad, lo demás, es solo cuestión de tiempo, porque pasado unos cuantos días, volveremos a lo mismo, al vacío, a la ausencia, porque como profetas de un sistema capitalista y materialista, no tienen ánimo ni actitud para quebrar con la verdadera corrupción, la que generan los grandes mercados económicos del mundo, los que dan a luz, las más diversas y escalofriantes formas de esclavitud que tienen sumidos a millones de seres humanos en todo este planeta, en la más completa y desoladora orfandad, mientras tanto, un solo segmento de la sociedad norteamericana concentra, en su forma particular de vida, toda la riqueza con la que se podría alimentar las bocas de millones de personas que en el mundo entero, sobreviven a diario con una mínima medida que no hace otra cosa que aumentar la distancia entre ricos y pobres.


La vergüenza ahora se institucionaliza y parece ser una constante en un mundo en donde hay para todos, pero que por razones del egoísmo y de la incompetencia humana, la repartición y distribución de la riqueza, al pasar por las manos de aparatos estatales colapsados de parásitos, el pobre no llega jamás a pasar la medida que le ha impuesto este sucio sistema, sobretodo en países Latinoamericanos. Los políticos, alma y gestores del descontento urbano, no carecen absolutamente de nada, los mismos que desencantan al pueblo que los elige para gobernar, luego de haber participado en gobiernos en donde se despilfarraron toneladas y montañas de dinero, hoy día cambian de posición, solo que siguen viviendo de lo que el Estado les da.

¡Así no se puede!

Para que todo esto funcione no obstante, a las masas hay que mantenerlas en ignorancia, hay que hacer de cuenta que aquí no ha pasado nada y por lo tanto, el silencio una vez más ha de servir como antídoto para enmudecer la conciencia de quienes tienen el deber, en esta sociedad, de proporcionar, a la propia sociedad, de un poderoso mecanismo de autodefensa contra quienes deterioran y destruyen el alma de nuestra patria. Esos son los medios de comunicación, ellos son los encargados de confrontar e interpelar a cualquier costo, a todos quienes colaboran en la descomposición de nuestras sociedades, ellos mismos, los que gastan horas, días y años en programas de farándula en países en donde la desigualdad social y cultural ha permitido que una gran cantidad de seres humanos con poco o nada de recursos, aún no puedan salir de la pobreza y la miseria en la cual los tiene atrapados el propio sistema, mientras que, una pequeña porción de nuestra gente, sea la encargada de monopolizar toda la riqueza que amontona esta sola nación gracias al ventajoso precio que ha adquirido el Cobre en estas últimas décadas, son los encargados de hacer oír la voz de descontento de miles de personas que no entienden por qué tenemos que seguir viviendo de este modo. Yo sé que para muchos esto no es Evangelio, seguramente estarán pensando que me he perdido, que estoy fuera de los parámetros bíblicos, a lo mejor sí, quién sabe, perdido tal vez de las grandes y predecibles realidades espirituales, pero, con mi conciencia limpia, seguro de haber cumplido, con la responsabilidad que me ha sido impuesta por Dios y no por los hombres. El método por lo tanto que se utiliza para desalojar de las mentes de quienes tienen por deber defender a estas personas que sufren, es una realidad amparada y protegida por los propios medios de comunicación, de ello no hay duda, las líneas programáticas de los canales abiertos de Tv y los ríos de tinta que a diario se derraman en portadas amarillistas y de farándula, son una clara demostración de lo vacía que se encuentra nuestra sociedad en cuanto a vida valórica, es un antecedente no despreciable que debería ser tomado en cuenta por la cristiandad, no para sacar provecho económico de ello, sino, como una referencia al momento de qué debemos entregar a quienes aún no han recibido ni comprendido el Evangelio del Señor Jesucristo.


Pues bien, el sistema tiene que continuar, el circo no debe parar sus funciones, hay que hacer reír a la gente, aunque el mundo se desmorone, aunque se nos caiga a pedazos. En la eventualidad de que Japón lograra erradicar los problemas que tiene con los reactores, y además, lograra ponerse de pie en poco tiempo después de esta catástrofe, ¿quién nos asegura que una nueva tragedia pueda poner al mundo de rodillas? Para evadir los costos y el efecto de las tragedias, los Japoneses inventaron un modo de vida que los mantuvo por muchos años alejados del dolor, es que la experiencia de La Segunda Guerra Mundial y las bombas atómicas lanzadas por los norteamericanos en su territorio, hizo que esa nación solo pensara en trabajar, en no dejar lugar para otra cosa que no sea producir, es la que yo llamo, “la construcción de una súper estructura”, una edificación que ha costado mucho esfuerzo, muchas vidas, y desde luego, desafiar incluso a la propia naturaleza. Dentro de esta realidad, es obvio que la sociedad japonesa logró llegar a estándares increíbles de producción y hacer que su moneda incluso, en un momento, fuera tan o más fuerte que el Dólar y el Euro, ello se debió a su cultura, a su concepto de Imperio y de trabajo, a su ideal de mundo y de todo lo que hay que hacer para lograr las metas en esta vida, en ello tal vez, son un ejemplo, pero el costo, no tiene parámetros, tal vez los alemanes, no lo sé, Japón, hasta antes del Terremoto y Tsunami pasados, representaba una de esas potencias que pueden hasta jactarse de haber sometido a la mismísima fuerza de la naturaleza y haberla puesto al servicio de sus propios intereses, y en ello, es obvio que pecó, de soberbia, de arrogancia, no hay otros términos para caracterizar una actitud tan presuntuosa contra una fuerza tan impredecible como la fuerza de la naturaleza.


