Friday, June 27, 2008

Deben volver a clases.
























Por estas, y otras muchas cosas más, los estudiantes deben entonces volver a las salas de clases, porque sin duda han logrado mucho, mucho como para que la sociedad chilena tenga elementos claros para cuando deba emitir un sufragio, en eso, ellos se han ganado el respeto de todos nosotros, porque todos los que somos padres y tenemos nuestros hijos dentro del sistema educacional público, comprendemos, gracias al valor de ellos, y al que ningún otro tuvo en este país, que nuestra educación pública chilena, está en completo desmedro con respecto a la educación particular. La pregunta entonces cae de cajón, ¿cuándo fue distinto? No recuerdo en este país que antes fuese diferente, no obstante, nuestros gobernantes tienen una tarea enorme con respecto a esta encrucijada, no sólo los que hoy día nos gobiernan sino, los que vendrán, es que un problema de esta envergadura no puede ni podrá ser pasado por alto como si nada hubiese ocurrido, porque lejos de los idealismos, la realidad concreta nos habla de que nuestra Educación Pública, DEBE sufrir cambios profundos si queremos que nuestros hijos tengan mayores y mejores oportunidades en el futuro.
Los estudiantes chilenos han demostrado que la pura contemplación no sirve, que la ocupación del espacio físico es inevitable cuando las palabras no son tomadas en cuenta, pero al final, todo se torna engorroso, todo finalmente se torna nebuloso, la causa se extravía cuando el descontrol toma el lugar de la razón, se da lugar al desenfreno, se rompen vidrios de comerciantes, se destruyen botes de basura que por lo menos, aquí en Valparaíso, mucho nos sirven y ha costado para que sean ubicados en donde están. La Llamada revolución pingüina mucho nos ha dejado, como dije antes, el valor de nuestros jóvenes y adolescentes, también, el comprender que la Educación de nuestros jóvenes afecta, en primer lugar, a los propios estudiantes, por lo tanto, administradores de oficina como políticos burgueses ya no necesitamos en nuestra Patria, sino, servidores públicos con vocación, pero de servicio, de servicio a los intereses de las personas, sean ellas, adolescentes, jóvenes, adultos o los más viejos como nosotros. Debemos hacer lo necesario para que en las futuras elecciones seamos lo más honestos posibles para elegir a quienes deberán administrar nuestras vidas, este es un principio que nos ha de tocar a todos, y que gracias a los estudiantes de nuestra Patria, cobra un profundo valor cuando vemos a diario en las pantallas del canal del Congreso, como los Srs. Diputados y Senadores del País, simplemente van a las reuniones en el Congreso cuando ellos quieren, demostrando de esta forma, que el voto popular sólo les interesa porque con ello, logran evadir el esfuerzo y el sacrificio que otros chilenos deben a diario hacer para que esta nación siga creciendo, mientras, los parásitos del Congreso vegetan en la más absoluta y sórdida realidad.
Por esto entonces, para salvar siquiera el espíritu de la causa de los estudiantes, yo estoy a favor de que ellos vuelvan a sus clases, que no pierdan un día más, que retomen las armas que Dios y la vida le han dado, y se dispongan a responder con toda el alma, a todos quienes piensan que el sistema de educación pública sólo alberga flojos, el continuar perdiendo clases sólo permitirá que algunos líderes estudiantiles de corte, revolucionarios, logren quebrar nuestras circunstancias, y en ese desenfreno, ellos serán los únicos favorecidos, y por cierto, el sistema privado que en nada se afecta cuando los estudiantes de colegios públicos hacen tomas. Creo que es tiempo de evaluar los modos utilizados, las revoluciones que traen como consecuencia la destrucción de la propiedad privada, nada pueden cambiar, en la conciencia de todos los chilenos aún se mantienen prístinas las imágenes de un Chile destruido por el desorden y la anarquía, una anarquía que trajo mucho dolor, un dolor que para muchos todavía no es pasado, generar más dolor en nuestra Patria no es una buena alternativa, creo que la lucha ideológica inteligente, puede lograr muchas cosas más importantes en los seres humanos cuando se da, inteligentemente, con creatividad, con sapiencia, el destruir lo que a otros cuesta la vida solo traerá odiosidad a la causa, en este caso, de los propios estudiantes, lo que por nada debe suceder, porque a mi modo de pensar y creo, el pensar de muchos padres, la causa de los estudiantes y profesores chilenos, es justa, en ello, no hay ninguna duda.

Monday, June 23, 2008

¡...Contesta, Señor, Contesta...!

















Ella lo logró, ella está contenta, ¡…contenta Señor contenta…! ¿Quién sabe de qué estará contenta? Pero ella entendió su rol de inmediato, lo asumió, con bastón en mano llegó hasta la mismísima moneda y juró, servir a la Patria, jamás a sus intereses personales, A LA PATRIA. Luego de un par de días, la Patria a la que juró servir, la convocó, en una de esas instancias en la que no te puedes equivocar, es demasiado importante pasar la prueba, son muchas las miradas, muchos los intereses que hay en torno al problema de la Educación en Chile, sobre todo, de aquellos que han lucrado con ella, que por ser pocos tal vez, no dejan de ser importantes.
Pero ella, la elegida, la ungida para tal convocatoria de carácter histórico, se sabía ganadora, jamás pensó en revertir nada, ni menos en ponerse del lado de los que padecen el problema en carne propia, como los propios parlamentarios chilenos, los cuales dudo que tengan a sus hijos dentro del sistema educacional Público. Pero bien, ella fue convocada por la Presidenta de esta Nación para cumplir con un propósito, eso está claro, más que claro, nada debía afectar el proyecto, era la panacea para solucionar definitivamente los grandes escollos que existe en torno a la educación Publica chilena, aunque, siendo honesto, la Loce siempre estuvo allí para criticarla, para exhibirla, cual gran elefante blanco que nos heredó la dictadura en relación a algo tan fundamental para el crecimiento de los pueblos, como es la Educación de sus hijos. La LGE, sería entonces el gran resultado de todas y cada una de las conversaciones entre políticos, profesores, alumnos, y todos los interesados en el problema, las protestas acabarían de inmediato, el resultado sería la aceptación unánime de que nuestra Educación Pública merece mejores resultados, y que para que ello ocurra, es necesario darle no sólo un impulso, como dijo la Sra. Presidenta, sino, enfrentar definitivamente el problema y asumirlo como de verdad merece un problema que ya lleva muchos años sin resolver.

Pero, aunque en decadencia, debemos ser agradecidos con quienes, a pesar de estas crueles diferencias con el sistema educacional privado, se esforzaron por hacernos comprender el valor de una buena educación, la cual no reside ni es patrimonio sólo de colegios particulares, sino, de una gran cantidad de colegios en Chile que, a pesar de toda la gran problemática que tiene nuestra Educación Pública, ofrece aún a quienes no tienen cómo elegir y optar, un sistema que a muchos chilenos nos ha dado grandes satisfacciones y que con el tiempo, hemos aprendido a valorar y a dar gracias a Dios y a esta Patria por habernos Educado. Dentro de esta reflexión, obviamente, no puedo olvidar a mis viejos profesores, a mis maestros, a quienes me enseñaron a leer y a escribir, y que junto con guiarme en este difícil arte de la enseñanza, lograron encauzar mi alma y mi mente en Propósitos aún mayores que el lucro personal, ellos también son los responsables de haber comprendido un día, que en colegios públicos como en el que yo me eduqué, también se educaron nuestros Premios Nobel Gabriela Mistral y Pablo Neruda.
No es sólo coincidencia entonces que ello haya ocurrido así, el que tengamos dos Premios Nobel tampoco, y que además sean personas que vienen de cunas humildes, por ello no concuerdo con cierto personaje de un programa de televisión nocturno de conversación en el cual, en torno a una mesa este Domingo, se decía que no hay razón para ayudar o invertir en los colegios públicos, tratándose ellos, de lugares que sólo son contenedores de niños, adolescente y jóvenes con problemas sociales enormes, y que por tal razón sólo se trataría de un gasto innecesario. Pues bien, tratándose de este personaje de un Sociólogo, pienso contrariamente a él, sí porque la razón y las pruebas induditables demuestran que un ser humano, venido de una cuna humilde, y proporcionándole las herramientas necesarias, puede llegar a lo más alto, ¿o las alturas son sólo para los con apellidos difíciles? La lista es enorme, miles de personajes en el mundo entero nacieron en cunas humildes y llegaron a ser grandes personajes de la historia, sus aportes son innumerables, el propio Salvador del mundo nació en un humilde pesebre.

Pero, volviendo a la realidad, me queda muy claro que nuestra juventud está entendiendo algo muy importante, primero, que se puede expresar, cosa que no se pudo hacer en Chile por muchos años, luego, confrontar, a través de ciertos procedimientos, a quienes deben hacer todo lo posible por que nuestra Educación Pública mejore, no sólo en rendimiento, sino que también en infraestructura, en medios. Podemos estar o no de acuerdo en los procedimientos con que los alumnos de nuestra Patria han defendido lo que ellos creen es justo, y allí también deseo hacer un alto, por que pienso que la idealidad puede a veces terminar por destruir las causas nobles por las cuales las personas luchan, y dejar en completo desamparo a quienes lucharon y se esforzaron por cambiar en algo la condición, en este caso, de la Educación en Chile. Con esto quiero decir que sería importante que los alumnos volvieran a retomar las clases, que los padres hemos entendido que los gobernantes de turno no entienden, que no están dispuestos a cambiar de actitud ni menos a cambiar un par de renglones en nuestra Constitución o donde sea, por el miedo a perder un miserable escaño en ese podrido lugar en donde la Democracia simplemente no existe. Ahora es el turno de los Srs. Profesores de nuestra Patria, si ellos no son oídos, habrá que revisar de qué modo se puede enfrentar la situación, pienso que detrás de estos movimientos siempre hay intereses creados, que muchos aprovechan estas circunstancias para otros fines y no para defender lo que realmente es importante, los idealistas verdaderos, los que luchan de verdad siempre quedan solos, es una triste realidad. Nuestros estudiantes merecen mejor trato, mejores condiciones para enfrentar el porvenir dentro de un sistema que se haya colapsado por la mala administración, nosotros los padres, pronto tendremos la oportunidad de dar nuestra opinión en las próximas elecciones, allí podremos expresarnos democráticamente contra un sistema en el cual el poder del dinero simplemente ha barrido con la conciencia de miles de personas que no estamos de acuerdo con los planteamientos que recoge la LGE.

Al terminar esta reflexión, siento que la problemática en la Educación Pública chilena, ya no se trata de un problema de salud mental o social solamente, sino, de JUSTICIA, si, de JUSTICIA, porque por cada día que pierden nuestros estudiantes luchando en las calles por mejorar la Educación Pública en Chile, el otro sistema, el de Los Senadores, el de Los Diputados, el de Los Gerentes, el de Los Ministros, el de Piñera, se fortalece más, haciendo mucho más enorme la distancia entre una Educación Publica Digna, y la Particular. Por ello, Justicia, Justicia para nuestros estudiantes, Justicia para los hijos de campesinos, Justicia para los Hijos de Pescadores, Justicia para los Hijos de todos los chilenos que no deseamos ser iguales ni imitar a los que rebosan de bienestar material, sino, estudiar dignamente y ser agradecidos de lo que Dios y esta Patria nos ha entregado.