Muchos países en el mundo viven de este modo, no son ellos los únicos, otros también se han construido de esta manera, pero Japón, como dije antes, se estructuró de manera que su gente fuera capaz de producir al máximo, y en el menor tiempo posible, y más allá incluso, perfeccionando un ecosistema que le proporcionara al ser humano, todo tipo de bienestar, y que por nada del mundo, la súper producción se fuera a detener, para ello se armaron, por ello han construido diques en donde no los había, centrales nucleares, sabiendo que su país es un territorio sensible en cuanto a experiencia sísmica. Lo que no se consideró por lo tanto, fue lo que pasó el Viernes pasado, el que la naturaleza fuera a golpear con la intensidad que lo hizo, que luego de un Cataclismo tan poderoso como el que ellos han vivido, el mar tomara el curso que tomó, devastando ciudades y llevándose en su camino, las vidas de miles de personas que a esa hora, solo respondía al gran llamado de los ideólogos de la súper estructura. Es triste darse cuenta que a pesar de lo inteligentes, desarrollados e industrializados que nos parezcan ser, en especial los japoneses, la construcción de aquellas ciudades en la costa, no haya considerado la fuerza del mar como un problema de verdad enorme, que todo se haya resuelto desde la perspectiva que te ofrece una obra de ingeniería y un plano de arquitectura, y no se haya pensado que el mar es una poderosa y espantosa fuerza que puede despertar en cualquier momento, sin siquiera tomar en cuenta lo preparados o capacitados que nos encontremos para defendernos de su embestida.


En este problema por supuesto, tiene mucho que ver la secularización, el cómo el mundo entero ha dejado de entender su existencia sobre este planeta, nuestra perdida de la trascendencia, de valores tan importantes como la existencia del alma, la existencia de Dios, en fin, la relativización de todas las cosas, el propio nihilismo, instalado como una norma en la vida de nuestra juventud, basados en esto, dejamos al escrutinio y fragilidad del hombre, el uso de cosas tan grandes y peligrosas como la energía nuclear, sabiendo que si el hombre no puede tener dominio de mismo, ¿cómo puede sojuzgar una fuerza tan poderosa como es la fuerza Nuclear? Los ejemplos son muchos y variados, es que la sociedad moderna dejó de creer que un solo y Poderoso Dios había creado todas las cosas, y que este mismo Dios era capaz de sustentar todas las cosas que existen, y por lo tanto, a Él le debemos la existencia, sin embargo, nos fuimos como sociedad por otro camino, elegimos el alternativo, uno que nos mantuviera lo más alejados de este pensamiento, por ello es que las cartas del Apóstol Pablo y el mensaje del Señor Jesucristo tienen tanta importancia en este momento, por ser cabales, por carecer del sentimentalismo al que nos tienen acostumbrados los capitalistas de la alabanza y la mendicidad espiritual, herramienta con la cual han pretendido los mercenarios de la alabanza, sobornar el corazón incluso, de los verdaderos hijos de Dios. Pablo, el gran Apóstol, no se movió un centímetro de sus convicciones, vivió y murió por ellas, y por eso él está en este momento ocupando un lugar de privilegio en la Gloria de Dios, no por otra cosa, no precisamente por haber contado con una millonada de dólares para predicar el Evangelio de la verdad en un imperio como el romano, no señores, es lo contrario, el no haber contado con tantos medios económicos para servir al Señor, hizo que la Gloria de Dios fuera poderosa en su vida, razón por la cual, un ser humano sin Cristo no podía permanecer a su lado más de media hora sin que experimentara convertimiento, Cristo, para el Apóstol Pablo, fue su inspiración, su ideal, su guía, su faro en los momentos de oscuridad, su ungüento en los momentos en que la enfermedad era insostenible, inadmisible para un cuerpo frágil como el de él. Pablo no cedió jamás, no desertó en toda su vida, ninguna clase de bien material logró embaucar su alma ni su fe, por eso terminó como terminó, solo. Él no fue como nosotros, cambiantes, arrogantes, altamente sensibles, superfluos, a él le bastó con tener que sobrellevar en su cuerpo las marcas de Cristo y no otras cosas como los Ministros y cantantes de hoy, que están llenos de demases, de cosas que este sucio sistema les ha ofrecido para que en su lugar, la Gracia y la Unción de Dios, no tengan el peso suficiente como para poder abordar en la temática de sus cantos y predicaciones, la verdad del Evangelio del Señor Jesucristo en toda su crudeza.


Con un presente semejante, como vemos, tampoco podemos hacer mucho para que estas sociedades cambien en algo o escuchen a lo menos una voz de alerta, el pensamiento hedonista del cristianismo actual, representado en las letras de las alabanzas de los cantantes de moda y el ambiente que se vive dentro de las instituciones cristianas, ¡ven a gozarte!, no puede generar una sola voz poderosa como la de un profeta que pueda exaltar la veracidad de Las Escrituras y poner por fin en el centro de toda esta terrible situación, la vida del Señor Jesucristo, eso es demasiado para una realidad prácticamente colapsada de materialismo y hedonismo, entonces, ¿qué esperamos los cristianos de este mundo en estos momentos? ¿Qué aguardamos de parte de Dios? El camino que le espera a la cristiandad parece ser difícil, aunque me cuelguen por ello, no tenemos otra posibilidad más que confiar en que Dios tendrá misericordia una vez más de sus hijos, otras cosa no tiene lugar, otra cosa sería descaradamente presuntuosa de parte de una realidad que no ha colaborado en nada en cuanto a lo relativo con el planteamiento bíblico, porque lo único que han hecho durante más de 30 años en este país, es solo cantar y bailar, si, convertir la casa de oración en salones de baile y dejar a los que traen La Palabra bendita de Dios, sin un lugar para sus enseñanzas. No hay una sola profecía que pueda refrendar o apoyar a toda esta soberbia propuesta del canto cristiano, según el ingeniero en alabanzas mexicano, Marco Witt, RESTAURADO, no hay contexto histórico, no hay contexto teológico siquiera para confrontar la verdad, solo alabar a Dios, gozarse, olvidarse que estamos dentro de un programa revelado en el único libro que habla de este tema parece ser una demanda, mientras menos sabes de La Palabra, más posibilidades tienes de que te entiendan, por lo tanto, la medida es mínima, esquelética, anoréxica, poco a poco el sistema se va quedando sin entendimiento de parte de Dios y suceden estas enormes y dolorosas tragedias, pensando los seres humanos que lo que tiene que pasar, simplemente tiene que pasar, y que Dios, aunque lleno de amor, no tiene poder como para intervenir en los asuntos del hombre. En una condición semejante, el hombre se haya absolutamente a disposición de las fuerzas de la naturaleza, y por lo tanto, el propósito de Dios no tiene alcance en sus vidas, lo que valdría decir de que Dios no hará nada para que los hombres que se hayan dentro de estas súper blindadas estructuras, puedan conocer la verdad y redimir sus almas.