Thursday, June 19, 2008

El Cisma de la Educación Pública Chilena.

















De este modo entonces se aprueban las leyes en Chile.

- ¡Y eso que dejamos de ser una dictadura!

Nadie entiende nada, nadie puede comprender absolutamente nada, una democracia que no escucha a los demócratas está totalmente sobrepasada. Las imágenes son elocuentes, este es el modo que han elegido nuestros gobernantes y parlamentarios para asumir los problemas de un Chile que no resiste ser pasado a llevar, sobretodo en la educación, me refiero a la educación pública, no a la particular o de las otras, sino en aquella que naufraga, por la mala administración, por la ineptitud de gobernantes autócratas que no escuchan a los afectados cuando ellos les hablan. Han tenido muchos años para mejorar La Educación de nuestro país, y esperan que creamos que ahora sí, ahora si lo van a lograr, ¿de qué mierda hablan, qué les importa a ellos si nuestros hijos se mojan o no en los colegios en los días de crudos inviernos? ¿Qué le va a importar a una Presidenta que vive haciendo recorridos por el mundo y practicando la concordia con gobernantes extranjeros mientras nuestros hijos deben rogar a Dios, para no adquirir alguna enfermedad cuando deben hacer sus necesidades en los Liceos públicos?

Pero nos jactamos de ser super avanzados, de tener una economía próspera y emergente, de construir carreteras ultra modernas, sin embargo, nuestras grandes decadencias se encuentran precisamente en esos lugares que a nuestros sublimes gobernantes y parásitos del Estado, les importa un carajo.
- ¿Y no quieren que la gente proteste?
– ¡Que cara duras son, que frescos!

Es claro que la educación particular no sufre de estos grandes problemas sociales, la realidad que envuelve la vida de condominios es otra, otras garantías para gente especial, mientras, los nuestros no saben si este año realmente han aprendido algo y si van a terminar el año con normalidad, si recién hace un par de semanas les fueron entregados los libros con que deben estudiar las materias del año, ¿de qué estamos hablando entonces, quién paga? El Lucro vuelve mucho más poderosa a la educación particular, y frente a esto, ¿qué posibilidades tiene un estudiante que apenas tiene la posibilidad de entrar a un colegio público? El Estado que nos representa a todo se ha vuelto perverso, la iniquiedad social como conducta, parece ser una de sus más oscuras prácticas y predilectas a la hora de enfrentar la realidad, pero el Estado no lo reconoce, no acepta el que miles de personas, miles de almas congregadas, miles de profesores y alumnos amparados en un casi inverosímil e imperceptible espacio que le brinda esto que todos llamamos democracia, les enrostre en sus propias narices su gran ineptitud y poca misericordia social a la hora de administrar algo tan enormemente sublime para una nación como es la Educación de sus hijos. Si algo tiene valor para un ser humano nacido en nuestra patria, es el hecho de que el Estado pueda brindarle todo lo necesario para que esta persona se forme, intelectual, moral y espiritualmente, y el día de mañana sea una persona de bien.

La Educación no pertenece a un grupo determinado, menos la Educación de nuestros hijos, hemos nacido en esta Patria que Dios nos dio, como una bendición, para ser bendecidos, y luego para bendecir, quienes gobiernan y legislan, deberían echar un vistazo al menos al viejo Sermón del Monte, las palabras del sublime Maestro aún se encuentran disponibles, aunque parezca raro, aún no han perdido toda su claridad, toda su lucidez, y ello no ha ocurrido simplemente,
porque al igual que en los tiempos de Jesús, los poderosos de hoy tienen completa libertad para ejecutar o impedir que los más desposeídos, tengan una Educación “DIGNA DE HIJOS DE ÉSTA, NUESTRA PATRIA”.

El sistema actual de Libre Mercado, que incluso a penetrado las murallas de la propia religión, ha dado a luz una forma desconocida de un Dios que se ha tornado indiferente a los problemas cotidianos, hombres llenos de placer espiritual se han encargado de sobornar conciencias y adormecerlas, con el propósito de impedir que el cristianismo actual pueda participar derechamente en algo tan valioso e importante como es la Educación de nuestro pueblo. El dinero, la oferta espiritual, la demanda comercial, de manera vergonzosa, ha bloqueado cualquier iniciativa creativa que provoque algún tipo de resistencia a un sistema plagado de mediocridad e indiferencia. Así, tanto profesores como alumnos, quedan expuestos a circunstancias de extrema peligrosidad cuando, sin ningún tipo de defensas, deben confrontar a la autoridad en cualquiera de las calles en donde se pueda manifestar libremente la necesidad que les urge.

Desde éste, mi pequeño espacio, agradezco a Dios por el valor de los profesores de nuestra patria, por no aceptar que nuestra Educación pase a ser un producto más que puede ser ofrecido al mejor postor. Agradezco a Dios porque Él les ha dado la fuerza suficiente, y seguirá dándola, para que ellos sigan luchando, a nombre de todos nosotros los padres, por que nuestra Educación no sólo mejore, sino que además, no pertenezca a unos pocos que no tienen la más mínima idea de lo que es la Educación pública en nuestra Patria. A ellos entonces, mi admiración, a los estudiantes, que a costa de perder, si es la situación, el año escolar, han hecho sentir su más completo desacuerdo con esta nueva y absurda ley que en nada corrige o cambia la herencia de la Dictadura. Toda mi fuerza desde aquí para que resistan, para que más pronto que tarde, los hijos de nuestra patria tengan una verdadera y genuina Educación como Dios manda.