Si las sociedades actuales siguen invirtiendo millones y millones de dólares en entretención y pasatiempos para que el hombre siga ignorando el valor del sacrificio del Señor Jesucristo, no habrá nada que se pueda hacer, como lo he planteado en casi todo mi trabajo en este blog, el mundo en general se halla en un peligro inminente, pues no sabemos cuando ÉL aparecerá, solo tenemos la certeza de que lo hará, y todo esto no porque Dios no ame al mundo sino, porque las propias personas que viven bajo estas circunstancias, no habremos querido asumir el costo ni el valor de vivir bajo las demandas que nos establece el Evangelio de Cristo, como una propiedad de ÉL, de proyecciones eternas, de incalculable importancia, al quedarnos atrapados en esta realidad aceptando lo que la súper estructura nos dicta como forma de vida, estaremos sentenciando no sólo el destino de nuestras almas sino que además, el de mucha gente que aún no conoce la verdad que nos ha sido encomendada de parte de un Dios que aún, todavía, sigue aguardando por nosotros con la misma y tangible misericordia de siempre.

Friday, March 18, 2011

El Tsunami y Terremoto que aún falta, pero que viene de Dios.






















¿Qué pueden decir los grandes Ministros de La Palabra ahora, ahora que la tempestad arrasó con la vida de tantas personas? ¿Por qué si ellos, incluidos los grandes representantes del poder protestante en el mundo entero, estaban tan inmiscuidos con el tema de Dios, no fueron capaces de percibir la tragedia? ¿Por qué Dios no le habló primero al gran profeta de la alabanza, al multimillonario Marco Witt, o a Jazi Veláquez, o a quien sea? ¿Por qué ellos, los únicos que han ganado todos estos mugrosos dólares con el cuento de las alabanzas, no han sido capaces de acertar por lo menos, con una miserable profecía dentro de todo este enorme espectro de calamidades en curso? Pero el pueblo ignorante los sigue, los respeta, los quiere, los defiende, no cuenta con parámetros espirituales ni de peso en La Palabra de Dios como para confrontarlos, y lo peor, no tiene las agallas que se necesitan para desnudarlos y ponerlos en el lugar que corresponde, se conforma con todo, son como las gallinas, comen cualquier cosa, por eso me dan ganas de vomitar, porque son condescendientes con la ignorancia y la vida circense de los Ministros de Dios de este tiempo, y lo peor, es que abandonan a quienes están dispuestos, al costo que sea, a decirles la verdad. ¡Eso es una deslealtad y una cobardía!

El Japón de hoy, es una muestra del tiempo que estamos viviendo, es más que obvio, porque si muchos esperaban no tener que cruzar las tribulaciones anticipadas en el libro de Apocalipsis, y partir antes de la llegada de todos estos juicios a la tierra a La Presencia de Dios, el tema ya está agotado, Japón y sus catástrofes, es la evidencia tangible de que los predicadores y cantantes cristianos de moda han fracasado, y que mienten, si, han mentido descarada y sistemáticamente a un pueblo pusilánime que le importa un carajo si lo que le dicen es o no la verdad. No sé cuántas cosas más tendrían que suceder para que la realidad evangélica despertara, cuántas realmente para que se decidieran a ver las cosas como son y no como se las han imaginado, porque a veces uno puede tener toda esta comprensión con aquellos que aparecen como víctimas, pero no así con los cultores de la mediocridad, con los que sin ninguna clase de pudor, se han resistido a reconocer que sus conductas distan mucho de ser honestas y leales con los principios bíblicos, con la verdad profética, con todo lo que La Palabra objeta, por tratarse de anti bíblicas, fuera de la ética con que deben defenderse los principios de Dios.


Karadima es una de esas persona que uno no quisiera ver jamás, ni siquiera en los peores sueños, en una pesadilla por ejemplo, porque con su conducta cerca tuyo, puede llegar incluso a quemarte, a chamuscarte hasta la ropa, y la verdad, es lo último que deseo para mi vida. Este ambicioso cultor de las ofrendas en el barrio en donde las monedas no tienen sonidos, es una de esas raleas o malos ejemplos que vienen a poner en el tapete, más para bien que para mal, la forma en que un Ministro de Dios, de cualquier denominación, puede caer en las manos de esta obscena y antigua forma de corrupción que a esta hora, es una disciplina que solo en nuestro país, tiene a varios representantes del poder evangélico y protestante, gozando de las más variadas bendiciones que ninguno de los más relevantes e importantes discípulos de Cristo pensó, alguna vez en sus cortas existencias, poder disfrutar. Porque cuando ellos decidieron seguir al Señor, nada de esto existía, el hombre de Dios aún poseía estructuras interiores fuertes, fuertes como para rechazar este tipo de conductas, el hombre por lo tanto, el de Dios, era aún persistente en sus convicciones, se podía confiar en ellos, por eso el cristianismo en sus comienzos llegó a tener la fuerza y el poder que tuvo, de otra manera, no trasciende. El APÓSTOL Pablo es un ejemplo de ello, porque él, aún teniendo la visión que poseía, los dones que le fueron entregados por Dios mismo, la revelación con que contaba para servir al Propósito de Dios, no pensó jamás en enriquecerse y convertir su Ministerio en una realidad en donde el poder del dinero y las bendiciones materiales, fueran el centro del mensaje, por el contrario, él TRABAJÓ, CON SUS PROPIAS MANOS, dándonos un gran ejemplo de integridad, moral, espiritual, confirmando con ello además, la vida de muchos hermanos en Cristo que a pesar del costo que conlleva el servir al Señor en realidades a veces demasiado complicadas, ellos se arman de valor y salen servirlo, aunque al otro día tengan que madrugar para ir a la construcción, para ganarse el pan de cada día y así dar un testimonio de fe y valor que la religión de mierda desea obviar, solo porque unos cagones ministros se la pasan de fiesta en fiesta y se creen los papas de un pueblo que alguna vez, espero yo, despierte de este sueño en el que esta casta de mediocres cantantes y predicadores de un evangelio ilegal, aún lo mantienen sumido.