Monday, June 16, 2008

A los próceres de la indiferencia.























No sé qué cosas podrían ocurrir para que el cristianismo actual pudiese reaccionar, no sé de qué modo podría Dios tocar las vidas de las personas para que tomásemos otra actitud frente a la vida, otra actitud frente a la decadencia espiritual y moral por la que atravesamos como mundo. Son tantas las maneras que ha elegido el cristianismo para evadir la verdad suprema de nuestra fe, que ya no pienso en un despertar de las almas, se hace tarde, muy tarde para ello, muy tarde para pedir perdón a los cuerpos de los vidas desamparadas, a las memorias de las almas olvidadas que yacen en la más completa desolación. Nos hemos estructurado de tal forma que sólo nos interesa nuestro propio bienestar, nuestro propio beneplácito, ignorando que en los atardeceres de las vidas, las almas pululan desorientadas como si se tratase de fantasmas.

Llevo aquí mucho tiempo, bastante tiempo como para darme cuenta de lo que realmente somos, como sociedad, como conjunto, pero también como individualidades, me apesta el silencio en el que la gente dice estar proclamando una enorme verdad espiritual como la verdad heredada de Jesucristo, no obstante, muchos se conforman con sólo absorber, extraer como las abejas el polen de las plantas, pero jamás se dan el trabajo de preguntar si tu dolor te permite vivir en paz, si tu herida con el tiempo ha sanado, ese no es tema para ellos, la jactancia espiritual y la arrogancia en la que muchos viven y defienden a sus íconos, no les permite descender a la altura de la vida de un miserable ser humano que no está de acuerdo con los procedimientos actuales de una religión podrida y vendida al sistema, todo porque hoy día el ser cristiano tiene tintes manifiestos de ser una poderosa y certera careta de doble faz, de doble predicamento, “lo ancho para mi, y lo angosto para los demás.”

Esta representación minusválida y artificiosa de los cultores de la mediocridad espiritual actual, ha ganado muchos adeptos, es que la naturaleza humana de hoy, ya no necesita verdades supremas como para poder seguir proyectándose en el tiempo, se sabe ganadora, se sabe coronada de gloria y sin embargo llena vive de títulos blasfemos, de títulos que logra a través de su propia y ritual prostitución diaria que no necesariamente termina en gestaciones, porque el libertinaje espiritual de la cristiandad del hoy, no tiene como propósito central la reproducción y la generación de vidas nuevas y creativas sino, la de corromper su propia naturaleza y ofrecer un espectáculo decadente y comercial que adula y sensualiza los sentidos de tal forma, que ya no queda ningún vestigio de una verdad tan poderosa como la verdad proclamada hace miles de años atrás por profetas y hombres de valor.

El hombre ha cambiado, ha cambiado su naturaleza, ha cambiado su forma de ser, lo honesto ya no tiene importancia, lo verdadero es considerado nefasto, el ruin y burlador logra satisfacer sus viejos apetitos, el honesto en cambio es segregado, apartado a vivir en soledad, en una soledad de imágenes en donde la palabra surge como una cristalina fuente de agua celestial, y el pensamiento aislado de las sombras no logra detener, con su abismante lentitud, la reflexión de quienes aún no desertan de una fe que no ha podido ser cambiada ni menos afectada por la mugre espiritual de los mercaderes de la realidad.



Aquí estoy entonces, para reavivar mi propio espíritu, para fortalecer mis propias convicciones. Como ven, no ha sido posible que la lacra mediática de la alabanza y de los adoradores me convenza, que se pudran, que se meen en sus propios pantalones, ellos jamás han proclamado una sola verdad que me haga pensar que al menos hoy, me habré equivocado tal vez al no querer oírles ni aceptarlos, al menos por un rato, al menos por un solo momento, lo cierto es que la duda jamás ha rondado en mi cabeza, jamás he tenido un solo sueño en el que Dios, desde su Santa y Gloriosa morada me haga pensar que tales representaciones de una realidad espiritual decadente y mediocre como la actual, puedan tener algo de razón en lo que cantan o dicen, ello no ha sido posible, y debo seguir siendo sincero con ustedes, no lo lamento en lo más mínimo, es más, me alegro que así sea, me alegro que al menos yo, un mísero exponente de la danza olvidada de una fe criolla y maloliente, tenga las agallas suficientes para decirles a ustedes, desde esta propia columna, que con sus cotidianos silencios, con sus traiciones partidarias, representan para mi, la cobardía total y absoluta de gentes que no les interesa en lo más mínimo el que yo sufra o no con lo que estoy diciendo o pensando, por cierto, ¿qué les debo?, ¿qué les adeudo? Nada, absolutamente nada, todo me lo he ganado con mi porfía, con la fuerza de mi propia voluntad que a diario me impulsa a seguir cuando, en una de esas nocturnas emboscadas, advierto el sonido de una filosa estocada mortal que me despierta, pero que luego de una encarnada lucha cuerpo a cuerpo en el interior de un cuarto lleno de historias, me doy cuenta que otra vez, en la propia verdad de mis viejas convicciones, he vencido, en el único Nombre que muchos ya ni nombran, ni cuando se van a dormir ni cuando despiertan, lo consideran demasiado trivial como para recordarlo y nombrarlo.