Así que el Tsunami que venía a Chile ya llegó, y va a arrasar con todo, créanlo, alguien tendrá que caer, espero yo, Ministros como Karadima, profesor y mentor de Pastores que les importa un huevo el dolor del mundo, y que por el contrario, son capaces de volar al otro lado del mundo con tal de evitar ver la devastación, caerán, en algún momento, la ola que se desató es demasiado poderosa como para evadirla, los Bancos no serán lo suficientemente fuertes como para proteger las ganancias obtenidas en el Nombre de una fe corrupta, los mercenarios tienen sus días contados, Dios ha comenzado a dilucidar una verdad evidente que muchos no desean ver, o no quisieran fuera parte de nuestra realidad, pero no es así, los hombres son sólo frágiles torres de Babel, corruptibles, comienzan por el amor, y luego terminan codiciando, apeteciendo lo que no les pertenece, así es como apareció la famosa y corrupta doctrina del Capitalismo Protestante, la que hizo que muchos ministros sucumbieran, al puro estilo del Evangelio clásico, como Judas, como ese profeta que en la antigüedad creyó que el don era posible mercantilizarlo, el Apóstol Pablo ya los tenía identificados:

1 Timoteo 6:10 dice: "Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, SE EXTRAVIARON DE LA FE, y fueron traspasados de muchos dolores".

Algunos que creen en los científicos y en los programas tipo matinales guiados por gente sin ninguna clase de entendimiento y discernimiento, estaban casi seguros que el Tsunami no provocaría más daño, pero no es así, la cosa viene dura, Karadima tendrá que explicar ahora, con jueces de verdad, cómo creó todo ese imperio de corrupción y de poder sin límites, desde luego, uno espera que el Juez que lleve adelante este caso, haga declarar al Pastor saliente de la Iglesia católica, al que dijo que en el caso de las violaciones y pedofilia en Chile, “eran poquitos”. Pero el imperio de Karadima no es poco señor Errazuriz, como tampoco es pequeño el de Chaparro, pueblo de Dios, y el de varios mercenarios de la fe protestante actual, por ello estoy orando, sí, para que alguna vez alguien le ponga el cascabel al gato y le dejen caer una lupa de este porte a todos esos “grandes ministros del evangelio” que se han enriquecido en nuestra patria, solamente, a costa de la ignorancia y la débil actitud de muchos verdaderos Ministros de Dios que nada han dicho de esto, y que con su silencio, han dejado el camino expedito para que estas pestes sigan proliferando bajo la condescendiente mirada de una fe protestante religiosa que permite absolutamente todo en el campo de las finanzas.


El Terremoto del año pasado no provocó ningún tipo de daño a estas garrapatas de la fe cristiana, pero este Tsunami, el que viene del cielo, de La Presencia misma de Dios, créanme, algo tendrá que dejar, apuesto que algunos de estos grandes profetas de la era actual, al enterarse del proceso de Karadima, fueron de inmediato a donde sus consejeros bursátiles y comerciales para comenzar de inmediato con el cambio de nombre de sus cuentas corrientes, porque tienen claro que el piso se ha comenzado a mover, como un terremoto, saben que al tipo ese no lo procesarán solo por su degenerada conducta y el mal que provocó a la vida de muchos y no, “poquitos” fieles católicos sinceros, incapaces de reaccionar, sino que además, por su abultada billetera, capaz de sobornar a personeros de su propia religión, cosa que la corrupción y la vergüenza no se supiera, del mismo modo, el juicio valórico y moral viene de Dios, y Dios no se tarda, su juicio ha comenzado y las cabezas por supuesto, comenzarán a rodar, los mercenarios de la fe tienen sus días contados, el dinero que han ganado a costa del Nombre de Cristo de nada les servirá cuando Dios deje caer su plomada sobre esta realidad que hace rato necesita un cataclismo espiritual, para que los verdaderos hombres de Dios, puedan declarar con toda libertad La Bendita Palabra de Dios sin tener que recibir ninguna clase de improperios desde la acomodada realidad en donde yacen las vidas de los burgueses apóstoles de la Prosperidad. Yo les podría creer algo, si es que hubiesen acertado en alguna profecía, pero nada, nada de ello hay, no tienen peso profético, no tenían nada, solo ambiciones materialistas, ganar mucha plata a costa de la ignorancia. ¡Que canallas! ¡Son escalofriantes!