Me he decidido entonces a enfrentarlos, a decirles lo que pienso de cada uno de ustedes, a no guardarme nada, a enfrentar a los viejos molinos de viento aunque termine desecho, herido de muerte, simplemente porque mis convicciones retratan el que creo, es el sentir de Dios, de un Dios humanizado en la Persona de un Cristo al cual nadie desea imitar, por el dolor de tener que perderlo todo, a cambio de qué? ¿Quién lo imita a Él? ¿Acaso los vendedores de ilusiones espirituales? Jamás nunca, ellos no lo van a logran aunque regalen todas sus miserias y den sus cuerpos para morir quemados, son otras las cosas que han de mover a un cristiano, son otras las certezas que han de llevar a alguien a la gloria de Dios. Yo, siendo muy honesto, no merezco ser llevado a un lugar como ese, he fallado muchas veces a Dios, de muchas formas y en distintas circunstancias, pero lo que jamás voy a hacer para convencerme y tratar de convencer a los demás de que soy o quiero ser un santo, es mentir, es adular, es alejarme del dolor de los que sufren para llenarme los bolsillos de dinero como lo hacen hoy los mercaderes de la alabanza y la prosperidad, no señor, la poca conciencia que aún queda en mi alma, no tiene precio, la sangre de un mártir como Esteban no me permite mentir ni mentirles, y sé que nadie tal vez me agradecerá por lo que les estoy diciendo, de eso estoy completamente seguro.
- ¿A dónde se ha ido la voz de los profetas de Dios?

- ¿En dónde se encuentra el sonido de sus voces?

Hoy nos encontramos rodeados de versiones vulgares y mediocres de un cristianismo que agoniza, tener la honestidad para denunciar a los corruptos de la religión actual ya no es tarea de Ministros de Dios, ellos están en otras cosas, otros proyectos tienen tomadas sus vidas, lo cierto es que el cristianismo actual se ha vuelto inocuo con todos sus procedimientos absurdos para un sistema que vende cuerpos de niños bajo la sombra de la noche, y frente a la más consagrada y antigua reliquia de la religión católica en Santiago de Chile, ¿en dónde están los pastores de esta patria para protegerlos? ¿Ellos no valen la pena acaso, aunque Jesús haya dicho: “Dejad los niños venid a mi, y no se lo impidáis”?
Ellos mismos se han encargado de proteger con sus fachadas de santurrones a los más perversos abusadores y violadores de niños, como son, “los curas de la infamia, los curas del infierno”, de un infierno que precisa de cómplices para funcionar y hacer que la maldad prolifere sin que nadie logre notar lo terrible que resulta para todos nosotros, el que un solo sacerdote, en una nación llena de católicos y gente que dice ser cristiana, sea capaz de violar niños inocentes. A los mismos que salieron a defender la vida, a prohibir la píldora del día después, ¿dónde estaban cuando los sacerdotes en el mundo entero violaban niños? ¿Cuándo hicieron una sola marcha para llorar y rogar por sus vidas?

Sin duda que este podrido mundo nada tiene que ofrecerme ya, nada que me haga cambiar de opinión, lo único que tengo para ofrecer entonces es mi queja, mi alarido constante contra los malos gobiernos, contra los que usan a los niños como mercadería sexual, contra los que maltratan sus cuerpecitos, contra los que venden y envenenan lo que queda de inocencia en este mundo con la maldita droga, fuera o dentro de nuestros colegios, en las universidades, en las instituciones, cualquiera sea, en las calles de nuestra patria.


¡Púdranse todos los que sin un mínimo sentido de la compasión no ayudan al pobre y lo cubren en los días de invierno! Una religión sectarista y llena de contradicciones como las que tienen aquellas que hoy día pretenden ser las más fieles representaciones de Cristo aquí en la tierra, yo no quiero, no las amo, deseo su condenación total, deseo para ellos el más severo castigo por las iniquiedades en el nombre de todos los niños abortados, en el nombre de todos los hombres maltratados por un sistema cruel y lleno de desdichas que no logrará jamás, en las manos de políticos ineptos y faltos de entendimiento, mejorar la condición de ellos.


A los mercenarios les digo, no voy a descansar hasta que la justicia de Dios se haga una realidad completa en esta tierra, y las miserias por las cuales se desviven y luchan, y además ganadas a costa de ignorancia y de ignorar a los hambrientos en el mundo entero, se pudran con todas sus arrogantes y orgullosas mentiras.

Sunday, June 08, 2008

El costo de mantener en ignorancia a todo un pueblo.













Son muchas las razones que podrían justificar un silencio tan atroz y condenatorio como el silencio de las almas, de aquellas almas plagadas de erotismo, y de una sensualidad inconmensurable e infinitamente obscena como la de la actual dictadura del gozo y de la prosperidad. El no ser lo que somos y aparentar ser lo que quisiéramos, parece ser una de las mejores armas con que cuenta este enorme ejército de calentones espirituales que se han puesto a la entrada del camino, para evitar, precisamente, cualquier contacto con la realidad y la verdad insolente que nos llega a diario a tocar, sin medir distancias, a todos los que estamos interesados en suplir la ausencia espectral de una realidad paupérrima y mediocre, como la de la fe actual.

Algo, sin embargo, debió haber dejado toda esta pulguienta y putrefacta influencia del cristianismo centroamericano y del otro sobre nuestras realidades, algo que nos hiciera ver nuestra propia condición frente a Dios, a la vida y a los valores trascendentes, esos que nuestros gobernantes no tocan ni quieren aceptar, pero que resultan ser evidentemente necesarios en una situación como la que vivimos e intentamos desarrollar nuestras vidas en el día de hoy.

Hace muchos años atrás, cuando recién casi empezaba a tener sentido para mi vida el servir a Cristo dentro de nuestra realidad, oí algo con respecto a los cantantes cristianos que, para ser honesto, me dolió bastante, pero que después de una reflexión entendí el propósito y analizando bien la cosa, tenía mucho de verdadero. El caso era que cierto hermano, desde el lugar de privilegio que Dios nos ha dado a todos quienes creemos en Él, y con una seguridad casi de clarividente, afirmaba en ese momento, hace 20 o 25 años atrás, que los cantantes cristianos adolecíamos de ese terrible flagelo que llamamos ignorancia. Parece ser, en el campo de la vida espiritual, que al igual que los niños, las cosas que no nos gustan son las que nos hacen mejor, y las que amamos o preferimos, son la que al final de cuentas nos dañan un montón. El caso es que con el paso del tiempo, decidí ponerme, en buen chileno “el poncho”, y no dejar que otros resolvieran, como suelen hacerlo hoy muchos de los que dicen llamarse “gurúes espirituales” o “apóstoles”, los problemas que a mi, principalmente deberían preocuparme.

- Y me dije, Florencio:

- ¡Manos a la obra!

- ¿Por qué esperar más?

Así comencé a estudiar cuanto libro cristiano a mis manos llegase, aunque a decir verdad, siempre he sido un adicto a la literatura. Pues bien, poco a poco fui entrando en esta enorme escuela del saber, y fui adquiriendo ciertas nociones que facilitaron desde luego, la comprensión de mi propio Llamamiento y el de La Iglesia. De este modo además, pude entender que la fe cristiana posee bases históricas y proféticas más enormes que el mismísimo firmamento y de las cuales, difícilmente me habría enterado si es que un día no hubiese escuchado a tal hermano hacer tan enorme declaración con respecto a los cantantes cristianos. ¡Doy gracias a Dios por ello!

Quién haya sido esta persona, lo realmente trascendental para mi, es que tal declaración, por lo incómoda que resultara para mi orgullo de joven, tuvo su propio efecto en mi vida, un efecto que llegó mucho más allá que todas las predicaciones juntas que he oído a lo largo de toda ésta, mi existencia, y que no son pocas. Sin desmerecer nada ni a nadie, el caso es que la inquietud por aprender, me llevó a descubrir la enorme ignorancia que había en mi propia vida primeramente, y también, la necesidad que había en mi vida de oír a verdaderos maestros en La Palabra. Esta necesidad entonces, fue la que al final me llevó a dedicarme por completo al estudio de Las Escrituras, y a darme cuenta que una Palabra, por humilde que sea el que la diga, no debemos desecharla por ningún motivo, Dios es capaz de hablarnos y decirnos con claridad absoluta, en dónde y cómo podemos hacer frente a los enemigos que combaten con nuestras almas, de no ser así, estaríamos frente a una de esas divinidades humanas que pertenecen a la más singular creatividad y razonamientos del hombre pervertido, dejando la naturaleza e interpretación del carácter de Dios, en las manos de personas que no sabemos cómo se han construido para dar sentido a nuestra fe cristiana.

Con esta misma y asertiva sugerencia que me fue proporcionada en mi juventud, me he resuelto en esta tarde entonces, a confrontar, una vez más, la ceguera, la indiferencia, la indolencia de un pueblo tan ignorante como el pueblo evangélico chileno. Créanme, no disfruto con esto, no obstante, si hay algo que pueda explicar, a mi modo de ver las cosas, el retraso espiritual e intelectual por el que atravesamos todos como Nación de Dios, es precisamente la ignorancia. Esto resuelve además, el gran dilema que se me plantea cada vez que quiero escribir algo que pueda ayudar a despertar conciencias dentro de nuestra siempre escueta realidad espiritual, esto además explica, el que fuera de la propia realidad cristiana, a veces encontramos mucho más apoyo a los proyectos que tenemos y que bien podrían facilitar la proyección del Evangelio de Jesucristo dentro de nuestra sociedad.

La ignorancia es una de las más potentes armas con que ha contado el enemigo de Dios para estancar la compresión del proceso histórico de nuestra fe cristiana, no podemos olvidar el proceso de Israel, la ignorancia, la falta de conocimiento, todo un conjunto de elementos que por separado o en forma agrupada, parecen ser letales a la hora de medir o cuantificar si lo que hacemos o no por Dios tiene de verdad sentido. Hoy vivimos el boom de la Alabanza, pero no la del alma, sino, la comercial, la que puede estructurarse dentro de las frías paredes de un set de grabación y hacer creer a los demás que la adoración, puede ser artificial, la que nace en el corazón de personas que apoyan procesos históricos perversos como, violaciones a los derechos de los niños, violaciones a tratados sobre prisioneros de guerra, violaciones al derecho internacional, violaciones a niños y niñas que sufren el hambre en carne propia, pero que gracias a esa perversión llamada, los cascos azules, una inmensa cantidad de degenerados se esconde y puede, a vista de un mundo individualista como el que hemos construido, abusar de pequeños seres humanos que simplemente son víctimas inocentes de las perversiones de mayores que no han querido entender que sin Dios, el hombre no tiene destino en este mundo.
Este tipo de adoración que sin un más mínimo de vergüenza apoya invasiones y un lenguaje de muerte jamás visto en el mundo entero, es el que hoy día fluye como el agua putrefacta que en cloacas inmensas de colores de muerte, suelen llevar nuestros más hediondos desperdicios al fondo del mar, contaminando la vida submarina, o la poca vida que nos queda en este bien tan importante para nuestra subsistencia como es el mar. Un adoración así, necesariamente debe poseer en su entorno, el encanto que da la blancura de la indiferencia y de la arrogancia religiosa, la prostitución espiritual debe ser total, no puede ni debe haber términos medios, por nada del mundo se debe invitar pensadores o gente que haga reflexionar a la comunidad, la caca necesita fluir, fluir, lo más ligero posible, el water, hediondo de la fe comercial, se alimenta de las necesidades que dejan caer a diario los super espirituales del gozo que no desean más que ser oídos y ser admirados por ello. ¡Como si ellos con sus predecibles cantos nos fueran a aclarar algún lejano concepto que no tuvimos la suerte de comprender cuando, junto a varios hermanos en uno de esos días de algún mes de Julio allá en una pérdida ciudad del Sur de Chile, apenas, y encorvados por el frío, recién comenzábamos a comprender el Propósito de Dios!