Pero si el juicio humano no llega, tengo plena certeza de que el moral y espiritual ya está en marcha, porque Dios da testimonio en mi corazón que muchos cristianos en mi país, a esta hora, ya estarán recibiendo entendimiento para poder discernir la forma en que Dios seguirá tratando con sus valiosas vidas, a pesar de los tsunamis, de los grandes terremotos profetizados por El Señor, la plomada de Dios, recuerden, cayó sobre Sodoma, Gomorra, Egipto, Babilonia, Nínive, Europa, New Orleans, Chile, Tailandia, Japón, y muchas realidades más que no han entendido el programa de Dios, la propia realidad evangélica, que siempre declaró que no íbamos a pasar por la Tribulación, y si no estamos en ella, ¿en dónde entonces? Es que ellos, los propios Ministros de Dios, apenas saben cuál es el costo de una y sola vida, menos sabrán el costo y el enorme significado de una catástrofe como la ocurrida en la Isla sobre el Pacífico, para ellos, la vida de los seres humanos sólo han servido para lograr metas, hartos miembros, buenos diezmos, mucha plata, muchos dólares, y allí los tienen, vacíos como una tumba, fríos como un cadáver, sin experimentar quebranto alguno, porque no están dispuestos a ceder, a ofrecer nada, sería una gran pérdida en sus finanzas jugársela ahora por los que sufren. Son solo vómitos, porquería que no sirve para nada, ellos mismos han cavado el hoyo para sus tumbas, pero no estoy tan seguro si de verdad tendrán la oportunidad de morir así no más, uno espera que Dios les pase la factura, aquí, en este mundo, por haber engañado a tanta gente, por haber utilizado el dolor de muchos seres humanos para enriquecerse. ¿Y piensan que el tsunami y el terremoto ya pasó? ¡Están locos, esto recién comienza!


Así que nosotros, los disidentes, estamos esperando que la justicia de Dios se vuelva tan poderosa como un Tsunami, que arrastre, como lo que vimos en las imágenes de Japón, con todos estos legionarios de las tinieblas que han usado el Nombre del Señor Jesucristo para cualquier cosa, menos para edificar o sanar el alma de un pueblo que en la historia solo sabe de sufrimientos. Por eso es que me he negado a tener presentaciones en este tiempo, para no quedarme dormido, para que la somnolencia se aleje de mi y pueda ver con claridad todas las cosas que como hijos de Dios, tenemos que ver antes que Cristo retorne a este mundo. Sé también que muchos siervos honestos de Dios, esperan con ansias la aparición del Señor, estoy con ellos, sin embargo, me temo que ello todavía no será posible, la humanidad necesita el testimonio de una fe como la nuestra para que el día en que las almas tengan que dar cuenta a Dios de sus actos, ellos no tengan justificación alguna de su extravío. Por lo tanto, ánimo, fuerza de parte de Dios para los sinceros, para los que siempre han dado la cara, para los cobardes, que se arrepientan, que busquen a Dios y retornen a la verdad, solo de este modo nuestras vidas hallarán el debido y siempre justo sentido dentro de un mundo en total y apocalíptico caos.

Friday, March 11, 2011

¡Y nos creíamos dioses!






















Pues bien, como decía anteriormente, la naturaleza tiene su propia manera de poner al hombre en su lugar, a veces dolorosamente, otras, de manera que las personas puedan ir lentamente comprendiendo, a través de procesos, algunos agotadores, pero procesos al fin y al cabo, que la vida que vivimos, no nos pertenece, que nada de lo que tenemos nos pertenece. ¿Y si nada nos pertenece, entonces, a quién?

Las sociedades se han construido de manera que todos quienes vivimos bajo el alero de sus súper estructuras, estemos de acuerdo en que vivir como sociedades modernas y civilizadas, demanda el consentimiento y sometimiento a la vez de los individuos que la componen, a cada una de sus sólidas organizaciones, esa es la manera en que funcionan las sociedades, esa es la forma en que el mundo civilizado logra alcanzar un cierto equilibrio para que la vida en sociedad, sobreviva y a la vez, tenga sentido. Por ello además, es que estos conglomerados enormes son modernos, por ello también son civilizados, otra cosa no podría funcionar, parece ser, en un mundo en donde el ser humano necesita desarrollarse y capitalizar el esfuerzo de toda su existencia, que no tenemos o no contamos con otras formas que puedan abarcar, en toda su magnitud, la casi totalidad de experiencias que produce la vida en sociedad, menos las modernas. Allí, el hombre, sumergido desde siempre en su eterna disputa por la subsistencia, logra asirse de los medios para compensar su soledad, el sistema y la superestructura que ha construido le permiten acceder a todo lo que él quiera, inclusive a lo que no debe, pero bueno, es hombre y por lo tanto no se negará, además, pareciera ser que no posee herramientas en su humanidad, como para negarle a esa misma humanidad aquello que podría dañar sensiblemente su existencia.


Dado de esta manera, la vida se torna dependiente, difícilmente en medio de una dictadura tal, que todo lo transforma en dinero, en experiencias superficiales, el hombre pudiera apreciar las grandes esclavitudes a las que debe someterse por el solo hecho de haber nacido en esta condición, por lo tanto, sin quererlo tal vez, prácticamente se vuelve un esclavo, un prisionero de sus necesidades, de toda una manera de vivir en la que Dios no afecta en lo más mínimo su conducta, se trata de una independencia basada en su propia autodeterminación y elección propia de elementos que se contradicen con la Voluntad expresa de Dios. Viviendo de este modo, se torna egoísta, individual, no reconoce incluso su enorme necesidad espiritual, para ello la súper estructura cuenta con toda clase de medios para inocularlo contra la verdad profética, allí además es donde entra a jugar un papel importantísimo la realidad de La Iglesia de Cristo, que no es otra estructura más de esta sociedad basada en el materialismo y el consumismo, sino, “el conducto por el cual desea Dios corregir la vida del hombre, del hombre común, del periférico, del que habita las grandes urbes”, Dios, en su enorme benevolencia, conocedor del sistemático rechazo a su evangelio de salvación por parte de la humanidad, no dejará jamás al hombre sin un medio de salvación, no es parte de su dinamismo ni de su Amor constante hacia una humanidad perdida.