Nunca está sola entonces, la ignorancia se debe a otros factores, a otros hermanos, otros componen y dan fuerza a su existencia, no es necesario bucear tanto para comprender por qué entonces el éxito de los llamados cantantes cristianos actuales, tampoco es necesario ahondar demasiado para entender el estado de la cristiandad actual, el de su vida intelectual, el de su progreso en la comprensión del plan redentivo, los príncipes actuales del pueblo gozan y disfrutan con la ignorancia, ¡bienvenida sea! ¡hay que alfombrar la entrada para cuando ella venga! Y no hay que esperar demasiado, a las puertas de la ciudad... etc., porque gracias a ello pagan sus deudas, la cuentas de la luz, las del agua, pueden acceder al lujo, no preguntan si hay necesidades mayores, para ellos, todo es espiritual, intangible, no hay parámetros prácticos, todo es permitido, desde el reguetón hasta no sabemos qué. Pero yo, desde mi siempre decadente columna y anfitrión de este espacio, sin aprecio a sus artimañas degradantes, sí aprecio que es enorme el daño, enorme la soledad de quienes quedan, después de haber sido trasquilados, prácticamente abandonados por estos "parásitos espirituales" que la sociedad ha permitido que existan, sin justificación alguna, solo porque les tinca, solo porque dicen que en el Nombre de Dios se puede hacer de todo.

La ignorancia se convierte así, en un certero móvil, en un instrumento super apropiado para el mal mayor, adquirir poder, reconocimiento, fama, y lo más importante, y que no debe faltar en un buen siervo de Dios a la manera de la prosperidad, ¡y hay por los hermanos que creen en Cristo y viven en las selvas amazónicas! El vil dinero, eso es todo, porque con plata en el bolsillo el ser humano es el mismo en Las Antillas como en Venezuela o en Nueva Yorck, el dinero puede silenciar a las almas, puede corremperlo absolutamente todo, lo peor no es que pueda lograrlo, lo trágico es que a pesar de estar en los huesos o de tener a su haber todo ese potencial de infraestructura para permanecer en pié, pareciera ser verdadero. El dinero siempre tendrá la razón, la compra de conciencias es cosa de tiempo, el poder que se adquiere en una realidad con tanta ignorancia como la nuestra, no tiene precedentes, todas las puertas se abren, mientras, como compositor o poeta, o artista cualquiera sea tu línea de pensamiento, te mantegas lo más cerca de Dios y los más distante del dolor de los seres que a diario mutila la indiferencia humana, todo estará a la perfección.

¡Vaya que ignorancia! Como decía Chaplín en La Quimera del Oro, ¡bendita ignorancia!

La basura es enorme, pero no más que el silencio que me deja absorto, el silencio de los Ministros disfrazados de maestros que, en escuálidas y muy discretas predicaciones radiales, intentan sobornar con palabras casi subliminales el alma de un cristianismo virtualmente prostituido y sin posibilidad alguna de un regeneramiento que traiga días de verdadera fe y sanidad en el corazón de su existencia. La ignorancia entonces, ha sido avalada, por verdaderos traficantes de influencia espiritual, por genocidas de almas que a Dios le costó la muerte de su propio Hijo en la cruz, y que por una situación de fidelidad a quién sabe quién, la cristiandad toda deberá dar cuentas a Dios, personalmente, de toda esta sórdida y hemipléjica condición en la que se encuentra hoy.

Monday, June 02, 2008

El ilimitado poder de la fe comercial.
























La realidad siempre será el mejor parámetro para medir el estado de nuestra propia conciencia, sobretodo la de nuestra conciencia cristiana. Es que la realidad, con toda su precariedad, con toda su embestida diaria de violencia, nos provoca una especia de demolición interna que nos hace ver, infinitamente frágiles frente a un sistema que no acepta ni quiere ver a Cristo en el lugar que le corresponde. Para ello, la gente que compone esto que llamamos mundo, se ha estructurado, se ha ido construyendo para dar a Dios un lugar casi perférico en lo que respecta a importancia, lo que no significa que la gente haya dejado de creer en Dios, en ningún caso, no obstante, el ser cristiano en medio de un sistema de vida como el actual, ha provocado una forma de soledad tan enorme dentro del propio cristianismo que difícilmente puedan comprender los propios cristianos.