Las súper economías entonces, prácticamente inoculadas contra el Evangelio, no ofrecen ningún tipo de expectativa espiritual para el hombre cansado y agobiado de la dura tarea que el impone el vivir dentro de dichas esferas de sometimiento, sólo le permite el acceso a disciplinas que tratan el problema periféricamente, nunca en su fondo, para eso es que está La Iglesia, para contradecir al sistema, para dar a conocer el mensaje de Dios a esta clase de personas, no para otra cosa, cada individuo que asume el costo de alzar la voz dentro de esta sesgada realidad, tiene características proféticas de gran importancia dentro del plan de Dios, es que no hay otros, los grandes profetas de la Prosperidad y sus imitadores, solo han sabido sacarle provecho a un sistema corrupto y gracias a ello, no tienen ninguna clase de interés en salvar almas o dar a conocer el mensaje de Cristo a la humanidad. Uno se pregunta entonces, ¿cómo puede hablar Dios a un país blindado contra el propio mensaje de Cristo? ¿Cómo puede dar a conocer Su Palabra a los hombres que se encuentran cautivos dentro de estas súper estructuras, como las de Japón, en donde la persona humana vale solamente lo que produce? Recuerde que Japón tiene en este momento uno de los más altos porcentajes de suicidio infantil y juvenil, ¿por coincidencia acaso? Pero nuestras realidades no toman en cuenta estas verdades, ni siquiera las reflexionan como elementos morales constitutivos de castigos divinos en otras épocas, y ello ocurre porque simplemente el hombre de las sociedades actuales, por muy civilizados que parezcan, por muy educados que se asomen frente al porvenir, carecen absolutamente de vida espiritual, la desconexión, es total, la religión no tiene herramientas como para enfrentar semejante apremio en el que lo pone la Palabra de Dios, por lo tanto, solo aspira a dejar las conciencias de los hombres en una aparente y fructífera calma. En este plano, las grandes estructuras económicas pueden declararse vencedoras, es posible disuadir el alma y el corazón del ser humano, la realidad espiritual, asentada en su provisional conducta de mediocridad, está de acuerdo con todo, no contradice, no enfrenta las divergencias que le ofrece el propio sistema para confrontar La Palabra de Dios con los nuevos faraones del siglo actual, así la desolación para el hombre atrapado en su desdicha, es total.


Esta relación, puede que resulte hasta tediosa, no obstante, el mensaje profético siempre tuvo opositores, siempre hubo quienes hicieron la vida de los profetas, mucho menos llevaderas, adhiriendo a sus espaldas, una carga espiritual y moral verdaderamente más agobiante que el propio mensaje de Dios, es el caso de Jeremías, de Elías, del propio Juan el Bautista. Sin embargo, el mensaje profético, tuvo la fuerza suficiente como para ponerse de pie y hacer de su Llamamiento, una vocación que logró traspasar los propios límites que le impuso inclusive la religión del momento, a esos hombres, y gracias a al poderoso mensaje que Dios les entregó, es que debemos el que hoy, a pesar de las grandes calamidades que asolan la tierra, nuestra fe en la Soberana Voluntad de Dios, permanezca incólume, la Coca Cola, Nike, Intel, Microsoft, y toda una enorme cadena de nombres de grandes compañías que bombardean nuestras vidas a diario, carecen de la fuerza necesaria como para ejercer sobre nosotros, Su Pueblo, algún tipo poder que nos haga retraernos de esta fuerte decisión que hemos tomado frente a la realidad que nos urge, los hijos de Dios, viviendo desparramados dentro de este cruel sistema de libre mercado, pero llena de grandes esclavitudes, tienen ahora la oportunidad de comenzar a ejercer la verdadera vocación a la cual fuimos llamados, porque los modelos asumidos no dan ningún tipo de posibilidad cuando se trata de la realidad, allí, la imagen de los grandes valientes de la fe, debiera inspirar la vida de muchos buenos cristianos que hace tiempo dejaron de proclamar la verdad a la cual fueron llamados para hacerse responsables, y no dependientes de hombres a los cuales les importa un carajo la manera en cómo este mundo se nos cae a pedazos, seguir haciendo lo mismo, bajo las mismas condiciones, será pues, una actitud que marcará el final de una era en donde el cristianismo, teniendo las herramientas y el Llamamiento necesario, no fue capaz de enfrentar la realidad histórica con las armas que Dios le entregó, por lo tanto, no todo está perdido, cada uno de nosotros, al contemplar la desolación que ha producido una vez más la naturaleza, en este caso en Japón, debe activar sus dones y salir de la indiferencia en donde la súper estructura lo detuvo para profetizar, en sus propios hogares, en su barrio, en el trabajo, en donde sea, de manera que la humanidad cuente, en su registro histórico y moral, con el recurso de La Palabra de Dios, tan necesario en momentos como los que vivimos, tan importante en días cuando La Palabra de Dios parece escasear, mientras, gran parte de La Iglesia de Cristo, sumida en sus propias y controversiales mediocridades, simplemente hace caso omiso del Llamamiento que Dios, a través de sus instrumentos, diariamente hace.


Puede ser que todo lo que estamos viviendo, sólo sea el pago de una humanidad que ido rechazando sistemáticamente el Evangelio de La Gracia de Dios, por lo menos es lo que nos obliga a creer el Libro de Romanos, pero, también puede que se deba a la propia indiferencia con que la Iglesia de Cristo, con todos sus entes reflexivos, prácticamente ausentes en estos escenario, haya actuado en tiempos cuando debió haber ejercido su vocación sin prescindir de ninguna clase de instrumentos que Dios le dio. El canto profesional cristiano entonces, deberías estar llegando a su final, la profesión de predicar debería retroceder para dar a luz al verdadero profeta, pero me temo, al igual que en otras ocasiones, que nada de ello ocurrirá, que todo seguirá prácticamente igual, igual como siempre, con la misma clase de Ministros inflados de orgullo gobernando conciencias por una suculenta cantidad de billetes que recibe a fin de mes, en esta condición, parece ser también, que el destino de las grandes y pequeñas sociedades, está dictaminado, la voz de los profetas por lo tanto, una vez más será apagada, ahogada para permitir que la fiesta continúe, que lo ocurrido hoy día a Japón, jamás volverá a ocurrir en nuestras tierras, de ser así, la cristiandad, nuevamente, le habrá negado a Dios, y a la propia humanidad por su puesto, la oportunidad de poner a su servicio, todo lo que ÉL mismo le entregó para cumplir con propósitos específicos como, la predicación honesta y sincera de la verdad revelada en su Santo Evangelio.

Friday, March 04, 2011

A un año de la tragedia.

















A un año de la gran tragedia, pareciera que el tiempo se hubiese detenido, que no avanzáramos, que nuestras pisadas permanecieran intactas, en el mismo sitio en donde aquella noche nos sorprendió ese trágico hecho. Pareciera también que los seres humanos estamos compuestos de dolor, que nuestra estadía sobre este mundo consistiera básicamente, en ser capaces de sobrellevar y soportar las indulgencias propias de vivir en un planeta que no toma en cuenta absolutamente nada, me refiero a lo humano, cuando se trata de activar sus poderosas fuerzas, aún desconocidas para los mortales, en circunstancias que aquí arriba, sobre la maleza y los continentes de cemento que hemos construido, la vida gime y se desarrolla a pesar de la tragedia que nos urge a diario por ganarnos el pan de cada día. En este caso, las grandes catástrofes solo vienen a confirmar una vez más, que las cosas no andan muy bien sobre este planeta, que a pesar de lo que gastamos en entretención y en disuasión para no quedarnos petrificados frente a la fuerza da la realidad, la naturaleza aún permanece tal y cual como Dios la dejó cuando Él se sentaba sobre el circulo de la tierra, impredecible, inmutable, casi en una actitud de indiferencia y de soberbia que no tiene parámetros, sin importarle en lo absoluto que cada vida que transcurre a diario, es la suma de interminable de sueños y esperanzas que no culminan cuando el hombre pierde su existencia en tales y semejantes tragedias, como el maremoto y el terremoto pasados, porque el sentido de la vida que nos dicta el porvenir, nos mueve a creer que el viaje aún no se termina, que aún nos queda mucho camino por recorrer, porque no sabemos cuándo todo esto terminará, por lo tanto, debemos ser capaces de aguantar hasta donde podamos, otra cosa nos dejaría fuera, fuera de la moral con que Dios desea que enfrentemos tales desgracias. Los cobardes aquí, no tienen voz.


Pero a pesar de todo esto, uno siempre tiende a juzgar las cosas que nos pasan desde otras perspectivas, desde otros y ocultos linderos que no siempre son tomados en cuenta a la hora de buscar las enseñanzas y ponerlas de una manera que no puedan sonar soberbias o radicales, uno desearía pensar la vida de otra forma, de otra manera menos comprometida tal vez con valores trascendentes, cosa que por decir ciertas verdades al respecto, no tuviese uno que recibir siempre el mismo pago. Es que desde hace tiempo hasta ahora, pareciera ser que hubiese muchos en este mundo que se pasan la vida y las horas pidiendo a Dios porque las catástrofes se hagan realidad ya, disfrutan con ver sufrimiento ajeno, piensan de qué manera se podría utilizar el sufrimiento humano para tomar algo de ello y convertirlo en rédito, así como los que construyen y venden guerras a los constructores de armas en el mundo entero, a la manera de Busch o de quien sea, si el problema ocurre, es porque simplemente el campo es sumamente fértil cuando tenemos que hablar de desdicha y de miserias humanas, aunque existan los eriales, aunque la tierra esté llena de congojas, siempre habrá de esa clase de seres que sabrán sacarle un buen partido a las catástrofes, es parte de la naturaleza pervertida del hombre, como esa casta de sinvergüenzas que le han robado hasta el alma a la gente de mi país, utilizando los mecanismos que te permite el poder para evadir el concepto ético más alto y menos practicando de la Torá que nos va quedando, como es el de ayudar y respetar a tu prójimo cual sea su condición, el ser empático en sus problemas, en sus necesidades, porque existe en nuestra triste realidad, desde alcaldes a meretrices, dispuestas a negarle a otros el pan con tal de quedarse con una tajada el día en que se supo, en este Chile terremoteado, que habría dinero y apoyo para aquellos hermanos chilenos que lo habían perdido todo el día del cataclismo.


La contraloría puso en duda una cantidad no despreciable de dinero que según las autoridades había sido destinada, como dije antes, a ir en ayuda de los más afectados con el terremoto del año pasado, no es algo que podamos poner en duda, se trata de un juicio imparcial de uno de los pocos medios con que contamos, como sociedad, para saber si nuestro país está o no contaminado con ese extraño pero persistente germen de la codicia. Esta noticia viene también a respaldar el hecho de que, no solo la tierra se está moviendo, sino que también, la vida valorica, la que no se toma en cuenta, la que tal vez algún periodista honesto de nuestro país, intentó en algún momento, poner en la conciencia de medio Chile pensando que por la abultada cifra de millones de pesos chilenos aún no explicados por la Derecha que nos gobierna, esto prácticamente pondría a la chilenidad toda en estado de real emergencia, craso error, porque el chileno común y corriente, perdió hace mucho tiempo atrás la capacidad de asombro, porque al igual que “los burrócratas” que hay en los mandos medios de nuestra empedrada realidad estatal, los hay también en el periodismo y en otras disciplinas más, porque a un periodista de espectáculos o de deportes le importa un carajo todo aquello, por ello es que cuando todo esto se dio a conocer, Shiiiiile estaba en otra, a esa misma hora el chileno común solo quería saber, obligado por las circunstancias y el poder del periodismo barato, qué iba a ocurrir con nuestro fútbol nacional, si se iba o no la marica del Bielsa de Chile, si se quedaba o no, toda esa basura estuvo en el lenguaje y el pensamiento de una Nación con un Llamamiento de una enormidad casi espacial, cósmica, por mucho tiempo llegó a ser más importante incluso que los desaparecidos por el tsunami, más aún, muchos de los cristianos opinantes, que no son pocos, creyeron que el tema de Bielsa y la selección, era un tema tan relevante que había que tomar parte de la discusión, el Mesías por lo tanto ya estaba en Chile, así que, ¿a qué esperar a Cristo si Bielsa ya nos había convertido en los Namber guan del fútbol mundial? Aunque no hayamos ganado ninguna copa, ni siquiera segundos o terceros lugares en algún campeonato de fútbol profesional.