Ello se debe en parte, a que la algarabía y el gozo con el cual se intenta abordar el tema de la fe dentro de las propias fronteras del cristianismo actual, en algún momento se ve superado por la espantosa intromisión de una realidad que nada tiene que ver con la alegría de los llamados discípulos del gozo. La realidad no tiene comparaciones, suele a veces desconcertarnos y dejarnos perplejos, aún teniendo a Cristo, aún cuando hacemos lo imposible por conservarnos distantes de la golpiza que nos dan las noticias a diario cuando algún canal informa de una catástrofe, o de alguna pérdida humana por la torpeza de alguién que no supo cómo detenerse frente a una impulsiva actitud que terminó por quitar la vida a veces, de pequeñas e inocentes victimas. El mal entonces, aparece como una densa oscuridad con la cual nos hemos acostumbrado a vivir, sabemos sobrevivir a sus impulsos, a sus decadentes tentáculos, a su mediática y casi farmacológica estadía de drogas mutilando mentes y conciencias que se desavanecen en el aire sin sentido y sin propósitos, y sin embargo, algunos aparentan no sentir verguenza, verguenza por nuestras decadencias, por nuestras porbedumbres, por la miseria de nuestros entes televisvos, tampoco expresan asombro, muchos viviendo en una especie de nube encantada no perciben el olor de la pobreza y el sonido de las muelas cuando amanecen golpeándose una contra otra, y en el precipicio de la mente se agotan las visiones para dar lugar a la desesperanza.


El cristianismo de hoy ofrece alternativas, al igual que las filosofías orientales, si sigues a tal o cual persona terminarás escabulléndote de tus dolores y de la agonía que te persigue, lo lograrás, si te entregas por completo a una forma de credo en donde predomina la indiferencia y el ocaso del amor por las almas que se pieden sin sentido en este mundo. A eso algunos llaman cristianismo, a eso algunos llaman verdadera paz, que no es otra cosa más que el invento de unos hombres cansados de llevar sobre sus conciencias, el peso de la herdida que provoca la verdad en toda su real dimensión escrutadora.

No hay realidad aparente que pueda modificar entonces el peso de la verdad que debería amputarnos, que debería socavar nuestras añejas costumbres y sacar a la superficie, toda esa eterna cadena mortuoria de contradiciones que guardamos para luego presentarnos, tal cual como somos, tal cual como hemos sido concebidos, hijos de Dios, hombres, almas, espíritus, sinónimos todos que ilustran la verdad de una condición extraviada desde hace mucho tiempo en una de esas escapadas. De este modo y bajo esta realidad, el cristianismo actual no logra penetrar la conciencia de este mundo, la del hombre actual, la del hedonista, la del materialista, la del que busca y sueña y se desvive por el éxito, la del narcisista, la del froidiano, la del marxista, la del capitalista, la del que se pudre en sus miserias materiales y vomita cuando alguien con valor se acerca y les comparte algo que lleva forma y que tiene nombre y contenido de Evangelio de Jesucristo, no hay forma de entrar en ese tipo de conciencias, ellas están destinadas con su indiferente postura de animales irracionales, a doblegar a una forma muy especial de cristianismo que ha debido modificar y comercializar sus principios, con tal de llegar a este enorme cementerio de elefantes en donde se encuentran esperando y sin saber la muerte, todos aquellos que carecen de fuerza moral y espiritual como para reconocer el estado de sus propias almas en decadencia.

El invento del cristianismo actual para esta condición de ruindad espiritual, es de verdadero desencanto para un cristiano de verdad, para un cristiano que vive en la disyuntiva del ser para Dios en cada segundo de su existencia, en cada movimiento de su precaria realidad, sin exceptuar absolutamente nada de su ser, en cambio, la ruindad espiritual está poseída de una buena cantidad de ropas para cuando venga lo inevitable, no sabe sin embargo, quien se viste con esta clase de ropaje, que nada de ello lo podrá ayudar cuando el tumulto de las aguas crezca y venga hasta sus propias plantas y comience a elevarse, a subir primero por sus tobillos y luego sus rodillas, para después inundar completamente todo su ser. La sensualidad con que han operado los nuevos paradigamas de la fe decadente y comercial, dejan claramente en evidencia, la precariedad de sus medios para llegar a lo más importante del hombre que es su ser, el cual, aparentemente es tocado y adulado con destreza, incluso desde el mismo púlpito, y por televisión, para que el fin de mes, en la cuenta de los diézmos del bullado ministro en cuestión, no aparezaca en blanco un deposito tan importante como el de éste u otro personaje con una importante capacidad monetaria.

Con toda su miserable construcción materialista, no cabe dudas que la cristiandad actual ha sido afectada, y desde luego, ha aprendido a valerse y a defender sus propios mecanismos para llegar al mismo fin de mes que los otros, el miedo, el juicio, la culpa, y tantas otras formas de iniquiedad espiritual y moral que se utiliza dentro del propio cristianismo para extorsionar el afecto y la buena semblanza de aquellos que en inoncencia pretender acumular sobre sus vidas, bellos e inolvidables momentos de amor junto a sus "hermanos de esperanza", convierten a esta realidad, en una oscura y aterrante visión de osamentas en donde el hombre es prácticamente sobornado para no creer ni aceptar las demandas de una forma de Evangelio totalmente en agonía, casi en extinción. Paradójicamente, y sin ningún tipo de obstáculos para quienes tienen y son administradores de una tétrica forma de poder que nunca estuvo inspirada en La Palabra de Dios ni en el Espíritu de la Enseñanza Apostólica, la marea se mantiene en calma, nada parece soliviantar los ánimos, la paz gobierna los espíritus, el deceso entonces, puede que no sea advertido ni por ellos ni por nadie que se encuentre tan cerca como para dvertirlos. Lo ineludible entonces, está a las puertas, pronto habrá de acontecer lo inevitable.