Pero bueno, la maldad existe, de distintas formas, y este país, créanlo o no, está poniendo en práctica muchas de ellas que rayan en lo extremo, casi en lo infrahumano, en lo que produce más dolor, como es la indiferencia, el hacer que las cosas que nos suceden a todos, pasaran por que sí no más, o porque un miserable texto de la Biblia así lo dice, el problema para mi entonces, va mucho más allá de meros cantitos de adoración que suelen enternecer el alma y la conciencia de cristianos que son capaces de ignorar la verdad de muchos siervos de Dios que a pesar de la dolorosa vulgaridad con que han sido tratados sus Ministerios y vidas, continúan advirtiendo a la humanidad de los costos que tendrá el mantenernos viviendo al modo que lo estamos haciendo sin considerar que la fuerza de la naturaleza puede llegar a convertirse, en un momento a otro, en un poderoso instrumento de justicia para un Dios que no tolera la falsedad e hipocresía humana, en ninguno de sus envases. Y como yo no quiero ni deseo tampoco convertir esta reflexión en un mero mensaje político, porque no lo soy, reflexiono en la dimensión que puede alcanzar una realidad espiritual si no asume su condición en toda su honesta perspectiva, quedarse tal vez convertidos en niños sea la mejor alternativa, para no tener que confrontarse con el medio, no obstante, un cristianismo sin desafíos ni expectativas proféticas válidas, no tiene sentido en este tiempo ni en este mundo, ¿a dónde se dirige?, ¿qué propone?, ¿qué exige?


La realidad católica no tiene herramientas para confrontar la iniquidad de un Estado que jura de rodillas estar preocupado de los más necesitados, cuando, ellos solos, sin añadir a otros bandos políticos, concentran la mayoría de la riqueza de nuestra nación, el catolicismo chileno y mundial no puede ejercer funciones contextuales de peso a la hora en que sus príncipes están siendo acusados de pedofilia y otros delitos más relacionados con el arte de la sexualidad practicada con niños, Karadima propone una forma de encrucijada casi profética para una realidad espiritual corrupta que alimenta a sus seguidores de mentiras. El protestantismo chileno además, no permite que sus profetas puedan alzar la voz, la bonanza material y todas sus implicancias dentro del plano de la vida valórica y espiritual del cristiano, impide que problemas morales de gran importancia como los antes descrito en esta reflexión, sean tomados en cuenta por la cristiandad, esta forma corrupta de interpretar la fe además, da lugar a que los mediocres y cobardes tomen el control de los medios de comunicación y el problema profético prácticamente no tenga importancia. Por ello es que cada uno de nosotros debe hacer todo lo posible por intentar dar sentido a su realidad espiritual, sin siquiera considerar la opinión de los grandes maestros de la hipocresía, el mensaje profético siempre será dejado de lado, siempre será más importante alabar a Dios que declarar a los cristianos y la gente que subsiste dentro de este sistema, la incisiva verdad que nos revela Su Palabra, es que los Ministros y ministerios tanto nacionales como internacionales, han eliminado prácticamente de la vida de La Iglesia de Cristo, conceptos fundamentales que dieron origen al planteamiento profético, la profesión de predicar y cantar alabanzas en boga en este momento y la industria que los respalda, es una muestra elocuente de cómo el cristianismo actual, prácticamente, carece de fuerza moral y ética como para enfrentar la realidad socio cultural y contextual de este sistema, para ello, solo sería necesario que alguien pagara el precio, pero la pregunta es, ¿quién lo pagará?, ¿quién estará dispuesto a ponerse en la brecha y defender el derecho de Dios? Me temo que hay pocas esperanzas, hoy día la fe comercial solo defiende aspectos institucionales y no lo que dicta La Palabra de Dios, por lo tanto, si no somos capaces de entender el tiempo que vivimos, podría llegar a ocurrirnos lo mismo que le ocurrió a Israel cuando iba por el desierto, situación que La Palabra describe claramente como una deserción y que tuvo un costo tremendo para aquellos que no lograron entrar a la tierra prometida.


Este es el tiempo entonces de no retroceder, de acercarnos a Dios, de creerle, de no dejarnos embaucar por neófitos que solo piensan en el bienestar económico más que en el bien que nos aguarda en la eternidad cuando Cristo nos venga a buscar, otro mensaje no tiene importancia, el mundo y su condición nos dicta al parecer, que el tiempo parece estar cerca. De no ser así, tenemos la obligación de mantenernos fieles a sus preceptos aunque no concordemos con el sistema religioso, aunque no tengamos filiación con alguna secta o realidad nominal, como Iglesia de Cristo, estamos absolutamente seguros que, al vivir bajo su amparo, su misericordia no nos abandonará, y por lo tanto, una vez más, Cristo estará junto a nosotros para dar esta última y determinante batalla que definirá lo que muchos han preferido ignorar y silenciar descarada y soberbiamente.